Secretos de ministros sobre el Thyssen
Anteriores titulares de Cultura desvelan las dificultades de negociar el futuro de la colecci¨®n de Carmen Cervera. ¡°El Estado no puede ser su reh¨¦n, debe plantarse¡±, dice ?ngeles Gonz¨¢lez-Sinde
Aquel d¨ªa de 2010 Carmen Cervera hab¨ªa quedado para almorzar en el Museo del Traje, en el escondido restaurante con vistas al jard¨ªn del centro que conserva el vestido de noche, de seda color champ¨¢n, que ella us¨® para la inauguraci¨®n de la exposici¨®n Goya en las colecciones privadas de Espa?a, celebrada en Villa Favorita (su antigua casa en Suiza), en 1986. La entonces ministra de Cultura, ?ngeles Gonz¨¢lez-Sinde, sentada al otro lado de la mesa, parec¨ªa haber tocado el coraz¨®n de la due?a de la colecci¨®n particular que se aloja en el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza desde 2004.
El reencuentro con el dise?o de Pierre Balmain titulado Espiga de trigo, que Cervera don¨® el mismo a?o, pareci¨® surtir efecto. Cuando la charla se disolvi¨®, Gonz¨¢lez-Sinde sali¨® hacia su despacho en la plaza del Rey, convencida de haber evitado la salida de Espa?a del extraordinario cuadro de John Constable La esclusa, y de haber logrado que la viuda del bar¨®n Thyssen aceptase 30 millones de euros a cambio de vender al Estado esta obra y alquilar los restantes cuadros.
¡°Y cuando fuimos a firmar, se ech¨® para atr¨¢s¡±, recordaba el viernes la exministra de Cultura del Gobierno de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero. ¡°Ah¨ª me plant¨¦. Cambia tanto de criterio como de abogados¡±, revive Gonz¨¢lez-Sinde con amargura. Un a?o y medio despu¨¦s del almuerzo, en 2012, la ¡°falta de liquidez¡± llev¨® a una de las mujeres m¨¢s ricas de Espa?a ¡ªForbes la situ¨® como la 44? fortuna del pa¨ªs en 2019¡ª a vender la pintura del paisajista brit¨¢nico en subasta, por casi 28 millones de euros. ¡°Hay muchos coleccionistas que no se dan tanta publicidad a s¨ª mismos y que no cobran alquileres, por no hablar de la exenci¨®n fiscal que firm¨® con Mariano Rajoy. Es una mujer que carece del sentido del servicio p¨²blico. El Estado no puede ser su reh¨¦n, debe plantarse. Es un esc¨¢ndalo que siga chantajeando a los espa?oles y afecte a la credibilidad del museo¡±, afirma Gonz¨¢lez-Sinde sobre las negociaciones que mantiene desde hace dos d¨¦cadas Cervera con el Estado, y que peri¨®dicamente sobresaltan a las instituciones y al mundo del arte. El ¨²ltimo cap¨ªtulo, desvelado esta semana por EL PA?S, ha sido la salida del Thyssen del icono de la colecci¨®n, el ¡®Mata Mua¡¯, de Gauguin, y tres obras firmadas por Monet, Degas y Hopper con destino al extranjero y con ¨¢nimo de venta, aunque Cervera haya puntualizado despu¨¦s que el gauguin podr¨ªa regresar al museo seg¨²n la negociaci¨®n del pr¨¦stamo del conjunto de la colecci¨®n.
Meses despu¨¦s de su plant¨®n a Gonz¨¢lez-Sinde, Cervera asisti¨® en septiembre de 2011 a la presentaci¨®n de En confianza. Mi vida y mi proyecto de cambio para Espa?a (Planeta), el libro del entonces candidato a la presidencia, Mariano Rajoy. Fue bajo su etapa como ministro de Cultura cuando se firm¨® el acuerdo para alojar la colecci¨®n particular de la entonces baronesa Thyssen, en pr¨¦stamo, y reforzar as¨ª la oferta museogr¨¢fica que pivota alrededor de las obras del bar¨®n, estas s¨ª compradas por el Estado.
¡°El problema con la colecci¨®n de ella es que ese contrato no qued¨® bien cerrado desde el principio, a diferencia de la del bar¨®n¡±, explica uno de los patronos del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, donde Cervera ocupa la vicepresidencia. ¡°Esta f¨®rmula tampoco ha ayudado a desvincular los intereses particulares de ella de los intereses p¨²blicos del museo¡±, reconoce el miembro del patronato. ¡°Carmen tiene una proyecci¨®n popular enorme y lleva el apellido del museo. La confusi¨®n entre la colecci¨®n p¨²blica y la suya es habitual. Por eso fue importante incluir ¡®Nacional¡¯, para aclarar¡±, destaca el exministro de Cultura ??igo M¨¦ndez de Vigo (PP).
