Muere El Pr¨ªncipe Gitano, inolvidable por su versi¨®n de ¡®In the Ghetto¡¯, a causa del coronavirus
Enrique Vargas Castell¨®n, cantante, actor y bailar¨ªn, ha fallecido a los 91 a?os
Los espectadores espa?oles nos re¨ªamos de ¨¦l, pero quiz¨¢ era una reacci¨®n nerviosa porque nos ve¨ªamos reflejados, intentando pronunciar el idioma ingl¨¦s. El Pr¨ªncipe Gitano, un echado para adelante de la vida, lo hizo. Un respeto, pues. Nos referimos a aquella versi¨®n de In the Ghetto, desternillante por su deficiente pronunciaci¨®n del ingl¨¦s. Fue una canci¨®n que populariz¨® Elvis Presley en 1969 y que ha sido versionada por Nick Cave, Dolly Parton, The Cranberries¡ y El Pr¨ªncipe Gitano.
Enrique Vargas Castell¨®n (su nombre real) ha fallecido este mi¨¦rcoles a los 91 a?os, v¨ªctima del coronavirus, en la residencia de mayores en la que viv¨ªa (La Paz, de Mandayona, en La Alcarria de Guadalajara), seg¨²n ha confirmado AISGE (Artistas Int¨¦rpretes, Entidad de Gesti¨®n de Derechos de Propiedad Intelectual). Ten¨ªa tres hijos, dos varones y una mujer. Ella, Lola, pudo visitarle, ¡°con las m¨¢ximas medidas de precauci¨®n¡±, y despedirse de ¨¦l. Actor, cantante, bailar¨ªn y casi modelo, fue una figura emblem¨¢tica de la rumba y de la zambra durante el siglo pasado.
Un cr¨ªtico de The New York Times vio una actuaci¨®n de Lola Flores en Nueva York en 1979 y dijo: ¡°No canta ni baila, pero no se la pierdan¡±. Se puede extrapolar a El Pr¨ªncipe Gitano, un artista que no ten¨ªa la mejor de las voces, pero al que le sobraba carisma y personalidad. Injustamente encadenado a las chanzas que provocaba su interpretaci¨®n de In the Ghetto, la impronta en el mundo de la m¨²sica de El Pr¨ªncipe Gitano va mucho m¨¢s all¨¢ de aquel dislate.
Nacido en Ruzafa (Valencia), se cri¨® en el seno de una familia gitana dedicada a la venta ambulante. El peque?o los acompa?aba con la maleta llena de ropa y en las pausas practicaba el cante flamenco. Primo hermano de Sabicas, entre sus seis hermanos se cuentan adem¨¢s el guitarrista Juan Jos¨¦ Castell¨®n Vargas y, sobre todo, Dolores Vargas La Terremoto, a quien acompa?¨® en sus primeras canciones, como Penas de la gorriona o M¨¢laga bella.
A todo esto, Enrique Vargas de ni?o quer¨ªa ser torero, pero era un miedoso, asunto incompatible con ponerse delante de animales que pesan 400 kilos y tienen cuernos . ¡°No fui torero por un poco de precauci¨®n¡±, argument¨® con esa desverg¨¹enza callejera que ten¨ªa. ?l siempre mantuvo que su principal objetivo eran los ruedos. De hecho, aseguraba que lidi¨® 22 novilladas. ¡°Yo iba a ser torero. Me dijeron que, como cantaba bien, si hac¨ªa carrera en la m¨²sica tendr¨ªa m¨¢s posibilidades de ser matador. Lo que pasa es que ya me consagr¨¦ mucho en la canci¨®n y ah¨ª segu¨ª¡±, dijo con su habitual desparpajo en el programa de TVE Cantares.
A los 14 a?os debut¨® en el Teatro Calder¨®n de Madrid en el mismo espect¨¢culo que Lola Flores. Con solo 15 a?os protagoniz¨® su primer show, Pinceladas. Los a?os 50 le confirmaron como una estrella de la canci¨®n. Con decenas de espect¨¢culos que recorrieron varios pa¨ªses, su compa?¨ªa sirvi¨® adem¨¢s de plataforma de despegue para muchas otras figuras, como Roc¨ªo Jurado, Carmen Sevilla o Manolo Escobar. De esa d¨¦cada es su participaci¨®n en pel¨ªculas como Brindis al cielo (1954), pero su carrera como actor no tuvo recorrido. Sus ¨ªdolos eran puras cepas del flamenco: citaba sobre todo a Manolo Caracol, La Ni?a de los Peines, Tom¨¢s Pav¨®n y Antonio Mairena.
Sobre su apodo art¨ªstico, ¨¦l mismo relat¨® que lo acompa?aba desde ni?o. Rubio y de ojos verdes, ataviado habitualmente con una gorra y una capa de marinero, un d¨ªa que paseaba con su madre alguien lo vio y dijo a su madre: ¡°Se?ora, tiene usted un principito¡±.
En los setenta siempre llevaba unos trajes que parec¨ªan confeccionados por el mismo sastre de Elvis Presley cuando el rockero actuaba en Las Vegas. Fue moldeando su cante a los caprichos del momento, siempre con su desbordante gracia. Si lo que pegaba era la rumba, ah¨ª estaba ¨¦l; si era la canci¨®n mel¨®dica, tambi¨¦n ten¨ªa algo aportar. Incluso durante la invasi¨®n disco llen¨® sus composiciones de ritmos que se pod¨ªan bailar en la discoteca.
En los ochenta su figura empez¨® a perder inter¨¦s para el p¨²blico. Aun as¨ª interpret¨® temas como Ob¨ª, ob¨¢, cada d¨ªa te quiero m¨¢s, pero no obtuvo repercusi¨®n. A?os m¨¢s tarde, la versi¨®n de los Gipsy Kings fue un gran ¨¦xito.
?ltimamente se hab¨ªa convertido en un chiste f¨¢cil y cutre, con el v¨ªdeo de In the Ghetto saltando por las redes sociales. Tambi¨¦n formando parte de recopilaciones como Spanish Bizarro, junto a gracietas de El D¨²o Sacapuntas o Fernando Esteso. No fue un cantante con grandes cualidades, pero s¨ª un artista con personalidad. De eso no hay duda. ?l mismo lo reconoci¨® as¨ª: ¡°No s¨¦ si soy mejor o peor que otros, pero Dios me dio una personalidad muy grande. El escenario se me queda chico¡±.
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