¡°En la m¨²sica, lo que desgarra el alma funciona¡±
Autor de m¨¢s de 800 canciones, el m¨²sico mexicano es uno de los m¨¢s destacados exponentes de las rancheras
A Mart¨ªn Urieta se le descompone el rostro cuando escucha la palabra reguet¨®n. O rap. O electr¨®nica. Mueve la cabeza para demostrar inequ¨ªvocamente que eso que hace mover las caderas de los j¨®venes alrededor del planeta no es lo que ¨¦l esperaba en la evoluci¨®n de la m¨²sica. Es una pesadilla que jam¨¢s se imagin¨®. Acepta, sin embargo, que no hay c¨¢nones de belleza en esta industria: lo que a ¨¦l le gusta no necesariamente debe agradar a otra persona. Pero admite sin pudor su disgusto. ¡°Escribir Mujeres divinas me llev¨® mucho tiempo, seis meses, y llega un tipo con una canci¨®n que dice ¡®la vaca, la vaca, la misma vaca¡¯ o ¡®mesa que m¨¢s aplauda¡¡¯ ?y vende millones de discos!¡± En d¨ªas que el universo se derrite por Bad Bunny, este m¨²sico de 76 a?os, uno de los destacados letristas de la m¨²sica tradicional mexicana, lamenta que en las emisoras ya no se pinchen rancheras, que el mundo haya dado la espalda a la m¨²sica de lamento hondo, en las que el sufrimiento por amor marca el paso.
Urieta naci¨® en 1943 en Huetamo, un pueblo perdido en la espectacular geograf¨ªa del Estado de Michoac¨¢n, localizado en el oeste de M¨¦xico. De familia humilde, el chico Mart¨ªn tuvo que dejar pronto su pueblo para poder estudiar. Se traslad¨® a un internado en Morelia, la hermosa capital michoacana, para cursar el magisterio. La nostalgia lo empuj¨®, a los 15 a?os, a hallar un don del que no se sab¨ªa heredero: metido entre las paredes del internado compuso su primera canci¨®n, Vuelve a Huetamo, que sigue siendo un himno en su tierra: la cantan en festejos locales, en las escuelas, en los coros de las iglesias durante fiestas patronales. Y, claro, entre copa y copa en las cantinas.
¡ª?De d¨®nde le vino el talento? ¡ª
¡°En el internado tocaba la trompeta, pero de una forma emp¨ªrica. Es ancestral. Tuve dos t¨ªos violinistas del pueblo. Creo que de ah¨ª viene la herencia. A m¨ª me heredaron la forma de escribir la poes¨ªa, que viene de ellos y de mi mam¨¢, que hac¨ªa sus versitos¡±, comenta a EL PA?S una c¨¢lida tarde primaveral de finales de febrero, en el espl¨¦ndido jard¨ªn de la Sociedad de Compositores de M¨¦xico, localizada en Coyoac¨¢n, uno de los hermosos tesoros de la capital mexicana.
La poes¨ªa, explica, es para ¨¦l fundamental para la creaci¨®n art¨ªstica. Sus seguidores lo consideran un poeta, por la l¨ªrica de sus composiciones, aunque a Urieta no le gusta la comparaci¨®n. ¡°La ¨²nica definici¨®n que conozco de poeta es una de V¨ªctor Hugo, el poeta franc¨¦s, que dec¨ªa que para ser poeta se necesitan tres cosas: sentir hondo, pensar alto y hablar claro. Y para reunir esas cosas est¨¢ muy dif¨ªcil¡±, explica. H¨¦ctor, el fot¨®grafo de EL PA?S, lo contradice y le recita un verso de su autor¨ªa: De noche mi tim¨®n navega sin amarras, y Urieta hace una pausa para meditar su respuesta. ¡°La poes¨ªa para m¨ª es esencial. Aunque algunos sostienen que la rima es la c¨¢rcel de las ideas, pienso que es un aderezo hermos¨ªsimo, desde los cantares de gestas, que han sido con rima. Para los latinos ha sido una fascinaci¨®n la canci¨®n rimada. Mi ¨ªdolo es el poeta Antonio Plaza. Muchas canciones que yo he escrito las he basado en sus ideas. Es un poeta que sufri¨® much¨ªsimo. Fue a la guerra contra los franceses y un ca?¨®n le rompi¨® la pierna. Era un poeta un poco amargado, pero con su esencia y rima¡±.
