Najwa Nimri: 45 minutos de mucho bisbiseo y poca enjundia
La actriz reaparece como artista electr¨®nica, tras seis a?os de silencio, con un espect¨¢culo parco, insulso y fugac¨ªsimo
Najwa Nimri encarna como pocas el triunfo de los estrafalarios, ahora tambi¨¦n llamados friquis. Ha erigido un personaje que se comporta de manera lib¨¦rrima, o quiz¨¢ err¨¢tica, y logra despertar la curiosidad y la simpat¨ªa que siempre sugieren los descarriados, aquellos hombres y mujeres ajenos a las pautas. Cosa distinta es que la heterodoxia de Najwa se cimente en alg¨²n tipo de discurso propio o diferenciado. Por lo visto este jueves durante su fugac¨ªsimo paso por la madrile?a sala Ochoymedio, solo podemos certificar que la actriz de la que disfrutamos en Vis a vis o La casa de papel es, en su faceta como cantante, una mujer que susurra mucho, balbucea a ratos y, como normal general, no dice gran cosa. O, quiz¨¢s m¨¢s grave, no guarda grandes argumentos en el zurr¨®n.
Llegaba la pamplonica a la madrile?a plaza de Barcel¨® con el se?uelo de un disco, Viene de largo, reci¨¦n nacido tras seis a?os de par¨¦ntesis, as¨ª que las mil y pico entradas volaron en pocos d¨ªas y los ac¨®litos se aprestaron a un reencuentro trascendental. Pero fue la propia oficiante quien se encarg¨® de rebajar, ya de entrada, las expectativas. ¡°Este bolo todav¨ªa no lo ten¨ªamos ensayado, pero lo estamos dando por todos vosotros¡±, anunci¨® con mezcla de sinceridad y desparpajo, una intersecci¨®n muy parecida a la desfachatez. Todo lo que aconteci¨® fue un repaso a los diez cortes del nuevo disco, sin omisi¨®n ni a?adiduras. Y fin de la historia. Los t¨ªmidos tarareos de Bella ciao, proferidos sin convicci¨®n por una parte de la sala, no sirvieron para ablandar el coraz¨®n a una artista que fij¨® en apenas 45 minutos el l¨ªmite de su te¨®ricamente anhelado concierto de reaparici¨®n.
Hubo antes ¨Ceso s¨ª¨C una introducci¨®n durante la que la pantalla gigante al fondo del escenario, con una animaci¨®n de arcos conc¨¦ntricos, ofrec¨ªa tantos motivos de inter¨¦s como un salvapantallas de Windows 95. Tan sugerente deb¨ªa ser este est¨ªmulo visual, seg¨²n los creadores del espect¨¢culo, como para someternos a ¨¦l por espacio de 10 minutos. Superado el tormento y el estupor, irrumpi¨® Najwa con Todos respirando, una descarga de puro urban en la que inspiraci¨®n (hablamos en t¨¦rminos m¨¦dicos) y espiraci¨®n se sustituyen por los conceptos ¡°Todo¡± y ¡°Nada¡±. Y que establece las pautas generales del espect¨¢culo: a Nimri solo la acompa?an el hombre de la mesa de mezclas y las proyecciones dichosas, y sus nuevos textos alternan la cr¨ªtica a un mundo deshumanizado e incruento con llamadas a la rebeld¨ªa o la autoafirmaci¨®n y acotaciones bastante m¨¢s absurdas (¡°Me estoy comiendo una ensaimada¡±). Eso, en el caso improbable de que entendamos a la oficiante, absorta en un h¨ªbrido entre el murmullo y el bisbiseo.
Los movimientos espasm¨®dicos y con la cabeza encapuchada durante esa primera canci¨®n dan paso a M¨¢s arriba, sucesi¨®n de c¨¦lebres logos comerciales como representaci¨®n de la tiran¨ªa mareante en esta sociedad de consumo; y Buenas palabras, reflexi¨®n a ritmo de trap sobre la popularidad: ¡°Los aplausos, los gritos, los abracadabras¡±. La pantalla sigue escupiendo geometr¨ªas en expansi¨®n endiablada, pero, ante la ausencia de cualquier otro elemento esc¨¦nico, los dibujos tridimensionales de cerebros giratorios se convierten en el principal foco de atenci¨®n. En el tramo final de Tasqtsales ¨Cun t¨ªtulo que parece establecer una cierta afinidad terminol¨®gica y burlona con Bebe¨C aparecen cuatro bailarines urbanos de blanco, en contraste con el entorno tenebroso. Para Viene de largo desarrollar¨¢n poco despu¨¦s el mejor despliegue coreogr¨¢fico de la noche.
Al final, por mucha que fuera la expectaci¨®n, el men¨² queda reducido a un escenario semivac¨ªo, una recitadora a la que apenas entendemos y un despliegue de electr¨®nica que ni siquiera llega a ser estimulante, a juzgar por la atenci¨®n progresivamente dispersa entre la audiencia. No tengo miedo a llorar incluye un apreciable amago salsero y, en consecuencia (?oh!), alguna frase tenuemente tarareable. Y Madrid vac¨ªo es la m¨¢s sugerente por las im¨¢genes aceleradas de la ciudad en blanco y negro y su envoltorio de cierta desolaci¨®n. Pero poco m¨¢s hay que contar, sobre todo porque apenas hay chicha en el plato.
La brevedad en el estreno absoluto de Viene de largo termina siendo, ante todo, un alivio. Puede que tambi¨¦n una actitud. A sabiendas de que la capacidad de concentraci¨®n del ser humano es limitada, pero m¨¢s a¨²n la paciencia, es mejor concentrar los mensajes. Aunque, bien pensado, a lo mejor es que los conceptos de estas diez canciones son m¨¢s vagos y ef¨ªmeros que enjundiosos.
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