Marginaci¨®n, caos y gloria: la historia de Extremoduro
Reconstrucci¨®n de la zigzagueante vida de Robe Iniesta, que ha anunciado la gira de despedida de su grupo en 2020


El Colorao, El Trispi, Kike Babas, Fredi El Punki, Kike Turr¨®n, El Coca¡ Todos personajes reales del barrio madrile?o de Hortaleza. Todos tipos que se mov¨ªan en los bordes de la marginalidad. Todos j¨®venes buscando una banda sonora a su etapa m¨¢s festiva y t¨®xica. Y todos se agarraron a las canciones de Extremoduro, claro. Estos chavales fueron el primer aliento en la carrera del grupo de Robe Iniesta. Un m¨²sico que se form¨® en el margen truculento, que tuvo la suficiente sobriedad como para potenciar su talento para hacer canciones, que conect¨® con la calle primero, y que despu¨¦s se gan¨® a los cr¨ªticos refinados que en un primer momento no tragaron su ruda honestidad. Y justo ahora que Extremoduro ha logrado ser lo m¨¢s radical que entra en los salones de los espa?oles, justo ahora que es el grupo que reivindican los pol¨ªticos en su Twitter cuando quieren empatizar con el pueblo, el grupo acaba de anunciar que lo deja. As¨ª funciona Robe Iniesta, as¨ª es su historia.
"Estuve cuatro a?os por ah¨ª dando tumbos. Pero tumbos aut¨¦nticos. Iba con mi bulldog 'Angelito' de ciudad en ciudad. A veces dorm¨ªa en casas de colegas y otras nos busc¨¢bamos la vida"
Robe Iniesta, en 1996, en una entrevista con 'El Pa¨ªs de las Tentaciones'
A?o 1989. Robe Iniesta (Plasencia, C¨¢ceres, 57 a?os) tiene un plan: salir de la marginalidad y triunfar con sus canciones, de cuyo potencial es absolutamente consciente. Realiza una grabaci¨®n casera con algunas de sus obras: Extremaydura, Jesucristo Garc¨ªa, Romper¨¢s, La hoguera¡Viaja a Madrid para mover la casete. Se dirige a Hortaleza, zona norte de la ciudad, donde vive su primo, El Coca.
"Robe ten¨ªa 27 o 28 a?os, 10 a?os m¨¢s que nosotros. Pero incluso parec¨ªa que ten¨ªa 10 m¨¢s. Se ve¨ªa que hab¨ªa vivido mucho. Ya ten¨ªa dos hijos, dec¨ªa que era un exyonqui¡ Mucha vida", recuerda uno de aquellos chavales del barrio, Kike Babas, hoy con 50 a?os. Iniesta llevaba a gala el macarreo, la toxicidad y la provocaci¨®n.
La casete de Extremoduro se convierte en la m¨¢s pinchada en las tabernas de este barrio obrero de la capital. Esa m¨²sica visceral era el secreto personal de estas pandillas. Iniesta hab¨ªa testado sus composiciones en alguna sala peque?a de Plasencia, su ciudad, y la gente hab¨ªa respondido positivamente. Pero para triunfar el camino era Madrid. Y Robe, sobre todas las cosas, ambicionaba tener ¨¦xito con su m¨²sica.
El primer concierto de Extremoduro en Madrid fue en 1989 en la c¨¦ntrica sala J¨¢cara, dentro de un concurso de bandas nuevas patrocinado por Yamaha. Tocaron tres canciones ante un jurado donde estaban Pablo Carbonell y Bibi Andersen. Quedaron los terceros, a pesar de recibir el voto de Carbonell. Ganaron unos heavies imitadores de Europe enfundados en mallas. Una humillaci¨®n para el ego del m¨²sico extreme?o. Fue m¨¢s duro el segundo recital. "Era una discoteca de un pueblo por el norte de Madrid, creo que Alcobendas. Fuimos solo 30 personas, la panda de Hortaleza: El Trispi, Fredi El Punki, El Coca... Robe estaba desolado al final por la poca asistencia. Lo recuerdo fuera de la sala, encogido. Me dijo: 'T¨ªo, esto no sale. No sale", rememora Kike Babas, con el que ya hab¨ªa entablado amistad.
Poco despu¨¦s consigui¨® el dinero para grabar su primer disco. Invent¨® el crowdfunding: vend¨ªa papeletas a los colegas por 1.000 pesetas a cambio del disco¡ cuando estuviera hecho. Lo grab¨®, entreg¨® el ¨¢lbum a sus creyentes y, a partir de ah¨ª, todo fue en ascenso.