Urieta es autor de m¨¢s de 800 canciones. Aunque ¨¦l mismo canta sus composiciones, muchas de ellas han sido popularizadas por Vicente Fern¨¢ndez, el rey mexicano de la m¨²sica ranchera. De la pluma del compositor han salido ¨¦xitos como Mujeres divinas, Bohemio de afici¨®n, ?Qu¨¦ de raro tiene?, Ac¨¢ entre nos, todas cantadas a lo largo y ancho de la Am¨¦rica Latina. Forman parte de una ¨¦poca de bohemia, de cantinas donde se canta o llora el amor. ¡°Mis canciones dan sed. Y para cantarlas se tienen que echar unas copitas¡±, bromea.
¡ª?Por qu¨¦ su m¨²sica canta al desamor? ¡ª
¡°Yo he sostenido que para que trascienda mucho una canci¨®n la vivencia debe ser triste. Juan Gabriel dec¨ªa que cuando todo va bien, no hay canciones. S¨ª hay canciones de alegr¨ªa que pegan mucho, pero casi no rancheras. Lo que desgarra el alma funciona. Ac¨¢ entre nos la hice con pedacitos de mi coraz¨®n. Mis canciones son anecd¨®ticas. Cada canci¨®n m¨ªa es un cuerno que me ha salido¡±.
Una de las canciones m¨¢s famosas de Urieta es Mujeres divinas, de la que Vicente Fern¨¢ndez qued¨® prendado. El charro la cantaba en cuanto concierto hac¨ªa por la geograf¨ªa latinoamericana, sin saber qui¨¦n era su autor, lo que irritaba a Urieta. ¡°No quer¨ªa saber nada de Vicente¡±, admite. ¡°Una vez ¨¦l se present¨® en Bogot¨¢ en un estadio como de 40.000 almas y cant¨® Mujeres divinas y todo el estadio estaba de pie coreando. Y Vicente le dijo a su asistente: ¡®oye, no s¨¦ de qui¨¦n es esta canci¨®n¡¯. Yo cantaba en un antro en la Avenida Cuauht¨¦moc de Ciudad de M¨¦xico y llegaron unos motociclistas por m¨ª, porque Vicente se presentaba en el Auditorio Nacional y me invitaba. Yo dije que no, porque estaba molesto. Pero me convencieron y all¨ª le reclam¨¦. ¡®Por todo lo que he dicho, respondi¨®, la pr¨®xima vez que te grabe voy a gritar tu nombre¡¯. Y hay una canci¨®n que se llama Ac¨¢ entre nos y ¨¦l grita ¡°?Ay, Mart¨ªn!¡± y desde ah¨ª nos hicimos cuat¨ªsimos¡±.
Una amistad que dura hasta ahora, cuando Vicente Fern¨¢ndez est¨¢ retirado de los escenarios y Urieta lamenta que la cultura ranchera desfallece en M¨¦xico. ¡°Las radio difusoras tocan puro rap, reguet¨®n, otros g¨¦neros. Pero tambi¨¦n tienen raz¨®n, porque los j¨®venes es lo que piden. No existen ni dos ni tres radio difusoras de m¨²sica ranchera. Se necesita hacer una campa?a desde el prenatal para que vuelva a surgir el sentimiento de amor por la m¨²sica mexicana¡±.
¡ª?Hay exponentes j¨®venes que mantengan vivo el g¨¦nero? ¡ª
¡°Hay buenas voces, pero siempre he dicho que en esto no es importante cantar bonito, sino cantar diferente. Si no tienes un estilo, cantas perfecto, pero hay un mill¨®n que cantan as¨ª de hermoso. Yo fui el que m¨¢s vendi¨® discos con una voz aguardentosa, pero diferente. Ah¨ª est¨¢ el truco¡±.
¡ª?C¨®mo ve ahora la industria? ¡ª
¡°Yo ni siquiera so?¨¦ que iban a pegar esas canciones de chunta, chunta, chunta. Me digo ?c¨®mo fue posible! Pero la m¨²sica va evolucionando. Y es muy aventurado ponerle un l¨ªmite al talento del compositor. Unos dicen que la m¨²sica de antes estuvo mejor, pero lo que pasa es que los conceptos van evolucionando. Y lo que era rom¨¢ntico, que nos hac¨ªa vibrar a los viejos, ya no hace vibrar a los j¨®venes. Ahora a los muchachos los hace vibrar esa m¨²sica electr¨®nica, muy rutinaria, el pum, pum, pum¡±.
Babelia
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