Patrimonio Nacional compra por medio mill¨®n de euros el C¨®dice del Tois¨®n de Oro

Patrimonio Nacional ha comprado por 500.000 euros la pieza ic¨®nica que conservaba el Instituto de Valencia de don Juan, en Madrid: el C¨®dice de la Orden del Tois¨®n de Oro. El preciado libro abandona el museo dedicado a las artes suntuarias con destino al Museo de las Colecciones Reales, cuya inauguraci¨®n quiz¨¢ suceda en 2021. Ninguna de las dos instituciones ha querido a?adir comentarios a la compra. Solo existen dos c¨®dices del Tois¨®n de Oro en el mundo: el otro se conserva en Viena. Es una obra de 1537, realizada por el extraordinario miniaturista Sim¨®n Bening.

Esta compra se suma a los 400.000 euros invertidos la semana pasada en recuperar una c¨®moda de Carlos III, en una subasta en Christie¡¯s, en Nueva York. Ambas piezas compartir¨¢n lugar expositivo. El c¨®dice consta de 126 folios en vitela, en letra bastarda francesa, y en la primera parte del mismo est¨¢n redactadas las constituciones de la orden y los protocolos de sus fiestas. En la segunda se describe a los caballeros fallecidos y a los nuevos afiliados. Aparecen los retratos de los soberanos, que destacan por su colorido y realismo. Su encuadernaci¨®n no refleja la joya que esconde. A Sim¨®n Bening se le pagaron 452 libras de Flandes por retratar, entre otros, a las cinco figuras de los soberanos y sus blasones, que ocupan una p¨¢gina entera, as¨ª como los 184 escudos que asoman por estas p¨¢ginas.

El c¨®dice refleja ¡°la gloria y las grandezas¡± de la orden de caballer¨ªa y la sangre real europea m¨¢s linajuda, desde su fundaci¨®n por Felipe el Bueno, Duque de Borgo?a y Conde de Flandes, el 10 de enero de 1429, d¨ªa de su boda con Isabel de Portugal, en Brujas. Esa jornada fueron nombrados 24 caballeros, supuestamente gentilhombres sin mancha, modelos de caballerosidad, valent¨ªa y buenas costumbres. Con el tiempo el n¨²mero de caballeros creci¨® de 24 a 85, en 1516, por deseo de Carlos V. Juan Carlos I nombr¨® a 24, entre los que se encuentran Jos¨¦ Mar¨ªa Pem¨¢n, Aki Hito, Adolfo Su¨¢rez, Javier Solana, Nicol¨¢s Sarkozy y el ¨²ltimo de todos, Enrique Valent¨ªn Iglesias.

Fama y golpes de acero

El nombre de la Orden m¨¢s representativa de la Corona espa?ola hace referencia al vellocino de oro del carnero que consiguieron Jas¨®n y sus argonautas (entre los que estaba H¨¦rcules), en la C¨®lquide, y que aportaba prosperidad a quien lo poseyera. Sobre el papel, la instituci¨®n defiende los ideales del honor y las virtudes caballerescas, adem¨¢s de ser herramienta para propagar la fe cat¨®lica y defenderla de sus enemigos, los turcos. Sus estatutos se reparten en 94 art¨ªculos que describen las obligaciones de los caballeros. En ellos figura que la insignia de la Orden ser¨¢ un collar de oro compuesto de eslabones y pedernales que despiden llamas, con el lema: ¡°Ante ferit quam flamma micet¡± (Antes de la fama hay que sufrir los golpes del acero). Del collar pende un vell¨®n de oro esmaltado y ha protagonizado retratos reales realizados por Cranach, Vel¨¢zquez, Rubens, Carre?o de Miranda, Pantoja de la Cruz, Vel¨¢zquez, Goya, Ingres, Sofonisba Anguissola o esculturas de Pompeo y Leone Leoni.

Despu¨¦s del trabajo del miniaturista Bening, el c¨®dice form¨® parte del tesoro de la Instituci¨®n de Bruselas hasta el siglo XVIII, cuando la Orden se divide en dos ramas, la Austr¨ªaca y la Borb¨®nica. A finales del siglo XIX volvemos a saber del c¨®dice que acaba de comprar Patrimonio Nacional. En ese momento est¨¢ en poder de la emperatriz Eugenia de Montijo, esposa de Napole¨®n III. Se desconoce c¨®mo lleg¨® a sus manos, pero encarga al conde de Valencia de don Juan, Juan Crooke Navarrot, que averig¨¹e si el c¨®dice fue robado de la biblioteca de Palacio Real. En 1901 el conde responde que no falta nada, pero que es posible que en tiempos remotos podr¨ªa haberse sustra¨ªdo.

En 1916 los condes de Valencia de don Juan, Guillermo J. de Osma y Adelaida Crooke y Guzm¨¢n, fundaron en Madrid un museo e instituto de artes menores y la emperatriz entreg¨® el c¨®dice en donaci¨®n a la instituci¨®n, en 1918. ¡°La fundaci¨®n de vuestro Instituto de Valencia de don Juan me ha sido simp¨¢tica y la apruebo, de tal modo que quiero estar un poco asociada a ¨¦l. Esta es la raz¨®n por la cual te doy para la biblioteca del Instituto el libro del Tois¨®n de Oro, que ya conoc¨¦is. As¨ª ser¨¢ guardado en Espa?a¡±, escribe la emperatriz a los condes. El propio conde se traslad¨® a Inglaterra a recoger el preciado c¨®dice y llevarlo a Espa?a. Antes de iniciar su viaje de regreso, y temeroso ante un asalto a su barco al paso por el canal de la Mancha, mand¨® hacer en Londres una caja insumergible, incombustible e impermeable. Lleg¨® sano y salvo a la instituci¨®n que lo ha conservado durante un siglo hasta hoy.