Llega por videollamada el teatro de resistencia

Desde los primeros d¨ªas del confinamiento por el coronavirus empezaron a publicarse en Internet decenas de grabaciones de espect¨¢culos para mantener vivo el teatro durante la cuarentena. Pero a medida que el encierro se alarga van surgiendo f¨®rmulas m¨¢s creativas que la mera exhibici¨®n de obras pasadas. Formatos experimentales que se acercan m¨¢s a lo que en esencia es una experiencia teatral: algo que ocurre en directo y en comunidad. Quiz¨¢ lo m¨¢s parecido a eso es el programa que ha puesto en marcha el Teatro de la Abad¨ªa bajo el t¨ªtulo Teatro confinado: los artistas interpretan obras desde sus casas para 20 espectadores conectados todos entre s¨ª por videollamada a trav¨¦s de la plataforma Zoom.

La idea es replicar la experiencia teatral de principio a fin. Desde la compra de una entrada (con un precio simb¨®lico de cinco euros que se donan a proyectos de investigaci¨®n m¨¦dica sobre el coronavirus) hasta la bienvenida de un acomodador o el sonido de la campanilla que habitualmente avisa del comienzo de la funci¨®n en la Abad¨ªa. ¡°Sabemos que no es lo mismo, pero es una forma de preservar el teatro como lugar de encuentro. Y de recordarnos que seguimos vivos e inquietos¡±, explica Carlos Aladro, director del centro. ¡°Llam¨¦moslo teatro de resistencia. En todas las crisis este arte ha sabido encontrar una rendija para sobrevivir. Durante la ¨²ltima recesi¨®n econ¨®mica surgieron modelos de batalla como el microteatro en casas y con muy pocos recursos. En esta nueva situaci¨®n estamos aprovechando las nuevas tecnolog¨ªas y las redes sociales. Quiz¨¢ porque incluso en las peores circunstancias necesitamos reunirnos de alguna manera y contarnos historias¡±, a?ade.

El ciclo se inaugur¨® el viernes pasado con dos obras: Actress 2020, una pieza experimental del colectivo Sleepwalk que mezcla sonido en directo con v¨ªdeos pregrabados, y el mon¨®logo Sea Wall, del dramaturgo brit¨¢nico Simon Stephens, interpretado por Nacho Aldeguer. La programaci¨®n contin¨²a ma?ana con tres nuevas funciones de Sea Wall y otra propuesta en la que el actor Israel Elejalde reproducir¨¢ un discurso que David Foster Wallace pronunci¨® en 2005 para los alumnos que se graduaban ese a?o en la Universidad de Kenyon y que titul¨® Esto es agua.

No son piezas elegidas al azar, sino que tienen sentido en este formato y este contexto. Sea Wall, por ejemplo, es el mon¨®logo de un hombre que se ha encerrado en su casa despu¨¦s de sufrir una tragedia, que Aldeguer lleva representando un a?o en escenarios no convencionales para solo 10 espectadores. ¡°Desde el principio tuvimos claro que el texto necesitaba mucha intimidad. Por eso lo he hecho siempre ante muy poco p¨²blico. Pensamos incluso en hacerlo por videollamada para acentuar el aislamiento del protagonista, pero no llegamos a desarrollar la idea hasta ahora, cuando nos han empujado las circunstancias¡±, explica el actor. La buena respuesta del p¨²blico que asisti¨® a la ¡°funci¨®n virtual¡± de la semana pasada confirma que la idea no es descabellada. ¡°Quiz¨¢ esto se pueda mantener puntualmente en el futuro. Hay mucha gente que no puede desplazarse al teatro por enfermedad o a la que le gustar¨ªa ver espect¨¢culos que se representan fuera de sus ciudades¡±, sugiere Aldeguer.

No obstante, la traslaci¨®n de un formato a otro no fue f¨¢cil. A pesar de haberlo interpretado decenas de veces en el ¨²ltimo a?o, Aldeguer se qued¨® en blanco en el primer ensayo que hizo con p¨²blico a trav¨¦s de videollamada. ¡°Acostumbrado a sentir la presencia de los espectadores, de pronto sent¨ª una soledad absoluta. Quiz¨¢ porque no estamos habituados a exponernos tan sinceramente en el mundo virtual, o al menos emociones tan complejas como las que siente el protagonista de esta obra¡±, comenta el actor.

Tal vez por eso, Elejalde ha preferido elegir un texto discursivo. ¡°Creo que se sostiene mejor en este formato que una ficci¨®n dram¨¢tica. En todo caso, es extra?o. No sientes la respiraci¨®n del p¨²blico, pero est¨¢s viendo la cara de todos ellos en la pantalla. Tambi¨¦n el hecho de estar haci¨¦ndolo en mi casa es raro", reflexiona Elejalde. "Pero ?qu¨¦ no es extra?o en esta realidad que estamos viviendo? Quiz¨¢ en esa extra?eza resida la magia de este formato¡±.

Lo cierto es que por todo el mundo surgen f¨®rmulas originales para vislumbrar la experiencia teatral durante el encierro aunque sea de refil¨®n. En EE UU es viral una serie de mon¨®logos llamada The 24 Hour Plays, que ya exist¨ªa sobre los escenarios y que se ha trasladado ahora a Instagram, con tem¨¢ticas relacionadas con la vida cotidiana de la cuarentena. En Reino Unido, el actor Robert Myles ha creado un grupo de lectura para actores profesionales y aficionados para interpretar en directo en Youtube las obras completas de Shakespeare en el orden en que se cree que fueron escritas. Lo hace cada uno desde su casa y conectado con los dem¨¢s por videollamada. Se han emitido ya Los dos hidalgos de Verona y La fierecilla domada. Y en Espa?a no deja de crecer la serie #coronavirusplays, una iniciativa del dramaturgo Jordi Casanovas que re¨²ne en Twitter piezas cortas sobre la cuarentena y v¨ªdeos con actores interpretando esos textos.

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