Libros de pol¨ªticos: memorias contra la historia
Los pol¨ªticos escriben libros sobre su pasado reciente para reivindicarse, justificarse, ajustar cuentas y borrar mediante el olvido lo malo de su gesti¨®n
Un expresidente (Mariano Rajoy); un presidente todav¨ªa en funciones (Pedro S¨¢nchez), dos exministros (Jos¨¦ Bono y Jorge Fern¨¢ndez D¨ªaz), y un exministrable (Josep Antonio Dur¨¢n i Lleida) han publicado en los ¨²ltimos meses obras incompletas con sus recuerdos recientes, un material resbaladizo para el trabajo de historiadores.
Aunque escriben sobre los mismos hechos, las versiones que manejan no coinciden y, a veces, ni siquiera se complementan. Si las opiniones son libres y los hechos son sagrados, en casi todos los escritos abunda la libertad y se esconde alguna blasfemia.
El catedr¨¢tico Enrique Moradiellos, premio Nacional de Historia, cuenta que Tuc¨ªdides, militar ateniense e historiador, no se fiaba de su propia memoria. Por eso, para escribir Historia de la guerra del Peloponeso, contrast¨® sus recuerdos con los de otros que, como ¨¦l, participaron en aquella contienda. ¡°Y reconoce¡±, explica Moradiellos, ¡°que aquella labor era fatigosa porque los testigos daban cuenta distinta de los hechos¡±. Tuc¨ªdides lo escribi¨® as¨ª: ¡°Los mismos que est¨¢n presentes en los hechos, hablan de diversa manera, cada cual seg¨²n su particular afici¨®n o seg¨²n se acuerda (¡) Mas aquellos que quisieran saber la verdad de las cosas pasadas (¡) hallar¨¢n ¨²til y provechosa mi historia, porque mi intenci¨®n no es componer farsa o comedia que d¨¦ placer por un a?o, sino una historia provechosa que dure para siempre¡±.
El ideal de Tuc¨ªdides se alimenta de las memorias de los pol¨ªticos, pero no solo ni de manera principal. ¡°Quien dice Historia no dice solo memoria, sino testimonios, biograf¨ªas¡ pero todo cotejado con documentaci¨®n exterior¡±, sostiene Moradiellos. ¡°La memoria puede ser endeble, y estar sesgada por el inter¨¦s¡±.
Rajoy admite el sesgo: ¡°Si yo no aportaba mi versi¨®n de lo que sucedi¨®, otros podr¨ªan hacerlo y conociendo a algunos, lo har¨ªan de manera diferente y menos cari?osa con mi humilde persona¡±. Nunca llev¨® un diario y por eso tuvo que hacer ¡°un esfuerzo memor¨ªstico¡±. Habl¨® con muchas personas, recuper¨® documentos, busc¨® fotograf¨ªas, consult¨® agendas... y olvid¨® lo que menos le interesaba. Con esos mimbres fabric¨® una realidad cari?osa y puso t¨ªtulo a su obra: Una Espa?a mejor (editorial Plaza Jan¨¦s). Gobern¨® en un periodo dif¨ªcil cargado de sobresaltos: combati¨® la amenaza del rescate a un pa¨ªs en quiebra; gestion¨® de urgencia la abdicaci¨®n del Rey; vivi¨® como presidente la disoluci¨®n de ETA; intervino Catalu?a aplicando por primera vez el art¨ªculo 155¡ y sufri¨® la condena a su partido por corrupci¨®n que desencaden¨® la moci¨®n de censura que le sac¨® del Gobierno y de la pol¨ªtica activa. Y con todos esos inconvenientes, dej¨® una Espa?a mejor de la que recibi¨®, seg¨²n concluye.
Aznar sac¨® una conclusi¨®n parecida en el libro donde hizo balance de sus ocho a?os de mandato (Memorias I, Planeta) publicado poco despu¨¦s de abandonar el cargo. El expresidente grab¨® durante los meses previos a dejar su puesto ¡°una buena cantidad de cintas magnetof¨®nicas¡± con sus recuerdos. ¡°Decir la verdad no es un ejercicio f¨¢cil. Yo me he esforzado por decirla siempre¡±, escribi¨® Aznar. ¡°Mi Gobierno ha demostrado que dijo la verdad [sobre el 11-M], la verdad sobre los datos que iban apareciendo, la verdad sobre las l¨ªneas de investigaci¨®n, la verdad sobre las hip¨®tesis que se iban manejando a medida que avanzaba nuestro conocimiento de los hechos¡±. A las 13 horas y 06 minutos del 11 de marzo de 2004, Aznar llam¨® al director de EL PA?S, Jes¨²s Ceberio. Hablaron durante un minuto y 51 segundos. El presidente sostuvo entonces que el atentado en los trenes era obra de ETA, y explic¨® que aquella afirmaci¨®n no era una deducci¨®n, ni siquiera la hip¨®tesis principal sobre lo ocurrido, sino un hecho. Los mandos policiales que investigaron el atentado contaron semanas despu¨¦s en el Congreso de los Diputados que, desde el primer momento, la l¨ªnea principal de investigaci¨®n apunt¨® al terrorismo islamista y no a ETA. La historia no es solo la memoria de un presidente, tambi¨¦n hay que sumar otros testimonios y documentos exteriores¡
Josep Antoni Dur¨¢n i Lleida fue jefe del grupo de Converg¨¨ncia i Uni¨® en el Congreso (2004-2016). En su libro de memorias, titulado El riesgo de la verdad (editorial Planeta), explica c¨®mo Artur Mas le enga?¨® para justificar el adelanto electoral de 2012 tras reunirse con Rajoy, quien le neg¨® privilegios fiscales para Catalu?a. Aquel episodio supuso el comienzo de la aventura independentista que ha llegado a nuestros d¨ªas como el mayor problema pol¨ªtico en 40 a?os de democracia.
