Muere el escritor Antonio Ferres, pionero del realismo social
Miembro de la generaci¨®n del 50, el autor de ¡®La piqueta¡¯ ha fallecido a los 96 a?os
En poco menos de dos meses nos han abandonado dos grandes escritores, aunque poco reconocidos, como pasa con frecuencia en el mundo literario de nuestro pa¨ªs. No es que llegaran tarde a nada, es que no se supo ver el valor de su obra a tiempo, algo muy distinto. Como Juan Eduardo Z¨²?iga, Antonio Ferres (Madrid, 1924) perteneci¨® a la generaci¨®n del Medio Siglo. Les uni¨® la amistad desde aquellos a?os de clandestinidad en la posguerra, antes del exilio del ¨²ltimo -a Francia, M¨¦xico y Estados Unidos. En el cap¨ªtulo Las excursiones f¨²nebres, de las Memorias de un hombre perdido (2002), un libro espl¨¦ndido, Antonio Ferres rememora su idea de apoyar el boicot a los transportes p¨²blicos, en el a?o 1951, y le viene la imagen de la figura de Z¨²?iga, a la salida del cementerio civil, que le hace la siguiente pregunta: ¡°?Crees que el ambiente, la sociedad, determinan la conciencia?¡±. Semejante interpelaci¨®n a quemarropa le hizo consciente de la personalidad de Z¨²?iga, de quien afirmaba a continuaci¨®n que ¡°[...] ven¨ªa de un mundo antiguo y secreto¡±. Esta rememoraci¨®n define muy bien a ambos.
En 1955 se crearon los Premios S¨¦samo. En la segunda convocatoria el ganador fue Antonio Ferres con Cine de barrio. En unas declaraciones afirm¨®: ¡°La realidad es, para m¨ª, la ¨²nica fuente viva de la obra literaria. La realidad espa?ola es f¨¢cil de ver, y de ah¨ª que la enfoque unas veces en tanto que denuncia de las condiciones sociales, y otras como un compromiso frente a las fuerzas que desean disfrazar esta realidad¡±. M¨¢s tarde, en 1959, Ferres public¨® La piqueta, con la que obtuvo un ¨¦xito inmediato, porque representaba muy bien al realismo social (a diferencia del fracaso que le supuso a Z¨²?iga El coral y las aguas por apartarse de la v¨ªa predominante). Pero esta novela fue un arma de doble filo para ¨¦l, desde entonces qued¨® enclaustrado por la cr¨ªtica en esa corriente, luego denominada denostadamente ¡°el realismo de la berza¡±, y no se prest¨® atenci¨®n a sus nuevos logros. De hecho, pronto adoptar¨ªa el simbolismo, que ya se ve¨ªa sutilmente en La piqueta; de eso se trataba, sin duda, con el microcosmos del barrio de Orcasitas. Novelas experimentales como En el segundo hemisferio, de 1970, y Ocho, siete, seis, de 1972, pasaron desapercibidas en su trayectoria, a pesar de su innovaci¨®n: en sus argumentos, en su manejo del tiempo narrativo y en el uso del lenguaje.
Antonio Ferres practic¨® la novela, el cuento, el libro de viaje y la poes¨ªa. Fue un viajero infatigable y lo reflej¨® muy bien en su producci¨®n. Su poemario Par¨ªs y otras ciudades encontradas (2010) es un buen ejemplo de esta afici¨®n u obligaci¨®n, forzado por el exilio; lo refleja con el vigor y el poder del verso en La ciudad del sol: ¡°Tantas veces/he sentido rabia de mi estirpe/le he pedido a Dios/-que soy yo mismo-/que se olvide ya/que no ande como eccehomo/por el mundo/y parta con el ¨²ltimo crep¨²sculo rojo/de la Tierra¡±.
El color amaranto. Cuentos completos (2017) muestra la variedad de su obra, desde la denuncia del realismo testimonial ya se?alado ¨CEl sexto piso o Esperando que nos maten, relatos sobre los temas de la delaci¨®n y las ejecuciones-, hasta El caballo y el hombre, muy posterior en escritura y publicaci¨®n, que confirma la gran evoluci¨®n de su literatura. Este cuento puede considerarse un microrrelato, no solo por su brevedad sino tambi¨¦n por el uso de la elipsis y la sugerencia. Las dualidades sustentan la narraci¨®n, y caballo y hombre permanecen unidos frente a un destino cruel, como tambi¨¦n lo es el ¨¦xodo y la huida de gente en el recuerdo del protagonista.
Antonio Ferres, dicharachero y alegre, ha emprendido el viaje definitivo, pero su literatura permanece. Quedan muchos homenajes, tard¨ªos, por realizar.
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