Un proyecto colosal en torno a los cuentos
Antonio Rodr¨ªguez Almod¨®var cierra m¨¢s de 30 a?os de trabajo sobre la recuperaci¨®n de los relatos orales
Admite sonrojado el escritor y profesor Antonio Rodr¨ªguez Almod¨®var (Alcal¨¢ de Guada¨ªra, 78 a?os) que es ¡°un t¨ªtulo que supera a cualquier otro que me hayan podido dar¡±. Y se refiere al que, casi de manera espont¨¢nea, le otorg¨® Ana Mar¨ªa Matute (1925-2014) en su discurso de aceptaci¨®n del Premio Cervantes del a?o 2011 cuando calific¨® al sevillano de ¡°el tercer hermano Grimm¡±. Justificaba as¨ª la autora de Olvidado Rey Gud¨², una de las grandes novelistas de posguerra de nuestro pa¨ªs y voz autorizada en literatura infantil, el trabajo de Rodr¨ªguez Almod¨®var, tan detectivesco como prolongado en el tiempo, dedicado a la recogida, an¨¢lisis y actualizaci¨®n de los cuentos de tradici¨®n oral que a¨²n se conservan en el imaginario colectivo de la cultura occidental, y que hunden sus ra¨ªces en una tradici¨®n indoeuropea que se remonta al Neol¨ªtico y las formaciones de las primeras sociedades agrarias.
Desde que en 1983 saliera la primera compilaci¨®n de relatos bajo el t¨ªtulo Cuentos de la media lunita (Algaida) hasta hoy, que acaba de ver la luz la colecci¨®n completa, han pasado 33 a?os. En este tiempo, el trabajo de campo de recolecci¨®n de estas peque?as historias ha paseado a Rodr¨ªguez Almod¨®var por todos los rincones de la geograf¨ªa espa?ola, de las Alpujarras a los montes de Vizcaya, de las playas de Menorca a Sierra Morena.
Cuentos de la media lunita re¨²ne sententa t¨ªtulos y acumula cuatro millones de ejemplares vendidos. Se trata del trabajo m¨¢s completo de recuperaci¨®n para la literatura escrita de los cuentos tradicionales transmitidos durante siglos por v¨ªa oral. El gallo Kiriko, La ni?a del zurr¨®n, Blancaflor o El pr¨ªncipe encantado forman parte ya de esta antolog¨ªa literaria con la que han aprendido a leer varias generaciones de espa?oles y que ¡°ha impedido la muerte segura del cuento¡±, asegura el escritor, Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil en 2005 por este trabajo.
¡°Cuando yo llegu¨¦ al cuento de tradici¨®n oral, descubr¨ª que los estudios se hab¨ªan quedado anclados en los a?os cuarenta del siglo pasado, todo estaba abandonado y a punto de perderse¡±, reconoce Rodr¨ªguez Almod¨®var, que comenz¨® a interesarse por el relato infantil en 1973 mientras culminaba su tesis sobre la estructura de la novela. ¡°Fue revelador mi descubrimiento de las nuevas teor¨ªas de Vlad¨ªmir Propp [antrop¨®logo y ling¨¹ista ruso], que dieron un giro copernicano al cuento popular y puso patas arriba todas las teor¨ªas anteriores del cuento maravilloso¡±, una designaci¨®n, para Almod¨®var, mucho m¨¢s acertada que la de cuentos de hadas, ¡°una denominaci¨®n de ¨¦xito, pero harto imprecisa¡±. Propp descubre que todos estos relatos orales contados al amor de la lumbre en los puntos m¨¢s antag¨®nicos del planeta comparten una estructura profunda de 31 pasos narrativos. ¡°Toda literatura oral es sist¨¦mica. Aunque el sistema no se vea, no es caprichosa ni aleatoria¡±, asegura Rodr¨ªguez Almod¨®var.
Y as¨ª, siguiendo las recomendaciones de Julio Caro Baroja ¨C¡°un antrop¨®logo no lo es hasta que no se echa al camino¡±¨C, el escritor sevillano comenz¨® en la d¨¦cada de los 80 un trabajo de campo, magnet¨®fono al hombro, por eso que hoy llamamos la Espa?a vac¨ªa o vaciada para recuperar todas esas historias encerradas en el patr¨®n de Propp que han dado origen a los Cuentos de la media lunita. Las historias son m¨²ltiples y coincidentes: ¡°Mi primer informante lo encontr¨¦ en Carmona, en Sevilla, un pastor analfabeto, que no inculto, que me cont¨® una versi¨®n maravillosa de Juan el oso, el cuento m¨¢s antiguo de Europa al que se puede llegar¡±, rememora el especialista. Y as¨ª, hasta subir a los montes de Vizcaya para entrevistar a una se?ora, que, en un dialecto local, ¡°comenz¨® a contarme una historia que, a medida que iba escuchando, descubr¨ª que se trataba de uno de los relatos infantiles m¨¢s antiguos de la humanidad: Como la vianda quiere la sal, que es el cuento base sobre el que Shakespeare escribe El Rey Lear¡±.
Mientras que los folcloristas tradicionales recogen las historias tal cual, el valor de los Cuentos de la media lunita reside en la minuciosa labor de rehabilitaci¨®n y reconstrucci¨®n realizada por Rodr¨ªguez Almod¨®var en todos estos a?os. ¡°Si nos atenemos a ciertas versiones, Juan el oso puede escribirse en media p¨¢gina, pero bien contado, puede durar dos horas¡±, admite Almod¨®var. De este trabajo de campo, finalizado en 2016, han resultado las 70 historias que ahora dan forma a la colecci¨®n completa reci¨¦n publicada por Algaida, y que puede encontrarse en las librer¨ªas acompa?ada por una gu¨ªa did¨¢ctica, en la que el escritor ha obviado, sencillamente, ¡°algunas historias mis¨®ginas¡±. Sin embargo, opina Rodr¨ªguez Almod¨®var que en la tradici¨®n indoeuropea del cuento en la que ¨¦l se ha basado, y que se remonta al Neol¨ªtico, ¡°no hay machismo¡±, un problema posterior, que llega con la influencia de libros ¨¢rabes y hebreos: ¡°Nos dejaron muy buena herencia en otras cosas, pero no en esto¡±, admite.
De hecho, los Cuentos de la media lunita incluyen el que para su autor es ¡°el mayor descubrimiento de cuento protofeminista de la historia¡±: La ni?a que riega la albahaca, t¨ªtulo que recoge la historia de una joven que le proporciona ¡°una medicina muy conveniente¡±, ironiza Almod¨®var, a un pr¨ªncipe acosador. ¡°Aqu¨ª no hay contaminaci¨®n ideol¨®gica, es pura tradici¨®n oral¡±, asegura.
Traducidos a todas las lenguas del estado espa?ol, los Cuentos de la media lunita llegaron a vender, en una de sus entregas, casi dos millones y medio de ejemplares. ¡°Ahora la colecci¨®n se ha cerrado, mis lectores -ni?os, padres y maestros-, ten¨ªan derecho a una colecci¨®n completa¡±, sostiene satisfecho su autor.
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