J. J. Ben¨ªtez, avistado en Jalisco
?Qu¨¦ misterio se esconde detr¨¢s de la presencia del autor de 'Caballo de Troya' en el auditorio que deb¨ªa ocupar la argentina Mar¨ªa Gainza?
En la FIL pasan cosas raras, pero la m¨¢s rara que pas¨® este mi¨¦rcoles ¨Csimb¨®lico (o esot¨¦rico) ecuador de la feria¨C fue el avistamiento en el Auditorio Juan Rulfo, el mayor del recinto, de J. J. Ben¨ªtez. El lugar y la hora eran los reservados para que la argentina Mar¨ªa Gainza recibiera el premio Sor Juana In¨¦s de la Cruz a la mejor novela escrita en espa?ol por una mujer, pero el estrado lo ocup¨® el celeb¨¦rrimo escritor navarro. De Gainza, la autora m¨¢s esquiva de las letras modernas, se han visto pocas fotograf¨ªas y la novela por la que gan¨® el Sor Juana, que trata de una falsificadora de arte, nos recuerda (ser¨¢ casualidad, en la p¨¢gina 99) que cuando m¨¢s raro se vuelve algo menos significado tiene. Para colmo lleva un estupendo t¨ªtulo de best seller: La luz negra. Todo eso es cierto, pero que Mar¨ªa Gainza fuera un pseud¨®nimo de J. J. Ben¨ªtez era, con perd¨®n de Borges, demasiado hermoso para ser verdad.
No lo era. Lo que hab¨ªa pasado es que ella ¨Cque publica en un sello llamado (les dejo la inquietud) Anagrama¨C no hab¨ªa podido acudir a Guadalajara por enfermedad de su hija y la editorial de ¨¦l ¨Cque responde al nombre (mi obligaci¨®n es revelarlo) de Planeta¨C hab¨ªa solicitado el auditorio vacante para que Jotajota conversara con su lectores sobre El diario de Eliseo. Eliseo es uno de los pilotos de la operaci¨®n secreta Caballo de Troya y, por lo tanto, compa?ero de ruta de Jesucristo ¡°durante dos a?os y tres meses¡±. ?Qu¨¦ le dijo a Ben¨ªtez cuando se vieron en Noruega hace no mucho tiempo? No le dijo nada, le hizo una pregunta: ¡°?Usted cree que el agua se suicida en las cataratas?¡±. Espero que la inteligencia de Corea del Norte sepa, si no la respuesta, el mensaje que se oculta tras esa pregunta.
Pero no todo qued¨® ah¨ª, Jotajota corrobor¨® que, en efecto, ¡°el Maestro¡± muri¨® en la cruz un mes de abril a las tres de la tarde pero matiz¨®: resucit¨® al segundo d¨ªa, no al tercero. ?Acababa de recortarnos las vacaciones de Semana Santa y lo dijo como si nos hubiese dado su n¨²mero de tel¨¦fono y sobre la marcha corrigiera un d¨ªgito! Con el mismo tono sin aspavientos revel¨® que segu¨ªa de cerca ¡°el fen¨®meno OVNI¡±, algo ¡°muy importante para la Humanidad, pero no urgente¡±. Tambi¨¦n sin ¨¦nfasis pidi¨® a sus admiradores que no se acercasen a su libro Gog. ¡°Si pueden, no lo lean¡±, dijo de un t¨ªtulo que, al cierre de esta edici¨®n, debe de estar, como es normal, agotad¨ªsimo. No piensen en un elefante. La FIL tambi¨¦n es esto. Ya era hora. Todos los que nos iniciamos en la lectura con J. J. Ben¨ªtez, Alberto V¨¢zquez-Figueroa y las colecciones del C¨ªrculo de Lectores ¨Call¨¢ va una l¨¢grima¨C tuvimos el mi¨¦rcoles nuestra recompensa. Alberto, solo faltas t¨².
Babelia
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