La autenticidad del criminal

Di¨¢logos de pel¨ªcula de Don Siegel o John Boorman de la d¨¦cada de los sesenta; ambiente de obra de Sidney Lumet de los setenta o, m¨¢s all¨¢, incluso de la serie The Wire; y estilo profundamente aut¨¦ntico, personal¨ªsimo en el tratamiento del tempo, en la puesta en escena, en la carga social, en el retrato de personajes y en las peculiaridades morales de estos. Con solo tres pel¨ªculas, S. Craig Zahler se ha hecho un hueco como uno de los autores m¨¢s fascinantes del cine estadounidense. Pero por desgracia es apenas un desconocido para demasiados cin¨¦filos. Su segundo trabajo, el magn¨ªfico thriller carcelario Brawl in Cell Block 99 (2017), no lleg¨® a las salas espa?olas. El ¨²ltimo, el a¨²n mejor thriller policial y de atracos Dragged Across Concrete, ha tenido que esperar dos a?os para su estreno, v¨ªa plataforma, en Filmin.

Corren malos tiempos para las pel¨ªculas que no acarician, que no confirman lo que ya se piensa, que molestan, que perturban, que te colocan en una encrucijada en lo ¨¦tico y en lo est¨¦tico. Y as¨ª es la ¨²ltima apuesta de Zahler, que hab¨ªa comenzado su carrera como director y guionista con el ins¨®lito w¨¦stern de terror Bone Tomahawk. En Dragged across concrete, las dificultades para llegar a fin de mes de los compa?eros polic¨ªas de Frank Serpico en la hist¨®rica pel¨ªcula de Lumet siguen vigentes. Tambi¨¦n sus peque?as corruptelas. Eso s¨ª, los roles de los sensacionales Mel Gibson y Vince Vaughn dan un paso m¨¢s hacia la criminalidad.

Zahler, en la l¨ªnea de Michael Mann, tiene una enorme capacidad para contar peque?as grandes historias personales en apenas una pincelada

Zahler, en la l¨ªnea de Michael Mann, tiene una enorme capacidad para contar peque?as grandes historias personales en apenas una pincelada. Pasajes de nobleza y errores, de vidas crepusculares y esquinadas. Y dialoga de un modo explosivo, ajeno a la cotidianidad y al naturalismo, arriesgando, pas¨¢ndose de ret¨®rico solo en alg¨²n momento puntual. Frases a veces elaborad¨ªsimas y otras muy secas, como sus disparos. ¡°?C¨®mo se llama ella?¡±. ¡°Rosalinda¡±. ¡°Eso parecen dos nombres¡±. Una r¨¦plica que podr¨ªa haber salido de la boca del Lee Marvin de C¨®digo del hampa o A quemarropa.

Aunque lo que realmente distingue a Zahler es su tratamiento del tiempo narrativo, el manejo de la tensi¨®n a trav¨¦s de la calma, y sin una sola nota de m¨²sica que no sea dieg¨¦tica, desde dentro del relato, adem¨¢s del talento para la puesta en escena. Por ejemplo, convirtiendo peque?as habitaciones en espacios m¨¢s grandes, sin necesidad de forzar el angular para que no se distorsione el conjunto, afinando los excesos de Brawl in Cell Block 99. O con su peculiar cl¨ªmax de violencia: grave y sencillo, seco y distante, salvaje y limpio.

Que el conflicto inicial de la pel¨ªcula nazca de un v¨ªdeo sobre el abuso policial en una detenci¨®n, bota en la cabeza con demasiada fuerza y durante demasiado tiempo (o no), solo acrecienta la oportunidad del estreno.