La generaci¨®n de Rosal¨ªa y Ozuna homenajea el legado de Juanes

Hace 18 a?os, Juan Esteban Aristiz¨¢bal V¨¢squez (Antioquia, 1972) recib¨ªa el Grammy Latino a mejor nuevo artista. Despu¨¦s vendr¨ªan 22 m¨¢s. Uno de los m¨²sicos latinoamericanos m¨¢s valorados y tarareados en el mundo ha recibido este mi¨¦rcoles el m¨¢ximo reconocimiento a una trayectoria de casi dos d¨¦cadas en la cima. Y lo ha hecho de la mano de una generaci¨®n de artistas que recogen el testigo pisando fuerte. Rosal¨ªa y Ozuna, dos de los veintea?eros que acumulan m¨¢s ¨¦xitos de reproducciones en Youtube, Spotify y cuyos discos se han colocado m¨¢s de una vez entre las listas de los m¨¢s escuchados del mundo, han entonado los cl¨¢sicos del colombiano en un concierto privado, rodeado de amigos y familia.

Hac¨ªa tres a?os que no sub¨ªa a ese escenario. La primera vez que lo hizo, nadie la conoc¨ªa. Pero cuando salieron del enorme sal¨®n en el que se homenajeaba a Alejandro Sanz en 2017, pocos olvidaron esa actuaci¨®n. Rosal¨ªa ha abierto este mi¨¦rcoles el concierto privado en honor a Juanes. Acompa?ada de un teclado y un sobrio autotune, la catalana dejaba boquiabiertos a los m¨¢s de 1.600 privilegiados asistentes de un concierto que no se ha emitido por ninguna cadena de televisi¨®n. Es por ti, uno de los hits del m¨²sico de Medell¨ªn, se convirti¨® en el pistoletazo de salida de un homenaje que promet¨ªa l¨¢grimas.

Alejandro Sanz, un asiduo a estos premios, considerado el pionero en tender puentes entre la industria latinoamericana y la espa?ola, version¨® Mala gente, uno de los primeros ¨¦xitos de Juanes de 2002. Juan Luis Guerra, hizo lo mismo con un A Dios le pido merenguero que consigui¨® que sonara a Ojal¨¢ que llueva caf¨¦.

Una de las actuaciones m¨¢s ovacionados de la noche fue la de la chilena Mon Laferte. La artista, muy activa en las protestas de Chile de las semanas pasadas, llegaba al evento descolocada: ¡°Sinceramente, me siento algo rid¨ªcula. Vengo as¨ª vestida, de rosa y glitter, cuando en mi pa¨ªs todo arde¡±, declar¨® poco antes de actuar en una entrevista a este diario. Acompa?ada de un acorde¨®n y de un ritmo de tango, interpret¨® una sensual La Paga, un tema de hace 17 a?os del artista colombiano.

Por el escenario pasaron otros: la estadounidense Alessia Cara, el argentino Fito P¨¢ez ¡ªque interpret¨® una de las canciones m¨¢s comprometidas del artista, que compuso para protestar contra las minas antipersonas en Colombia, F¨ªjate bien¡ª, el puertorrique?o Draco Rosa, el espa?ol Pablo L¨®pez, Morat, Jesse y Joy, la nominada a nueva mejor artista, Cami (de Chile), la brasile?a Paula Fern¨¢ndez y el tambi¨¦n colombiano Fonseca.

Pero en esta noche de baladas emotivas y mensajes cari?osos para Juanes, solo el reguet¨®n hizo que el p¨²blico vestido de largo y esmoquin se levantara de sus sillas aterciopeladas. Ozuna, uno de los iconos del g¨¦nero, que ha batido todos los r¨¦cords de ¨¦xitos a nivel mundial subi¨® al escenario y version¨® la Camisa negra, el hit indiscutible del m¨²sico de Medell¨ªn. ¡°Todo el mundo de pie, todo el mundo se la sabe¡±, advert¨ªa. Y muchos esa noche descubrieron la voz de Ozuna sin autotune, sin dembow.

Entre abrazos y brindis a la madre de Juanes ¡ªdo?a Alicia¡ª sentada a la derecha de su hijo en una mesa frente al escenario, el m¨²sico recibi¨® uno de los galardones m¨¢s importantes de este certamen. Y aprovech¨® para lanzar un mensaje a los que empiezan: ¡°Siempre va a haber un hijueputa ah¨ª fuera que te va a decir que no vales para esto. Pero uno tiene que decir: vale verga, palante, pa dentro¡±.

¡°De Colombia para el mundo, pap¨¢¡±, exclam¨® desde el escenario el homenajeado de la noche, antes de sorprender a todos con unos acordes que poco o nada ten¨ªan que ver con la m¨²sica latina. Suenan acordes de Metallica. Fuego en las pantallas. Los asistentes no saben hacia d¨®nde mover sus caderas. Juanes, que comenz¨® su carrera con un grupo de metal en Medell¨ªn ha querido cerrar el homenaje a su trayectoria con un final redondo. ¡°?P¨¢rense, esto es tambi¨¦n pa mover la cabeza!¡±, ped¨ªa. Y Juanes, el de la Camisa Negra, el de A Dios le pido y un ¨¦xito veraniego cada a?o, convirti¨® cinco minutos de los Grammy Latinos, de purpurina y u?as de gel, en un concierto de heavy metal.