La casa de los Pel¨¢ez. Cap¨ªtulo 2: Amor de hermanos
El autor contin¨²a con su novela por entregas en la que cuenta con humor la historia dom¨¦stica de un confinamiento por el coronavirus
Decidme, ?hay algo m¨¢s hermoso que la amistad entre hermanos? Pues aprovechemos entonces la ocasi¨®n que se nos ofrece y entremos en el cuarto de Iv¨¢n: ¨ªnfimo, s¨ª, pero decorado con gusto y sentido pr¨¢ctico. De qu¨¦ manera se han podido introducir en aquel habit¨¢culo una cama-nido, una mesa de trabajo, una silla de oficina y un televisor gigante que hace las veces de monitor y de pantalla de la Play no lo s¨¦. La disposici¨®n del mobiliario y los materiales en los que est¨¢ fabricado han creado una atm¨®sfera c¨¢lida y hospitalaria. En la pared, dos l¨¢minas: una con el logo de Heretics, un equipo de eSports, y otra con el rostro de Bad Bunny. Los ni?os de ayer convertidos hoy en dos atractivos j¨®venes est¨¢n tumbados cada uno en su cama. Comparten confidencias al d¨ªa siguiente de la negociaci¨®n familiar, el jueves 12 de marzo, veinticuatro horas antes de que toda Espa?a reciba la noticia de que durante los pr¨®ximos quince d¨ªas nadie podr¨¢ salir de casa.
¡ªJoder, Miriam: si vas a fumarte un canuto, abre la ventana. No me apestes la habitaci¨®n.
¡ª¡
¡ªMiriam. ?Miriam! ??Miriam!!
¡ªPerdona, ten¨ªa los cascos puestos.
¡ª?Que fumes en la ventana, co?o!
¡ªOk, ok, ok. ?Quieres un poco?
¡ªPaso. Odio el humo y los porros me dan asco. Y que no se entere el abuelo de que has tra¨ªdo mar¨ªa. ?ltimamente est¨¢ disparado. Ahora su ¨ªdolo es Pablo Iglesias.
¡ªJoder. Con lo franquista que ha sido el cabr¨®n toda su vida¡
¡ªPues tendr¨ªas que haberlo visto en los debates de las elecciones. Lo llamaba Comandante.
¡ª?Y t¨²? ?Qu¨¦ pasa, que te has hecho de Vox?
¡ª?Por qu¨¦ dices eso?
¡ªNo s¨¦, esas fotos que tienes escondidas de Ortega Smith¡
¡ª?Has estado mirando mis papeles, Miriam?
¡ª?Su¨¦ltame, Iv¨¢n!
¡ªEres una puta cotilla.
¡ªNo soy ninguna cotilla. Las fotos de Ortega Smith estaban en el suelo, listo. Las he escondido para que no te las pille pap¨¢ y te machaque con sus bromitas de machirulo. ?Su¨¦ltame! Est¨¢ claro que la violencia forma parte estructural de lo masculino, independientemente del g¨¦nero.
¡ª?D¨®nde las has puesto?
¡ªTe las he metido en el caj¨®n de los calzoncillos. ?Te has hecho de Vox?
¡ª?Qu¨¦ me voy a hacer de Vox? Lo que pasa Ortega Smith me pone muuuuy cerdo. Sus ideas las odio, pero el t¨ªo est¨¢ tremendo. Por eso he hecho ese collage.
¡ªYa lo he visto. Un poco raro. ?T¨² no eres gay?
¡ªS¨ª, pero a veces me gustan las t¨ªas. Ese montaje de la cara de Ortega Smith en el cuerpo de una t¨ªa en bolas me pone mucho.
¡ªSeguro que sigues siendo virgen.
¡ª?Virgen? Seg¨²n como lo mires. ?Y t¨²? ?Queda alguien en la universidad a quien no te hayas follado?
¡ªNo me hables de follar, que tengo una movida que te cagas.
¡ª?Ah, s¨ª? Cu¨¦ntame.
Y Miriam empieza a contar. Es una l¨¢stima que no podamos quedarnos m¨¢s tiempo contemplando este enternecedor espect¨¢culo de dos hermanos reconstruyendo con mimo una relaci¨®n que hab¨ªa quedado interrumpida por el curso natural de la vida. Quiz¨¢s m¨¢s adelante, cuando el estado de alarma sea ya un hecho y los Pel¨¢ez conozcan todos los detalles del confinamiento que los espera, podamos nosotros hacer un resumen, siquiera sea abreviado, de la movida ¡ªpor utilizar su simp¨¢tico lenguaje juvenil¡ª en la que la bella Miriam se ha visto envuelta.
Ma?ana, cap¨ªtulo 3: Viernes 13
Antonio Orejudo es escritor. Autor de Ventajas de viajar en tren, recientemente adaptada al cine, sus ¨²ltimos libros son Los cinco y yo (Tusquets, 2017) y Grandes ¨¦xitos (Tusquets, 2018).
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