El Centro Bot¨ªn reabre como s¨ªmbolo de la importancia de la cultura
¡°El arte es igual de necesario que el papel higi¨¦nico¡±, bromea el director de la Fundaci¨®n, ??igo S¨¢enz de Miera, en la apertura. Es la ¨²nica gran instituci¨®n art¨ªstica que ha dado el paso en la fase 1
Parece que Joaqu¨ªn Sorolla tuvo en cuenta las medidas de la Fase 1 al pintar Al ba?o en 1908, una obra en la que un ni?o peque?o camina por la playa, sin adentrarse en el mar, de la mano de una mujer y otra ni?a y sin nadie alrededor. Este paseo familiar, permitido en las normas de desescalada que ya se aplican en Cantabria por sus buenos registros sanitarios, puede observarse gracias a otra concesi¨®n: la apertura gradual de los museos bajo criterios estrictos (un tercio del aforo y elevadas condiciones de higiene). El Centro Bot¨ªn, en Santander, se ha convertido en el primer museo espa?ol que recibe visitantes tras desatarse la pandemia. Aquellos que han decidido convertirse en los primeros visitantes tras el confinamiento se han encontrado con el sorolla entre la galer¨ªa f¨ªsica y multimedia.
La forma de visita ha cambiado por completo. El p¨²blico accede por una escalera, mantiene unas distancias prudentes y muestra su pase de acceso o paga su entrada sin aproximarse demasiado a un mostrador protegido por una mampara. Una vez cruza las puertas de cristal que protegen los dos pisos de la galer¨ªa, pueden moverse por este espacio di¨¢fano hasta terminar las exposiciones y salir del edificio por un lugar distinto. El objetivo: combinar el disfrute del arte con la seguridad.
Solo una persona aguarda a la apertura, a las diez de la ma?ana. Pero tiene trampa. Se trata de Ana Bolado, una de las voluntarias, que no pod¨ªa aguantar m¨¢s sin las ¡°emociones¡± que le significa rodearse de cultura. Ha atravesado semanas dif¨ªciles. Ahora quiere relajarse y volver a fijarse en el conjunto escult¨®rico y pict¨®rico del centro Bot¨ªn. El director general de la Fundaci¨®n Bot¨ªn, ??igo S¨¢enz de Miera, muestra su emoci¨®n por el retorno a una m¨ªnima normalidad. S¨¢enz de Miera bromea con el peso de la cultura para la sociedad: ¡°El arte es igual de necesario que el papel higi¨¦nico¡±. Ya en serio, destaca que en todo momento trataron de abrir ¡°el d¨ªa que se pueda¡±. Las condiciones de Cantabria han posibilitado que ese d¨ªa haya llegado, aunque implique que se desinfecten barandillas, que todo el personal use guantes o que haya espacios de acceso reservado a una persona o a familias.
Las horas pasan y poco a poco empieza a verse m¨¢s presencia entre los pasillos, pero muy lejos de los 86 visitantes permitidos, un tercio de la capacidad real. Entre los visitantes est¨¢n Jaime Cejuende, Rosa Roiz y Carmen ?lvarez, que acuden al museo de la bah¨ªa de Santander tras ¡°semanas sin salir de casa¡±. ?lvarez afirma que ha contenido su apetito cultural con alg¨²n v¨ªdeo, como uno del Liceo de Barcelona que vio varias veces. Creen que la pandemia eliminar¨¢ im¨¢genes como las de los Museos Vaticanos de Roma o el Louvre de Par¨ªs atestados; comienza la era de la distancia y la responsabilidad individual. Cejuende critica las escenas de acumulaciones de gente en bares o lugares p¨²blicos y teme que la poblaci¨®n olvide "pronto¡± las penurias vividas estos meses.
La reducci¨®n de p¨²blico y la consecuente bajada de venta de entradas no preocupa a S¨¢enz de Miera, que recuerda que el Centro Bot¨ªn depende de las cuentas del Banco Santander. Eso s¨ª, espera que los ingresos de dividendos del banco no se reduzcan para continuar como siempre. Elena Cuevas, una de las empleadas de la recepci¨®n, sostiene que ya ten¨ªa muchas ganas de volver a trabajar f¨ªsicamente. El nuevo consumo cultural, cree Cuevas, estar¨¢ ¡°expectante¡± al principio, pero conf¨ªa en que unos mecanismos de seguridad apropiados ayuden a dar confianza al p¨²blico.
Mayores y peque?os se entretienen entre las salas. La ucrania Slitvana Parkomenko ha tra¨ªdo a su nieto, Leonardo Sousa, para disfrutar de una rutina distinta a la de d¨ªas atr¨¢s. La pregunta durante el confinamiento era solo una: ¡°?Qu¨¦ hacer ahora?¡±. Por fin se le ha ofrecido la posibilidad de ¡°algo cultural¡±, agradece, pues el chico ya se cansaba de dibujar en casa. La mujer, que ha trabajado de gu¨ªa para turistas de su pa¨ªs o rusos por Santander, reivindica que la gente seguir¨¢ yendo a los museos si se act¨²a con responsabilidad: ¡°Depende de cada uno¡±.
Babelia
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