Cort¨¦s era Patrick Swayze
En la superproducci¨®n de Amazon sobre el conquistador, una interpretaci¨®n romanticista, rancia, simple y anticuada, de su relaci¨®n con Malintzin monopoliza la trama
No hay forma de sentarse a ver una serie hist¨®rica sin pensar en los zapatos del director, los productores o los guionistas. Desde d¨®nde escriben y qu¨¦ quieren decir. En el caso de Hern¨¢n,la superproducci¨®n de Amazon Prime Video y TV Azteca que se estrena completa hoy, la inc¨®gnita se revela al minuto y medio, tras el primer intercambio entre Cort¨¦s y Malintzin, su traductora. Es el a?o 1520. Cort¨¦s ha apresado a Moctezuma en su palacio en Tenochtitl¨¢n. El conquistador pide a Malintzin que se prepare, y ¨¦l y sus hombres salen para Veracruz a enfrentar a P¨¢nfilo de Narv¨¢ez, enviado del gobernador de Cuba, convertido en su enemigo. Ella no est¨¢ de acuerdo y, despu¨¦s de un par de argumentos de orden estrat¨¦gico, el asunto se vuelve personal: ¡°Si me lo ordenas ir¨¦, pero ir contigo no es estar a tu lado, t¨² mismo lo dejaste bien claro¡±.
As¨ª empieza el en¨¦simo producto cultural dedicado a la conquista, con una discusi¨®n de pareja. Minutos m¨¢s tarde, un flashback manda la acci¨®n a 1519, a los primeros d¨ªas de convivencia ¡ªesclavitud¡ª de Malintzin y otras 19 j¨®venes nahuas con los soldados de Cort¨¦s. Ella, valiente, da de comer a un caballo y ¨¦l, galante, se acerca y le toma la mano. Ambos acarician al animal, los dedos entrelazados, como Patrick Swayze y Demi Moore en la escena de la arcilla en Ghost.
Desde hace m¨¢s de 200 a?os, la visi¨®n romanticista de la relaci¨®n entre ambos monopoliza las interpretaciones de esta curva de la historia. El amor rom¨¢ntico entre los protagonistas prevalece, se da por cierto desechando versiones m¨¢s realistas ¡ªy menos espectaculares¡ª de la ocurrido, obviando las circunstancias de uno y otra en su contexto hist¨®rico: ¨¦l, un hombre en un lugar desconocido al mando de un grupo de hombres dividido en facciones; ella, una esclava adolescente destinada al placer del hombre blanco.
En Hern¨¢n,el pretendido amor¨ªo entre Cort¨¦s y Malintzin asciende a trama principal, solo por detr¨¢s de la historia, muy por encima del encuentro con Moctezuma, reducido este ¨²ltimo a mero pasajero de los acontecimientos, despojado de toda sutileza. La relaci¨®n que plantean los productores es sorprendente por anticuada. Tambi¨¦n por enajenada. Da la sensaci¨®n de que el guion, la estructura, igual valdr¨ªa para contar una historia de dragones y osos voladores.
En su libro Cuando Moctezuma conoci¨® a Cort¨¦s (Taurus), el acad¨¦mico estadounidense Matthew Restall escribe: ¡°La narrativa tradicional de la conquista de M¨¦xico est¨¢ hecha a la medida de las narraciones modernas, contiene de todo: un h¨¦roe, un villano y un h¨¦roe tr¨¢gico, as¨ª como un tema ambiguamente rom¨¢ntico al que se le puede dar un giro para adaptarse a prop¨®sitos contempor¨¢neos (la relaci¨®n entre Cort¨¦s y Malintzin que ha florecido en los dos ¨²ltimos siglos)¡±. En la serie, Moctezuma no llega ni a h¨¦roe tr¨¢gico, arrinconado por el guerrero tlaxcalteca Xicot¨¦ncatl. El villano es el gobernador de Cuba, Diego de Vel¨¢zquez, que quiere detener a Cort¨¦s a toda costa. Y el h¨¦roe, claro, no es otro que el conquistador extreme?o, encarnado por ?scar Jaenada.
No deja de ser ir¨®nico que Jaenada interpretara al pap¨¢ de Luis Miguel en la serie sobre la vida del cantante, el gran villano de la televisi¨®n mexicana en 2018. Act¨²a bien el catal¨¢n, acorde a las exigencias del guion, rom¨¢ntico pero contenido, calculador, fiero pero justo, lejos, muy lejos de los claroscuros del Lope de Aguirre que interpret¨® Klaus Kinski. Pero eso no es culpa suya. Un hombre sin dudas, el Cort¨¦s de Jaenada, arrojado. El historiador franc¨¦s Christian Duverger, cortes¨®filo donde los haya, estar¨¢ encantado.
Vale la pena la serie por los planos panor¨¢micos de Tenochtitl¨¢n, la capital mexica. Las vistas de los volcanes, el Templo Mayor, los canales¡ La escenograf¨ªa es magn¨ªfica, los decorados. Pero la sensaci¨®n de impostura se impone. ?Por qu¨¦ hablan tanto los espa?oles, por qu¨¦ no hay silencios, por qu¨¦ los mayas, los totonacas, los tlaxcaltecas act¨²an como los conquistadores, hablan igual, piensan de acuerdo con su l¨®gica, act¨²an como si fueran espejos?
Hern¨¢n es un producto de entretenimiento y quiz¨¢ sea injusto plantearse nada distinto. Hay batallas, sexo y traici¨®n, como en Juego de tronos. Pero despu¨¦s de Los Soprano, A dos metros bajo tierra, The Wire, Roma, Fargo y tantas otras, despu¨¦s de asistir a sofisticados ejercicios de sutileza televisiva, la llaneza de los personajes de la serie de Amazon provoca cierta desaz¨®n.
Se pod¨ªa leer a Scorsese hace unos d¨ªas en las p¨¢ginas de este diario que el cine, para ¨¦l, ¡°consist¨ªa en una revelaci¨®n est¨¦tica, emocional y espiritual. Consist¨ªa en unos personajes, la complejidad de las personas, contradictorias y a veces parad¨®jicas, su capacidad de hacerse da?o y amarse, y de pronto enfrentarse a s¨ª mismas¡±. Y Hern¨¢n es justo el contrapunto de la complejidad. Que nadie sue?e con aprender nada.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.