?Por qu¨¦ Robe y no otro? Posiblemente por el componente emocional de sus canciones. Sus influencias eran Le?o, Barricada o Los Suaves, pero su m¨²sica exhib¨ªa una caracter¨ªstica original. Manuel Ramone, ilustrador de tres de los discos de Extremoduro (Pedr¨¢, 1995; Agila,1996, y el directo de expeditivo t¨ªtulo Iros todos a tomar por culo, 1997) apunta una de las claves: "Nunca nadie hab¨ªa hablado con esa naturalidad del amor. De forma descarnada, directa, visceral. En realidad es el mismo lenguaje que se habla en la calle, y ¨¦l lo dota de poes¨ªa".

Pronto empieza la llamada etapa del caos, en los primeros noventa. Conciertos descontrolados, letras de canciones que se olvidan, perros en el escenario, demasiado alcohol y sustancias. Viajan incluso con un camello. Extremoduro era la nueva reencarnaci¨®n de Atila: dejaban a su paso un paisaje calcinado. Iniesta se apunta a la juerga, pero durante las resacas piensa que est¨¢ jugando con fuego: su objetivo sigue siendo trascender como artista, no solo pas¨¢rselo bien. Por esta ¨¦poca se separa de su pareja. "Estuve cuatro a?os por ah¨ª dando tumbos. Pero tumbos aut¨¦nticos. Iba con mi bulldog Angelito de ciudad en ciudad. A veces dorm¨ªa en casas de colegas y otras nos busc¨¢bamos la vida", dijo a este periodista en 1996 en una entrevista para El Pa¨ªs de Las Tentaciones.
En ese mismo encuentro declar¨®: "Necesito la droga para componer. No me meto caballo. Mucha gente est¨¢ empe?ada en que soy yonqui, pero no es verdad. Solo me pongo¡ lo normal". Y contin¨²a: "La droga no es mala. Los malos son los hombres y sus acciones. Es como si pegas un tiro a alguien y le echas la culpa a la bala". En 2007, en una entrevista en EP3, se?al¨®: "Dej¨¦ la hero¨ªna mucho antes de empezar con Extremoduro¡ Le ech¨¦ cojones y la dej¨¦ solo. Siempre he hecho todo solo".
Todo cambi¨® con la edici¨®n de Agila, en 1996. I?aki Ant¨®n Uoho ya formaba parte del grupo y se encarga de la producci¨®n. El guitarrista de Platero y T¨² pone orden en la dispersi¨®n de Iniesta, encauza su genialidad y limpia su sonido cutre. No fue f¨¢cil. "Aquello era una casa de locos. Ten¨ªa que organizar toda esa anarqu¨ªa: uno desaparec¨ªa del estudio, el otro tocaba muy puesto e iba demasiado deprisa. Pero tambi¨¦n fue divertido", coment¨® Uhoho a este periodista para el libro 201 discos para engancharse al pop/rock espa?ol (editorial Fundaci¨®n Autor).
"La raz¨®n por la que no quiere conceder entrevistas es por la inseguridad que tiene por no dar la talla", dice una persona que ha trabajado con ¨¦l
Robe se acababa de comprar una caravana. "Me dec¨ªa: 'I?aki, c¨®mo voy a pagar la caravana'. Y yo le dije: 'No te preocupes: la vas a poder pagar". Uhoho acert¨®: Agila fue un ¨¦xito de ventas e incluso algunas canciones sonaron en Los 40 Principales. Poco antes el cantante hab¨ªa conocido a Ramone. Entablaron amistad, c¨®mo no, en los bares. "Era una etapa muy buena. Extremoduro estaba en v¨ªas de profesionalizarse. Conservaban ese punto gamberro, pero a la vez no descontrolaban mucho. Sal¨ªamos mucho de noche, a echarnos unos cantes. Robe llevaba siempre una grabadora peque?a, de casete. Y cuando se le ocurr¨ªa una idea de letra o de m¨²sica la grababa. Ten¨ªa un gran sentido del humor. Un tipo l¨²cido y rebelde", relata Ramone.
Era 1997 y la etapa del caos deb¨ªa tocar a su fin: los pabellones repletos exig¨ªan un directo competente y estaban en una compa?¨ªa con recursos. David Bonilla trabaj¨® con ellos durante unos a?os. Hoy contin¨²a en Warner: "Mucha gente tilda de desconfiado a Robe, pero no me parece una mala virtud, todo lo contrario. Trabajando siempre ha sido muy profesional, perfeccionista, y cada cosa que hac¨ªa se meditaba mucho".
