¡°Hay una Barcelona que lucha por comer, y que no entiende de banderas¡±

Sara tiene 22 a?os, un hijo, un hermano peque?o y un padre ausente al que querr¨ªa olvidar. No puede dejarlo atr¨¢s, porque como ella misma advierte: "Lo llevo en la cara". Sara busca trabajo para salir de la marginalidad, quiere alcanzar una vida tranquila: "Solo quiero ser una persona normal". En los ¨²ltimos a?os se han visto pocos personajes j¨®venes tan rotundos y complejos como Sara, a la que da vida Greta Fern¨¢ndez, protagonista de La hija de un ladr¨®n, de Bel¨¦n Funes. "Es una historia que viene de mi mundo", advierte la directora y coguionista. "Con chicas as¨ª he compartido clases y adolescencia, amistades y aventuras... No es mi autobiograf¨ªa, pero supone un salto natural desde el corto que ya hice con Sara [Sara a la fuga] al largo".

A sus 35 a?os, la barcelonesa Bel¨¦n Funes ha provocado un terremoto en el cine social espa?ol. Con La hija de un ladr¨®n -que se estren¨® en salas el viernes pasado, concurs¨®, algo poco habitual en un debutante, en el festival de San Sebasti¨¢n, donde su protagonista obtuvo el premio a la mejor actriz ex aequo. Funes es hija de la ESCAC, la escuela de cine de Catalu?a, y en los t¨ªtulos de cr¨¦dito aparecen nombres de bastantes compa?eros; el suyo tambi¨¦n aparec¨ªa en Animals, Blog o Tres d¨ªas con la familia. De los estudios en la Escuela ha sacado una m¨¢xima: "Nunca te vayas de un lugar de rodaje sin el plano que quieres. Yo ya era obsesiva, y esto se me ha sumado. Dirijo mucho a los actores, cierto, pero porque trabajo con int¨¦rpretes buenos. Con los malos no hay nada que hacer. Los buenos saben que deben vivir en el plano". Y del esp¨ªritu de tribu de la ESCAC, explica: "Todos queremos hacer cine, la gente se enamora, rompe, nacen amistades de por vida. Es muy at¨®mico todo... y ruedas cada fin de semana. As¨ª nacen los grupos generacionales que se contaminan con quintas precedentes, y as¨ª surge la familia, que es como la denominamos". De ah¨ª su ¨¦xito en los Goya, en cuyas nominaciones, que se anuncian hoy, aparecer¨¢ previsiblemente el nombre de Bel¨¦n Funes en direcci¨®n novel.

A la directora le preocupa que en el cine solo sale una Barcelona, "cuando en la ciudad conviven muchas Barcelonas distintas". Y prosigue: "Est¨¢ la de los Juegos Ol¨ªmpicos, los japoneses y el Paseo de Gracia. Es un espacio reducido. Pero hay una frontera, que las pel¨ªculas deber¨ªan de traspasar". Ah¨ª, a 10 minutos en metro, est¨¢ Ciutat Meridiana, donde transcurre La hija de un ladr¨®n. "Para m¨ª era como estar en casa, yo crec¨ª en el cintur¨®n de Barcelona, he vivido toda mi vida entre autopistas y v¨ªas. Yo en el rodaje ni puse ni quit¨¦ banderas, he ido y he rodado lo que hab¨ªa. Hay una Barcelona que lucha por comer, y que no entiende de banderas". Tambi¨¦n, confiesa, quer¨ªa mostrar en pantallas su luz y su sonido. "Que lo tienen".

"La normalidad es una fortaleza en la que cada vez es m¨¢s dif¨ªcil entrar"

"Es una chica que crece sin ra¨ªces, referentes ni familia. Entonces, ?en qu¨¦ clase de mujer se iba a convertir? Eso me lo plante¨¦ en el corto y ahora hemos dado el salto adelante para describir la fr¨¢gil arquitectura emocional". A Funes le pone nerviosa cierta "apuesta por la ¨¦pica, que pasa por personajes superheroicos, con vidas de titular period¨ªstico". A ella no, a la cineasta le interesaba contar el anhelo de una mujer que quiere ser normal "en una vida en la que ya no hay casi nada normal". Y recuerda: "Hay parte de la poblaci¨®n espa?ola que est¨¢ muy exigida a diario, que sobreviven mientras les examina gente que decide si puede seguir en un piso de acogida o si puede recibir una ayuda. La normalidad es una fortaleza en la que cada vez es m¨¢s dif¨ªcil entrar".

Uno de los hallazgos creativos de La hija de un ladr¨®n ha sido poner como padre e hija a un padre actor, Eduard Fern¨¢ndez, con su hija, Greta. "Todav¨ªa estamos experimentando acerca de este acontecimiento, porque en Espa?a todo el mundo lo sabe. Pero estuve hace dos semanas en Grecia y cuando lo expliqu¨¦ al final de la proyecci¨®n muchos me dijeron: '?Aaaaah! Por eso se parecen!'. Siento que la pel¨ªcula juega en dos canchas distintas. A m¨ª me permit¨ªa tener una relaci¨®n ya creada, que no part¨ªa de cero, y de paso usarlo en dos o tres momentos l¨ªricos. Suma, desde luego. Los dos me gustan como actores, qu¨¦ decir. A Eduard ya le conoc¨ªa, pero mi gran descubrimiento es Greta". Y Funes r¨ªe feliz.

El otro coguionista, Mar?al Cebrian, insisti¨® en construir un personaje como el de Dani (al que da? vida ?lex Monner), el padre del beb¨¦ de Sara: siempre est¨¢ ah¨ª, ayudando y apoyando, pero no quiere liarse de nuevo con Sara. "Mar?al deseaba escribir un ejemplo de la nueva masculinidad, que tiene que ver con el compromiso, con el apoyo como familia. ?l s¨ª sabe, gracias a su arquitectura emocional, separar cari?o y sexo. ?lex ha sabido darle una ternura maravillosa".