¡®La joven de la perla¡¯ desvela sus misterios
La galer¨ªa Mauritshuis, de La Haya, presenta un estudio que desentra?a algunos secretos del cuadro de Vermeer: el pendiente es un efecto ¨®ptico y al fondo hay un cortinaje verde
La identidad de La Gioconda, el famoso retrato firmado por Leonardo da Vinci en 1503, fue un enigma hasta que los expertos se?alaron que podr¨ªa tratarse de Lisa Gherardini, esposa del comerciante florentino Francesco del Giocondo. La filiaci¨®n de La joven de la perla, pintada por Johannes Vermeer en 1665, no se ha podido averiguar a¨²n, pero el estudio internacional presentado ayer online, debido a la covid-19, por la galer¨ªa Mauritshuis, de La Haya, se ha acercado m¨¢s que nunca a ¡°Ella¡±. As¨ª es como la llaman en la sala de arte de Pa¨ªses Bajos, aunque no se sabe si fue una modelo, o bien producto de la imaginaci¨®n del artista. El nuevo an¨¢lisis de los pigmentos, el descubrimiento de un cortinaje en la composici¨®n, pesta?as en los ojos y el efecto ¨®ptico del pendiente perlado son algunos de los secretos desvelados en este nuevo estudio, que se inici¨® en 2018 y que emple¨® la tecnolog¨ªa m¨¢s avanzada.
El retrato, relativamente peque?o (44 cent¨ªmetros por 39), llama la atenci¨®n porque la chica parece girarse desde la oscuridad para observar luminosa al espectador. Joris Dik, especialista en materiales e historiador del Arte de la universidad T¨¦cnica de Delft, atribuye ese contraste a las distintas capas de pigmentos, gruesas, finas y trasl¨²cidas, ¡°que absorben la luz, unido a una superficie lisa y brochazos m¨¢s consistentes para resaltar las partes blancas del cuadro¡±. Seg¨²n las observaciones del equipo pluridisciplinar que ha participado en el proyecto, ¡°Vermeer aplica un tono verde al fondo que realza la oscuridad general y la luz de la joven, cuyo rostro tiene rojo bermell¨®n y lapisl¨¢zuli en el tocado¡±, explica, en la presentaci¨®n virtual brindada por la galer¨ªa Mauritshuis.
Propiedades ¨®pticas
El efecto conseguido por el artista no fue producto de la casualidad, sino que explot¨® las propiedades ¨®pticas de los pigmentos. ¡°Nuestra hip¨®tesis es que la baja sensibilidad de la lente de la c¨¢mara oscura [instrumento ¨®ptico para obtener la proyecci¨®n plana de una imagen externa sobre la zona interior de su superficie], que sabemos que ha influido en la pintura de Vermeer, pudo haber contribuido en su b¨²squeda del contraste de luz. Pero no sugiero que utilizara aqu¨ª la c¨¢mara¡±.
En 1994, La joven de la perla fue restaurada y estudiada en la propia Mauritshuis. En 2018, el cuadro se introdujo en una urna de cristal a la vista de la gente, para realizar un abordaje profundo en dos fases: primero, el apartado qu¨ªmico, con los fragmentos de pintura tomados en ambos periodos; a continuaci¨®n, el estudio cient¨ªfico no invasivo con c¨¢maras, esc¨¢neres y microscopio digital.
Abbie Vandivere, jefa del proyecto, se?ala que en los ¨²ltimos 26 a?os han avanzado mucho estas t¨¦cnicas. ¡°Hemos descubierto que la perla es una ilusi¨®n ¨®ptica porque no tiene contorno ni tampoco engarce para la oreja de la chica¡±, explica. ¡°La joya son solo unas cuantas pinceladas finas para sugerir el reflejo de la blusa blanca, y luego una capa m¨¢s gruesa para mostrar la luz que cae desde la izquierda sobre su superficie. Por su parte, la piel del rostro apenas diferencia la luz de la sombra, y hay cerdas del pincel pegadas en la tela, algo que no se sab¨ªa¡±, sigue la experta. Y otra cosa, la muchacha parece no tener pesta?as en el famoso retrato, pero el escaneado con macro rayos X fluorescentes, y el microscopio, revela que el artista las marc¨® en ambos ojos con colores marrones.
Como otros pintores, Vermeer hizo algunos cambios sobre la marcha, y gracias a la reflectograf¨ªa infrarroja se ha visto que subi¨® el tocado y cambio la forma de la oreja. La firma, IVMeer, apenas se ve, pero los macro rayos X fluorescentes la muestran en la parte superior izquierda. Rastrear la r¨²brica es de rigor, pero el otro descubrimiento se?alado es que Vermeer pint¨® un cortinaje verde oscuro en el fondo, y hay unos trazos en diagonal, con variaci¨®n de colores, que sugieren los pliegues de una tela en la esquina superior derecha del cuadro. ¡°La cortina desapareci¨® con el tiempo a consecuencia de los cambios operados en la pintura verde¡±, seg¨²n Vandivere.
Lapisl¨¢zuli afgano
Como el azul ultramar sobresale en la obra de Vermeer, el trabajo se ha fijado en su uso en el adorno oriental de la cabeza. Se ha descubierto que el color proced¨ªa de un lapisl¨¢zuli de gran calidad, originario del actual Afganist¨¢n. En el Laboratorio Europeo de Radiaci¨®n Sincrotr¨®n, de Grenoble (Francia), concluyeron que fue calentado a 600 grados cent¨ªgrados antes de ser pulverizado. ¡°Mi hallazgo favorito es que hay arcilla en la pintura azul del pa?uelo, lo cual indica a su vez el uso de barniz amarillo, que es muy sensible a la luz y desaparece.
Las diversas capas aplicadas aqu¨ª muestran que el ultramar se mezcl¨® con blanco de plomo para los tonos medios, y con arcilla para las sombras, lo cual produce un efecto de superficie sedosa¡±, seg¨²n Annelies van Loon, investigadora pict¨®rica. La joven de la perla, Ella, sigue siendo an¨®nima, pero sus misterios son cada vez menos arcanos.
Colores que llegaban de ultramar
Vermeer es conocido por su uso del azul ultramar, y el nuevo estudio internacional sobre 'La joven de la perla' ha constatado que calentaba el lapisl¨¢zuli, una piedra semipreciosa, para lograr un tono m¨¢s intenso. ¡°Era un producto m¨¢s valioso que el oro en el siglo XVII¡±, seg¨²n Abbie Vandivere, la investigadora jefe, que ha dibujado con sus colegas el mapamundi de la mesa de mezclas del pintor.
As¨ª, han visto que a?ad¨ªa aceite de linaza caliente a los pigmentos, obteniendo una sustancia muy fluida para lograr sus sutiles efectos ¨®pticos. Tambi¨¦n incorporaba cobre en busca de un secado r¨¢pido. ¡°El blanco de plomo de la perla era de Inglaterra; el amarillo ocre de la chaqueta deriva de tierra europea rica en hierro; el rojo de los labios procede de la cochinilla, un insecto que vive en los cactus, en M¨¦xico y Sudam¨¦rica; su otro azul, ¨ªndigo, pudo haber llegado de Asia o Am¨¦rica", dice la experta. Debido al comercio mundial de especias de los Pa¨ªses Bajos en la ¨¦poca, el artista ten¨ªa a su disposici¨®n en Delft, su ciudad natal, incluso los materiales m¨¢s ex¨®ticos.
Babelia
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