Jos¨¦ Bono, expresidente de Castilla-La Mancha, exministro de Defensa y expresidente del Congreso, protegi¨® a sus recuerdos de los ara?azos del olvido mediante un sistema infalible. Entre 1992 y 2011, dedic¨® una hora de media cada d¨ªa a registrar en cuadernos o grabadoras aquello que vivi¨® y escuch¨®. Con ese material, public¨® tres tomos de memorias. El ¨²ltimo incluye ¡°sorprendentes informaciones¡± sobre la persona que rein¨® en Espa?a entre 1975 y 2014, seg¨²n el autor. En un pa¨ªs donde las conversaciones del Monarca con los pol¨ªticos se han mantenido en la c¨¢mara oscura de los secretos de Estado, Bono rompe candados y abre puertas en su libro Se levanta la sesi¨®n. ?Qui¨¦n manda de verdad? (editorial Planeta).
Habla don Juan Carlos desde los diarios de Bono.
- Sobre la pol¨ªtica ling¨¹¨ªstica de algunas autonom¨ªas. ¡°El otro d¨ªa fui a tirar al plato a casa de un amigo en Mallorca y le pregunt¨¦ a su hijo cu¨¢ntas horas de castellano tiene en la escuela y me qued¨¦ de piedra cuando me dijo que no eran m¨¢s de tres a la semana¡±.
- Sobre la reforma de la Constituci¨®n para eliminar la prevalencia del hombre en la sucesi¨®n de la Corona: ¡°La modificaci¨®n constitucional me da miedo porque el refer¨¦ndum podr¨ªa ser aprovechado por algunos para cuestionar la Monarqu¨ªa. Mejor que cambiar ahora la Constituci¨®n es que el pr¨ªncipe no tenga m¨¢s hijos; ya sabes, marcha atr¨¢s¡±. Esta conversaci¨®n que transcribe Bono se produjo cuando ya hab¨ªan nacido la princesa Leonor y la infanta Sof¨ªa.
?Otros hablan de don Juan Carlos en los diarios de Bono.
- Sobre el golpe de Estado del 23-F. Lo que cont¨® Sabino Fern¨¢ndez Campo a Bono: ¡°El Rey se reuni¨® con Milans del Bosch y le dijo que la situaci¨®n era insoportable, que hab¨ªa que tomar alguna decisi¨®n (¡) El Rey llor¨® el 23-F cuando escuch¨® el tiroteo en el Congreso y me dijo que no esperaba tiros. No esperaba disparos, pero ?esperaba algo? Yo creo que esperaba algo acorde con la Ley, porque Alfonso Armada le hab¨ªa llevado un escrito de un famoso catedr¨¢tico de Derecho Constitucional que propon¨ªa que el Rey se presentara en el Congreso y, despu¨¦s de un discurso en el que destacase la mala situaci¨®n de Espa?a, propusiera un Gobierno presidido por un independiente, previsiblemente Armada. Le advert¨ª que se trataba de una proposici¨®n contraria a la Constituci¨®n, ?menos mal que estaba yo all¨ª!¡±.
¡°?Me dijo Sabino la verdad?¡±, se pregunta Bono en su libro. ¡°No puedo demostrarlo. De lo que estoy seguro es de que cuanto relato responde fielmente a sus declaraciones¡±.
Jorge Fern¨¢ndez D¨ªaz dirigi¨® el Ministerio del Interior en una etapa oscura: su c¨²pula policial fabric¨® pruebas falsas y filtr¨® informes an¨®nimos contra dirigentes de Podemos y de partidos independentistas catalanes. Durante el mandato de Fern¨¢ndez D¨ªaz se pagaron fondos reservados para destruir pruebas contra el PP.
Fern¨¢ndez D¨ªaz se reuni¨® dos veces en su despacho con el jefe antifraude de Catalu?a, Daniel de Alfonso. El diario P¨²blico difundi¨® la grabaci¨®n de esa cita, que probaba las maniobras del ministro contra el independentismo catal¨¢n. Cuando compareci¨® en el Congreso, neg¨® que supiera qui¨¦n le grab¨® en 2014 y qui¨¦n lo filtr¨® en 2016. Pero en el libro que ha escrito ahora ¡ªCada d¨ªa tiene su af¨¢n, editorial Pen¨ªnsula¡ª aclara que tras ¡°repasar¡± su memoria, ¡°los papeles y los hechos¡±, recuerda que sus colaboradores le dijeron que grabar¨ªan el encuentro. Una rectificaci¨®n en diferido, una confesi¨®n culpable.
Felipe Gonz¨¢lez gobern¨® durante 14 a?os pero a¨²n no ha escrito sus memorias. Aunque ha puesto a disposici¨®n de todos el archivo con su correspondencia, sus fotograf¨ªas y sus cuadernos de notas. En ellos, Gonz¨¢lez escribi¨®: ¡°La pol¨ªtica puede verse desde ¨¢ngulos distintos y todos reflejan una parte de la verdad¡±.
Las memorias de los pol¨ªticos son otra historia.
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