El Thyssen pagar¨¢ hasta 600.000 euros por la producci¨®n de cuatro muestras de la Fundaci¨®n de Francesca Thyssen

La escultura virtual de una bandera de humo del artista John Gerrard se arri¨® ayer en el patio del Museo Thyssen, donde ha permanecido durante la Cumbre del Clima. Una iniciativa de TBA21, la fundaci¨®n de arte contempor¨¢neo que preside Francesca Thyssen, que tiene una marcada l¨ªnea de inter¨¦s en torno al cambio clim¨¢tico. La mecenas y coleccionista es la ¨²nica hija del bar¨®n Hans Heinrich, cuya colecci¨®n compr¨® el Estado en 1993 por 44.100 millones de pesetas (unos 256 millones de euros al cambio de entonces).

La exposici¨®n de la pieza Western Flag est¨¢ dentro de un convenio firmado en marzo entre TBA21 y el museo, que permite a aquella organizar en un espacio del palacio de Villahermosa exposiciones temporales a raz¨®n de dos por a?o durante cuatro a?os con sus fondos propios o con el producto de sus encargos a artistas. Este programa supone un cambio profundo para una instituci¨®n m¨¢s habituada al arte moderno (y en especial al impresionismo). La primera de esas muestras se inaugur¨® en septiembre. Para llevarlas a cabo, el museo ha comprometido hasta 600.000 euros en cuatro a?os para la producci¨®n de las muestras, seg¨²n han confirmado a EL PA?S ambas partes.

El museo no ha hecho p¨²blico los t¨¦rminos de ese convenio por considerar que afecta al secreto profesional de las partes. Fuentes del museo aclaran que el mecanismo del acuerdo es el siguiente: TBA21 y el Museo Thyssen, en cuyo patronato, ¨®rgano directivo de la instituci¨®n, tiene voz y voto Francesca, se alternan para sufragar las muestras temporales de arte contempor¨¢neo durante los pr¨®ximos cuatro a?os. A una pagada por fondos p¨²blicos sigue otra sostenida por la fundaci¨®n de Francesca Thyssen, que en septiembre abri¨® una oficina en Madrid.

El programa de ese espacio estar¨¢ compuesto por ¡°artistas propuestos por TBA21, siempre con la supervisi¨®n y conformidad de la Fundaci¨®n Colecci¨®n Thyssen-Bornemisza¡±, dice el convenio, que a?ade que ¡°TBA21 se compromete a dar en pr¨¦stamo obras maestras escogidas de su colecci¨®n¡± y que esa cesi¨®n se har¨¢ ¡°gratuitamente¡±.

La colaboraci¨®n despierta los recelos de Javier Mart¨ªn Cavanna, director de la Fundaci¨®n Compromiso y Transparencia, que elabora anualmente informes sobre la gesti¨®n de los museos p¨²blicos. ¡°Esta pr¨¢ctica est¨¢ prohibida en muchos pa¨ªses por entender que la exposici¨®n de la obra de un patrono en el museo del que es patrono contribuye a revalorizar su colecci¨®n y, por tanto, existe una plusval¨ªa econ¨®mica en la operaci¨®n¡±. Tanto a la asociaci¨®n independiente de profesionales Instituto de Arte Contempor¨¢neo (IAC) como al Consorcio de galer¨ªas de Madrid les parece ¡°muy positivo que un museo como el Thyssen entre en el terreno del arte contempor¨¢neo con proyectos de calidad¡±, pero lamentan que estos proyectos no se relacionen con el contexto local. Adem¨¢s, coinciden en que los posibles conflictos de intereses en los museos ¡°afectan a todos los agentes del sector, tambi¨¦n a los coleccionistas¡±.

Esta pr¨¢ctica est¨¢ prohibida en muchos pa¨ªses por entender que la exposici¨®n de la obra de un patrono en el museo del que es patrono contribuye a revalorizar su colecci¨®n Javier Mart¨ªn Cavanna

Carlos Urroz, jefe de la oficina de TBA21 en Madrid, explica que esta es ¡°una entidad sin ¨¢nimo de lucro y que no recibe ninguna contraprestaci¨®n econ¨®mica por esta colaboraci¨®n. Existe un compromiso de colaboraci¨®n entre ambas fundaciones para organizar dos exposiciones al a?o. Los costes de la primera exposici¨®n anual son asumidos por el museo (con un m¨¢ximo de 150.000 euros) y los de la segunda, por TBA21, que lleva ya invertida m¨¢s de la cantidad inicialmente acordada en su proyecto de octubre de 2019 as¨ª como en el programa de divulgaci¨®n y actividades. El acuerdo fue validado un¨¢nimemente por ambos patronatos. Es una colaboraci¨®n de las dos instituciones seg¨²n sus respectivos fines fundacionales y l¨ªneas de actividad¡±. Urroz a?ade que ¡°Francesca no est¨¢ comisariando ning¨²n proyecto; son profesionales externos a la propia instituci¨®n quienes act¨²an como comisarios. Todas las propuestas de contenidos son validadas previamente con un a?o de anterioridad por el Patronato del Museo y el de TBA21¡±.

Seg¨²n explican fuentes del patronato del museo, en una reuni¨®n reciente, en la que no estaba presente Francesca Thyssen, se habl¨® de la conveniencia de que, a pesar del convenio firmado, ¡°los proyectos de arte contempor¨¢neo nos supongan gastos extraordinarios al Thyssen¡±, as¨ª como de que lo ideal ser¨ªa encontrar financiaci¨®n para ellos para que no repercutan en las cuentas del museo.

La operaci¨®n comenz¨® a fraguarse en torno a la celebraci¨®n de los 25 a?os del museo, cuando ??igo M¨¦ndez de Vigo y Fernando Benzo eran ministro y secretario de Estado de Cultura con el ¨²ltimo Gobierno de Rajoy, e invitaron a la hija del bar¨®n a adquirir m¨¢s protagonismo en la gesti¨®n. Fue entonces cuando a?adieron ¡°nacional¡± a la denominaci¨®n oficial de la instituci¨®n. Desde entonces la direcci¨®n y Carmen Cervera, que aclara que no asisti¨® a la firma del convenio con TBA21, mantienen opiniones enfrentadas sobre la gesti¨®n del centro. El actual equipo ministerial en funciones insiste en la condici¨®n ¡°heredada¡± del proyecto. Tambi¨¦n, en que no observan conflicto de intereses porque se trata de "una fundaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro, que no representa artistas en el mercado de arte contempor¨¢neo ni desarrolla ninguna actividad comercial con los artistas de su colecci¨®n, as¨ª como que las obras expuestas en el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza pertenecen a su colecci¨®n y no est¨¢n a la venta¡±.