C¨®mo una fiesta agr¨ªcola se convirti¨® en el fen¨®meno global de Halloween
En 'La muerte sale de fiesta', el escritor David J. Skal explica el origen y la evoluci¨®n de una celebraci¨®n pagana que hoy es una poderosa arma de colonizaci¨®n cultural
En todos los grupos humanos existen mitos que conforman su identidad y ayudan a su cohesi¨®n. Por ejemplo, ese que rige la sociedad estadounidense y que habla del ¡°sue?o americano¡±. ¡°A los estadounidenses nos educan con la idea de que, por el mero hecho de serlo, tenemos derecho a convertirnos en lo que queramos. La promesa de transformaci¨®n personal es parte importante de nuestra mitolog¨ªa cultural. Por eso, muchos estadounidenses, entre los que me incluyo, mencionan Halloween como su fiesta favorita. Ese d¨ªa intentamos demostrar que el mito es cierto, disfraz¨¢ndonos de monstruos como Dr¨¢cula, una de cuyas caracter¨ªsticas es cambiar de forma, como si tambi¨¦n persiguiera el sue?o americano¡±, explica David J. Skal por correo electr¨®nico.
Nacido en Ohio en 1952, Skal es ¡°experto en la cultura del horror¡±, t¨ªtulo obtenido gracias a sus conocimientos sobre el terror cl¨¢sico de Hollywood, la vida y obra de Bram Stoker o sus ensayos sobre cultura popular, como Monster show y Halloween. La muerte sale de fiesta. Este ¨²ltimo, reci¨¦n publicado en Espa?a por EsPop, explica el origen, evoluci¨®n e influencia de esa fiesta, cuyo origen se remonta a ritos paganos vinculados al ciclo agr¨ªcola.
¡°Las tradiciones relacionadas con las estaciones y las cosechas existen en todas las sociedades. En el caso de la cultura occidental, la iglesia cristiana primitiva traslad¨® de fecha muchas de sus celebraciones m¨¢s importantes para hacerlas coincidir con antiguas fiestas paganas. Hoy las llamamos Halloween y Navidad, pero todo fue parte de ese esfuerzo por convertir a los paganos al cristianismo¡±.
Adem¨¢s de su v¨ªnculo con la naturaleza o la religi¨®n, Halloween tiene un marcado car¨¢cter subversivo. Durante una noche, los papeles se trastocan, el monstruo ¡ªel diferente¡ª abandona su escondite y los ni?os atemorizan a los adultos con su ¡°truco o trato¡±. ¡°Halloween tiene muchas similitudes con antiguas celebraciones europeas como la Fiesta de los locos?en la que, por un d¨ªa, los plebeyos se vest¨ªan como reyes y el orden social se invert¨ªa. A principios del siglo XX, en Estados Unidos era com¨²n que los ni?os blancos se pintaran de negro y viceversa. Aunque hoy en d¨ªa los disfraces raciales son tab¨², a la gente le gusta aprovechar cualquier oportunidad para desinhibirse y Halloween permite convertir esas ganas de romper las convenciones sociales en un ritual controlado¡±.
Entre otros muchos temas, La muerte sale de fiesta analiza c¨®mo la correcci¨®n pol¨ªtica ha influido en Halloween, fiesta en la que casi todo estaba permitido. El autor relata casos de universidades que aconsejan a sus estudiantes no disfrazarse de personas con discapacidad o de otras culturas, medida que expulsa de la fiesta turbantes, mutilaciones, sombreros mexicanos, parches de pirata o ropas de mendigo.
No obstante, el mayor peligro al que estuvo expuesto Halloween en esa cruzada por la correcci¨®n se produjo en 2001. Semanas despu¨¦s de los atentados del 11-S, muchos estadounidenses pidieron suspender las festividades, por considerar que las bromas sobre muertos eran una afrenta a las v¨ªctimas. Otra parte de la poblaci¨®n, sin embargo, aleg¨® que el terrorismo no iba a condicionar sus vidas ni la correcci¨®n pol¨ªtica su libertad de expresi¨®n y, no solo se pusieron turbantes y chilabas, sino que completaron el disfraz con m¨¢scaras de Bin Laden, que arras¨® en ventas ese a?o.
Imperialismo cultural
Surgida en Europa, la festividad que dio origen a Halloween viaj¨® al continente americano con los peregrinos. En los ¨²ltimos a?os, ha emprendido un nuevo periplo que la ha llevado de vuelta al viejo continente y a casi todos los pa¨ªses occidentalizados, algunos de los cuales ven con preocupaci¨®n c¨®mo sus tradiciones sobre los muertos son desplazadas por esta festividad importada.
Un recelo que, como detalla Skal, olvida que todas las tradiciones se mezclan y evolucionan, incluida Halloween. De hecho, elementos que se consideran inherentes a esta fiesta son relativamente recientes. As¨ª sucede con la iconograf¨ªa que presenta a las brujas como ancianas grotescas, tocadas con sombreros puntiagudos y vestidas de negro. Lejos de proceder de la Edad Media o del Barroco, ese imaginario tiene su origen en la Bruja del Oeste interpretada por Margaret Hamilton en la versi¨®n de El mago de Oz de 1939. Hasta entonces, las brujas de Halloween eran j¨®venes pizpiretas y flappers ataviadas con vestidos de colores.
¡°Hay personas que se quejan de la invasi¨®n de Halloween o de la apropiaci¨®n de la cultura mexicana por los anglosajones. Pero yo vivo en el sur de California, donde hay mucha poblaci¨®n hispana, y la mayor¨ªa de la gente parece disfrutar de que las decoraciones y ritos del D¨ªa de los Muertos se mezclen con las de Halloween. Eso s¨ª, luego cada comunidad se relaciona con los muertos de diferente manera. Los estadounidenses, a trav¨¦s de creaciones como Dr¨¢cula y Casper, mientras que la cultura latina honra a los difuntos con m¨¢s seriedad¡±.
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