Un a?o sin Chicho

¡°Para m¨ª y para muchos otros muchos cineastas de mi generaci¨®n, Chicho Ib¨¢?ez Serrador tiene una importancia capital porque fue un prescriptor cultural¡±, explica Paco Plaza, el director de pel¨ªculas como [REC] o Ver¨®nica. El realizador valenciano recuerda c¨®mo hace a?os, en Televisi¨®n Espa?ola, hab¨ªa un espacio titulado Mis terrores favoritos, un programa semanal de cl¨¢sicos de terror seleccionados y presentados por Ib¨¢?ez Serrador. ¡°Una generaci¨®n, que abarcar¨ªa desde Alex de la Iglesia, Juan Antonio Bayona, Jaume Balaguer¨®, Rodrigo Cort¨¦s o Juan Carlos Fresnadillo hasta a Eugenio Mira, por mencionar al m¨¢s joven de nosotros, fuimos ni?os que crecimos viendo cine de terror de su mano. Lo hemos hablado muchas veces entre nosotros y su huella se puede ver en las pel¨ªculas que hemos hecho¡±, a?ade.

El domingo 7 de junio se cumple el primer aniversario del fallecimiento de Chicho Ib¨¢?ez Serrador y TCM lo va a recordar con una entrevista en la que Paco Plaza habla de ¨¦l y de su trabajo en el cine, y emitiendo a continuaci¨®n los dos largometrajes que que realiz¨® como director: La residencia y ?Qui¨¦n puede matar a un ni?o?, que le bastaron para ser considerado un indiscutible maestro del cine fant¨¢stico y de terror. ¡°Es imposible mencionar Los otros, de Alejandro Amen¨¢bar, o El orfanato, de Juan Antonio Bayona, y no pensar en La residencia¡±, cuenta Paco Plaza ante las c¨¢maras de TCM. ¡°Es la pel¨ªcula m¨¢s bellamente filmada del cine espa?ol. Es impresionante constatar hoy en d¨ªa la precisi¨®n de Chicho en la puesta en escena, la opulencia visual que tiene¡±.

La residencia se estren¨® en 1969. Estaba basada en un cuento de Juan T¨¦bar, y se convirti¨® en uno de los largometrajes m¨¢s taquilleros de ese a?o. Un filme ambientado en un internado femenino en el que el miedo y el horror se combinaban h¨¢bilmente con un sutil erotismo, aunque la censura oblig¨® a Chicho Ib¨¢?ez Serrador a recortar algunas de las escenas. ¡°Es muy impactante por lo ins¨®lita. Es una pel¨ªcula que no encaja en el cine espa?ol de la ¨¦poca ni tampoco en el cine de terror. Hay una turbiedad que la recorre toda entera, con ese mensaje soterrado en el que se mezcla incesto y lesbianismo. Lo insinuado en la pel¨ªcula es lo que me parece sorprendente, arriesgado y muy moderno¡±, reflexiona Paco Plaza.

En 1976 Chico Ib¨¢?ez Serrador volvi¨® a la gran pantalla con ?Qui¨¦n puede matar a un ni?o?, un filme lleno de sorpresas y sobresaltos, basado en la novela hom¨®nima de Juan Jos¨¦ Plans, y que resulta, a¨²n hoy en d¨ªa, profundamente transgresor. ¡°Chicho estaba en un momento de ¨¦xito brutal gracias al concurso de televisi¨®n Un, dos, tres¡­responda otra vez¡±, subraya Paco Plaza. ¡°Era una figura muy respetada y creo que esa seguridad es lo que ¨¦l utiliz¨® para hacerse m¨¢s arriesgado, en vez de para ser m¨¢s conservador. Es como si dijera: ¡®Ahora mismo me va muy bien todo porque soy una figura del entretenimiento popular y voy a hacer una pel¨ªcula s¨²per arriesgada y controvertida¡±, afirma el director de Quien a hierro mata. ¡°Eso habla muy bien de ¨¦l como artista y como inconformista. De alguien que buscaba los l¨ªmites m¨¢s all¨¢ de los territorios donde se pod¨ªa sentir m¨¢s c¨®modo¡±, concluye.

Narciso Ib¨¢?ez Serrador naci¨® en Montevideo en 1935. Era hijo de los actores Pepita Serrador y Narciso Ib¨¢?ez Menta. Debut¨® en el cine con tan solo cuatro a?os, poniendo la voz al peque?o Tambor en el doblaje latinoamericano de Bambi. Comenz¨® a trabajar en la televisi¨®n argentina a finales de los a?os 50. En 1963 se instal¨® definitivamente en Espa?a y revolucion¨® la televisi¨®n de nuestro pa¨ªs en 1966 cuando estren¨® Historias para no dormir, una serie de adaptaciones de relatos de misterio y de terror.

Chico siempre manten¨ªa que el terror era una v¨¢lvula de escape que hac¨ªa que el espectador regresara a la infancia. ¡°Una experiencia que se puede tener tan solo comprando una entrada de cine¡±, seg¨²n explicaba ¨¦l mismo. Un a?o despu¨¦s de su muerte, a pesar de echarle mucho de menos, podemos seguir renovando miedos, temores y horrores disfrutando con sus dos pel¨ªculas. Dos t¨ªtulos que son, por derecho propio, historia del cine espa?ol.