Bad Bunny hace lo que le da la gana
En su nuevo disco, el m¨²sico vuelve a demostrar su versatilidad y confirma al sonido latino como la nueva hegemon¨ªa de la m¨²sica popular
Para cualquier boomer, la imagen de un ni?o montando en bici por la noche no puede significar nada m¨¢s que E.T. Aquella secuencia del protagonista escapando de la polic¨ªa con su amigo extraterrestre, el cl¨ªmax de la par¨¢bola sci-fi sobre la reconciliaci¨®n de la Am¨¦rica media y blanca con el otro ¨Cel comunista, el latino, el negro¨C durante los ¨²ltimos coletazos de la Guerra Fr¨ªa. La portada del nuevo disco de Bad Bunny es un ni?o pedaleando en la noche dejando atr¨¢s una tormenta de rayos y fuego. El ni?o que escapa de su destino es moreno, viste como el artista portorrique?o, tiene su corte de pelo y hasta su tercer ojo de cham¨¢n t¨¢ntrico. Pero aqu¨ª quiz¨¢s el otro, el extraterrestre, sea ahora el boomer, la ¨²ltima generaci¨®n que abraz¨® sin fisuras los dogmas del rock y la que con m¨¢s perplejidad y hasta irritaci¨®n est¨¢ recibiendo a la nueva hegemon¨ªa en la m¨²sica popular.
El disco, su segundo largo, es otro sopapo en la cara de las viejas reglas de la est¨¦tica y la industria. Se titula YHLQMDLG: yo hago lo que me la gana. Se ha publicado un s¨¢bado, un d¨ªa despu¨¦s del establecido para los estrenos. Y por segunda vez, vuelve a hacerlo sin el respaldo de una multinacional. Todo esto, Benito Antonio Mart¨ªnez Ocasio, el nombre real del conejo, lo present¨® el jueves en el programa de Jimmy Fallon. Con las u?as pintadas, pendientes colgando hasta los hombros, falda y una camiseta que denunciaba el asesinato de una mujer transg¨¦nero en su pa¨ªs. Podr¨ªa decirse incluso que Benito est¨¢ hasta un poquito gordo para el canon mainstream de belleza.
De Bad Bunny podr¨ªa decirse tambi¨¦n aquello que dijeron en su d¨ªa de Lola Flores: ¡°No sabe cantar, no sabe bailar, no se la pierdan¡±. No demuestra nada excepcional pero sabe hacer muchas cosas bien. Pese a su monotono nasal y grave, empachado de autotune, es capaz de sonar vers¨¢til y mel¨®dico. Es pegajoso, insolente y divertido. Es el nuevo pop. Es un sonido de ¨¦poca: en espa?ol, negro y latino. Una batidora donde caben desde el trap na¨ªf a lo Lil Yachty -en Pero ya no-, un repaso a toda la gama caribe?a -el reggaet¨®n, la bachata, el dembow, incluso al reggae en A tu merced- hasta sampleos de cl¨¢sicos de samba -Si veo a tu mama- o el trap triste argentino -Hablamos ma?ana-, acompa?ado de Duki, el nuevo jefe del cono sur.
Otros gigantes del g¨¦nero -Daddy Yankee, Anual AA, Arcangel- se pasean por el ¨¢lbum con la promiscuidad colaborativa habitual. Pero con los a?os -ojo, tiene 25 y hasta hace cuatro era empaquetador en un supermercado- Bad Bunny ha ido rebajando el tono a los c¨®digos de la vieja escuela. A¨²n sigue chorreando angustia y hedonismo consumista, marihuana, alcohol y sexo sin salirse demasiado de los patrones del amor rom¨¢ntico ¨Ceternidad, lamentos, desesperaci¨®n, reproches- desde una posici¨®n masculina. Aunque cada vez hay m¨¢s excepciones. En Ella perrea sola dice: ¡°Qu¨¦ ning¨²n baboso se la pegue / qu¨¦ la disco se prende cuando ella llegue¡±. Y en A tu merced: ¡°Yo s¨¦ que no eres fan del romanticismo / y que est¨¢s cansada de que estos cabrones te digan lo mismo¡±.
De Bad Bunny podr¨ªa decirse tambi¨¦n aquello que dijeron en su d¨ªa de Lola Flores: ¡°No sabe cantar, no sabe bailar, no se la pierdan¡±
Su demolici¨®n controlada del discurso machista ya se entreve¨ªa en su primer ¨¢lbum (X100PRE, 2018), donde rompi¨® definitivamente con DJ Luian, el productor que le ayudo a salir de la cueva de Sounddcloud. Por ahora, sus aliados a los mandos de las m¨¢quinas siguen siendo veteranos boricuas como Marcos Tainy?Masis, Freddy Montalvo Jr. o Jos¨¦ Cruz. El sonido del disco es seco, afilado y en los pasajes m¨¢s influidos por el dembow roza casi lo industrial, cercano a la m¨²sica electr¨®nica de vanguardia.
Todo el disco est¨¢ atravesado por un subjetivismo expl¨ªcito. Apenas hay cambios en el punto de vista en primera persona. Otro signo de g¨¦nero y de ¨¦poca. El viaje desde la actitud lumpen-punk hacia la codificaci¨®n del yo como mercanc¨ªa, pasando por la caricatura. Porque?¡°Yo estaba preso, pero sonaba en la radio / Nacimos pobre' pa' morirno' millonario' / est¨¢ cabr¨®n ser yo / La Lamborghini en la cochera / M¨¢s de cien mil en la cadena¡±.
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