Me olvid¨¦ de vivir

Ensortijada, piel fina, clase infinita, mirada altiva, olor a millonaria, sabor a no haber conocido m¨¢s que el triunfo desde que dijo por primera vez mam¨¢. La protagonista de Las ni?as bien, segunda pel¨ªcula como directora de la mexicana Alejandra M¨¢rquez Abella, utiliza la tarjeta de cr¨¦dito con la naturalidad del que respira. Pero ya no funciona: ¡°Lo siento, se?ora¡±. Ser rico, haber sido rico desde siempre, y ahora no serlo. Un sarpullido f¨ªsico y emocional.

Por fuera, empiezan los picores, una extra?a sensaci¨®n que sale del cuello. Desde dentro, un subid¨®n de intranquilidad desconocido hasta entonces, que se expulsa y que se pretende controlar con unas u?as largas, cuidadas a la perfecci¨®n, sexis, que rascan y rascan una tez que a este paso pronto ser¨¢ pellejo. Qu¨¦ bien narrado el proceso de derrumbamiento de un ser humano desde la c¨²spide social y econ¨®mica hasta el charco de las dificultades. Con los m¨¢s peque?os detalles. Incluso con Julio Iglesias.

¡°Me olvid¨¦ de vivir¡­¡±, l¨¦ase cantando, arrastrando la ¨²ltima i latina, con el (in)imitable deje del artista espa?ol, ¨ªdolo de la clase alta de los a?os ochenta. De cualquier lugar, tambi¨¦n de M¨¦xico, en tiempos del sexenio como presidente de Jos¨¦ L¨®pez Portillo, de 1976 a 1982. ¡°De tanto correr la vida sin freno / me olvid¨¦ que la vida se vive un momento¡±, cantaba Julio, y las mujeres de la alta sociedad mexicana la escuchaban sin querer entender. Hasta que L¨®pez Portillo verbaliz¨® el caos, 1 de septiembre de 1982, y las esposas de los ricos, a las que est¨¢ dedicada la pel¨ªcula, comenzaron a rascarse el cuello, a apretar cada vez m¨¢s la boca, labio sobre labio, rictus de plomo, a fumar con nerviosismo y sin el desparpajo de anta?o, dedos temblorosos. Y M¨¢rquez Abella, a trav¨¦s de m¨²sicas y sonidos, de ralent¨ªs y primer¨ªsimos planos de mujer con hombre al fondo, lo muestra con estilo, incluyendo un par de miradas a c¨¢mara, escrutadoras del espectador, de sus sensaciones. La nacionalizaci¨®n de la banca, el embargo econ¨®mico. El embargo de un modo de ser, de respirar, de vivir. De un clasismo de clubes deportivos, cocktails, fiestas y relax.

M¨¢s conceptual que narrativa, Las ni?as bien, premios a la mejor pel¨ªcula iberoamericana, guion y montaje del Festival de M¨¢laga, es una obra que gana conforme avanza en el relato, desde un primer tercio estimable pero nunca brillante hasta un ¨²ltimo tramo magn¨ªfico, cada vez m¨¢s simb¨®lico y procaz. Guadalupe Loaeza hab¨ªa publicado la novela en 1985, pero sus sensaciones siguen vigentes. Ni?as bien las hay en todos lados, y siempre las habr¨¢. Novela de mujer, pel¨ªcula de mujer, acerca de una mujer. Un bravo retrato de la arrogancia, el machismo, el clasismo, el racismo y la desolaci¨®n de descubrir que, a veces, la vida se vive un momento.