Iniesta ordena su vida: deja los vicios severos y vuelve a vivir con su pareja y sus dos hijos, primero en Granada y luego en el Pa¨ªs Vasco. Empieza a leer, sobre todo poes¨ªa. Su paleta va desde los autores underground que encuentra en los bares (Sor Kampana, Chinato¡) a las referencias cl¨¢sicas (Machado, Neruda, Miguel Hern¨¢ndez¡). Seg¨²n va aumentando su ¨¦xito va disminuyendo su predisposici¨®n medi¨¢tica. "La raz¨®n por la que no quiere conceder entrevistas es por la inseguridad que tiene por no dar la talla", dice una persona que ha trabajado con ¨¦l que prefiere mantener el anonimato. Iniesta gana adeptos en el silencio y genera misterio con su hermetismo.
"La droga no es mala. Los malos son los hombres y sus acciones. Es como si pegas un tiro a alguien y le echas la culpa a la bala"
Los consultados destacan su olfato empresarial. Saca discos cada tres o cuatro a?os, seguidos casi siempre de giras. Entremedias se borra. Cuando anuncia su vuelta, su p¨²blico, ansioso, le recibe rendido. Una estrategia in¨¦dita en el rock y solo comparada en el pop con Manolo Garc¨ªa.
Con el viento soplando a favor, en 2003 hay un fundido en negro. O mejor dicho: una hoja en blanco. El grifo de la inspiraci¨®n para hacer canciones se corta. Es cuando el m¨²sico decide poner en marcha el mayor reto art¨ªstico de su vida: escribir una novela. Antes se apunt¨® en un curso de la UNED (Universidad Nacional de Educaci¨®n a Distancia) de gram¨¢tica y ortograf¨ªa. Ten¨ªa 40 a?os. ¡°Estaba totalmente frustrado. La primera noche lo pasas mal, pero si empiezas a sumar noches y llegas hasta seis a?os, es como un pozo¡±, cont¨® sobre su incapacidad de hacer canciones a este periodista en 2008 en una entrevista para EL PA?S.
La prosa, sin embargo, fluye, aunque lentamente. La novela se publica en 2009: El viaje ¨ªntimo de la locura (Autor Editor), una original¨ªsima historia de liberaci¨®n individual. El m¨²sico empieza a acumular lectura en su mesilla de noche: ¡°Soy un lector tard¨ªo y tiene su parte buena, porque puedo coger de todos los territorios. Ahora leo todas las noches. Me sienta bien. Y var¨ªo: si me he le¨ªdo una novela de acci¨®n, luego cojo una biograf¨ªa y m¨¢s tarde a Cicer¨®n¡±. Tambi¨¦n estudia lat¨ªn. ¡°Me divierte hacer traducciones", me coment¨® en aquella entrevista, para luego dejar una frase digna de estudio: "Es falso que el saber no ocupe lugar. Si te tiras cuatro horas estudiando, te ocupa lugar y tiempo¡±.
Ahora, Extremoduro cierra la verja con una gira de despedida en 2020. Dicen que se van porque "no hay compenetraci¨®n" entre los componentes. Otra de sus fechor¨ªas: Extremoduro es Robe Iniesta. Quiz¨¢ la realidad sea que seguramente es consciente de que su m¨²sica, sobre todo la de los primeros discos, est¨¢ demasiado condicionada por ser la banda sonora de las noches juveniles. Pasado ese trance corre el riesgo de caducar. Tanto es consciente de ello que lleva ya dos discos en solitario bastante m¨¢s sofisticados, recibidos muy positivamente por aquellos seguidores suyos que ya han crecido. Hoy, act¨²a en teatros, ri?e a los que intentan grabar con el m¨®vil y en algunos recintos no permite que se consuma alcohol en las butacas.
Iniesta tiene hoy 57 a?os, dos hijos ya treinta?eros, una vida desahogada y sencilla con su pareja de siempre y le han concedido, en 2014, la Medalla de Extremadura. Incluso acudi¨® al solemne acto. ?l, que siempre vio en los pol¨ªticos al demonio. "Pens¨¦ en no venir, pero ese d¨ªa no ten¨ªa nada mejor que hacer", se justific¨®.
Alguien que estuvo comiendo con ¨¦l hace un par de semanas dice que b¨¢sicamente consumi¨® agua: "?ramos un grupo grande y solo en los brindis se ech¨® en un vaso de casera tres gotitas de vino". La comida fue en Madrid. Lleg¨® en coche con su pareja, almorzaron con los amigos y se marcharon, tambi¨¦n en su veh¨ªculo, a su vivienda del norte. Ya no le gusta dormir fuera de casa¡
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