En la intimidad de la cama con una actriz

Siete camas de madera clara y s¨¢banas blancas acogen a siete actrices que, acostadas, reciben cada una a un espectador que es invitado a tumbarse junto a ella. All¨ª, bajo la calidez del edred¨®n, en un estado de calma y serenidad, la actriz va susurrando en un cuerpo a cuerpo ¨ªntimo y emocionante un relato muy po¨¦tico sobre la memoria, los miedos, la soledad y los afectos o los v¨ªnculos que se establecen con el otro. Son quince minutos, en los que el silencio y la enso?aci¨®n entran en escena, y en el que cada espectador tiene la sensaci¨®n de que es un texto escrito expresamente para ¨¦l.

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Todo lo que est¨¢ a mi lado es la obra con la que se inaugura el viernes la 37? edici¨®n del Festival de Oto?o, de la Comunidad de Madrid. Bajo la direcci¨®n del argentino Fernando Rubio, el espect¨¢culo contar¨¢ con la participaci¨®n de Conchi Espejo, Elena Segu¨ª, Mar¨ªa Morales, M¨®nica Bardem, Nerea Barros, Rosal¨ªa Castro, Susi S¨¢nchez y Ver¨®nica Forqu¨¦, que se turnar¨¢n en las tres sesiones que tendr¨¢n lugar el viernes y el s¨¢bado en los Teatros del Canal. Ser¨¢n en total unos 300 espectadores los que podr¨¢n acceder a esta ins¨®lita y at¨ªpica experiencia esc¨¦nica.

La obra se estren¨® en Chile en 2012 y desde entonces ha recorrido medio mundo, se ha representado en grandes festivales de teatro internacionales y recogido prestigiosos premios como el del Lift Festival de Londres hace tres a?os. El espect¨¢culo, que en cada pa¨ªs se representa con actrices nacionales, se ha podido ver no solo en teatros, tambi¨¦n en bosques, en lagos y museos, en la calle en medio del fragor del tr¨¢fico, de d¨ªa y tambi¨¦n de noche. Todo es posible para Fernando Rubio (Buenos Aires, 44 a?os), que con esta obra rompe de manera tajante y definitiva las fronteras entre el espectador y los int¨¦rpretes.

En Madrid, la funci¨®n tendr¨¢ lugar en el vest¨ªbulo de la sala verde de los Teatros del Canal, con las camas dispuestas en c¨ªrculo y todas las cristaleras a la calle limpias de carteles por lo que los viandantes podr¨¢n contemplar desde fuera el ¨ªntimo encuentro que se desarrolla en el interior del edificio. Cada uno de los espectadores, que ir¨¢n entrando a una media de 28 por hora, es advertido de que tiene que entrar en el recinto, sentarse en la cama, quitarse los zapatos y tumbarse junto a la actriz que le corresponda. Es invitado a escuchar y sentir y solo cuando oiga las palabras ¡°hasta pronto¡± se puede levantar, calzarse y abandonar el lugar.

En un mundo de experiencias virtuales, ese encuentro ¨ªntimo con una actriz, que te mira a los ojos y te acaricia las manos o la cara, es para Fernando Rubio, un dramaturgo afincado en Brasil que lleva tiempo investigando sobre la reformulaci¨®n del espacio esc¨¦nico, la intimidad la relaci¨®n con el p¨²blico, la posibilidad de generar acontecimientos en el teatro y dar la posibilidad a que tanto los actores como los espectadores se descubran en otros caminos y horizontes diferentes. Tras un primer ensayo real el pasado martes, Rubio explica que la obra, que surge una ma?ana en Buenos Aires al recordar la primera vez que se qued¨® solo cuando ten¨ªa cinco a?os, sirve de est¨ªmulo y a la vez de reconocimiento de nuestro viaje por la vida.

¡°Desde que escrib¨ª el texto supe que ten¨ªa que ser la voz de una mujer. La escritura en segunda persona me llev¨® a pensar que el texto no nos pertenece de manera individual, sino que es algo que circula de manera permanente, que impacta en el cuerpo de la actriz para luego trasladarlo directamente a la persona que tiene al lado en la cama. La obra habla de que esa relaci¨®n del tiempo, el espacio, las palabras o el silencio nos pertenece a todos por igual¡±, a?ade el director.

¡°Hubo un momento¡­ cu¨¢ndo era peque?a¡­ que te quedaste sola por primera vez¡­¡±. As¨ª comienza el relato de Todo lo que est¨¢ a mi lado, una obra que, asegura Fernando Rubio, es una invitaci¨®n directa al p¨²blico a estar de una determinada manera y revelar su capacidad para vincularse fuertemente. ¡°La obra es muy sutil, no exige nada, va desplegando sus tejidos. Es el p¨²blico el que pone en funcionamiento sus emociones y silencios, el que va construyendo su memoria capa a capa¡±, explica el director, para quien, tras m¨¢s de 30 representaciones y miles de espectadores, ¡°la afectividad que despliega el p¨²blico es mucho m¨¢s emocionante que cualquier otra cosa¡±.