El Museo Nacional Thyssen-Bornemisza se cerr¨® en una cena en Zalaca¨ªn, en 1991, seg¨²n relat¨® la propia Cervera a este periodista. En la mesa, el matrimonio Thyssen y el ministro de Cultura, Jorge Sempr¨²n.
¡ª?Cu¨¢nto?, dispar¨® directo el ministro.
¡ªMis abogados piden 450 millones de d¨®lares, contest¨® el bar¨®n.
¡ªTe doy 350.
Y se firm¨®. La maniobra hab¨ªa arrancado con Javier Solana, predecesor de Sempr¨²n. ¡°Cuando firmamos desconoc¨ªamos que ella tuviera colecci¨®n. Ha salido rana, porque le han hecho dos edificios y podr¨ªa desguazarla¡±, comenta Solana.
Carmen Cervera representa uno de los principales quebraderos de cabeza con el que los ministros del gremio deben lidiar. Todos han dedicado horas de atenci¨®n personal a disipar nubarrones y afianzar la colecci¨®n, aunque no siempre con ¨¦xito. En 2012, con Jos¨¦ Ignacio Wert (PP) al frente de Educaci¨®n, Cultura y Deportes, se subast¨® en Christie¡¯s La esclusa, tras fracasar el intento de compra de Gonz¨¢lez-Sinde. Ninguno ha sido capaz de cerrar un contrato duradero que garantice un futuro sin sobresaltos a la colecci¨®n desde que, en 2011, finaliz¨® el contrato de pr¨¦stamo por 10 a?os. Desde entonces se han sucedido las pr¨®rrogas por periodos cortos. La ¨²ltima expira a finales de septiembre.
¡°Con todos los ministros me he llevado bien, salvo con Gonz¨¢lez-Sinde. Al actual no lo conozco¡±, coment¨® ayer Cervera a este diario. ¡°Carmen Calvo quiso comprarme la colecci¨®n pero yo no quer¨ªa. Yo he renunciado a todo para que Espa?a tuviera el museo y el p¨²blico tuviera acceso a esas obras, pero necesito preocuparme de mis herederos¡±, agreg¨®. Al igual que el pasado jueves, reiter¨® que no tiene intenci¨®n de ¡°vender Mata Mua¡± y que podr¨ªa ¡°volver¡±.
Jos¨¦ Manuel Rodr¨ªguez Uribes, que sustituy¨® a Jos¨¦ Guirao en enero, prefiri¨® delegar la negociaci¨®n en el subsecretario de Cultura, Javier Garc¨ªa Fern¨¢ndez, como indican ?ngel Acebes y Jos¨¦ Mar¨ªa Michavila, antiguos ministros del PP y actuales abogados de Carmen Cervera. En abril lograron lo que parec¨ªa imposible: el visto bueno del ministerio a la marcha de Mata Mua y otros tres cuadros relevantes. Aprovecharon el cambio en la c¨²pula de Cultura para ignorar el acuerdo que hab¨ªan alcanzado con Jos¨¦ Guirao para mantener el gauguin en el museo a cambio de llevarse un monet, un hopper y un degas. Uribes admiti¨® esta semana en el Senado que desconoc¨ªa el trato alcanzado por su antecesor. La vicepresidenta Carmen Calvo ha declinado hablar sobre los motivos que dejaron sin efecto el acuerdo con Guirao y que ten¨ªa su visto bueno, aunque reconoce que tiene mucho aprecio a Cervera desde su etapa al frente de Cultura.
¡°Est¨¢ muy angustiada por el futuro de sus herederos¡±, reconoce uno de los exministros consultados. ¡°Es una persona cambiante y esto no ayuda a saber qu¨¦ quiere. Su sustento es esta colecci¨®n, y su situaci¨®n personal influye en las negociaciones¡±, a?ade el exministro que prefiere no dar su nombre. Indica que la residencia en Andorra, ¡°por las razones que todos imaginamos¡±, lo complica todo. ¡°No quiere que los d¨ªas que pasa en el museo le computen como estancia en territorio espa?ol. Esto es innegociable¡±, subraya. La complicada relaci¨®n de Cervera con su hijo, Borja Thyssen, y que los cuadros sean propiedad de empresas alojadas en para¨ªsos fiscales tampoco facilita el trato.
Uno de los 10 ministros que han pasado por Cultura en todo este tiempo de tiras y aflojas asegura que Cervera trat¨® de ampliar el pr¨¦stamo al Estado a cambio de sacar los 50 mejores cuadros al extranjero para alquilarlos a museos de Jap¨®n y Dubai. En su lugar dejar¨ªa una pegatina en la pared del museo. ¡°Ella no tiene cartas para negociar, es la otra parte la que le da las cartas¡±, asegura esta fuente. ¡°Todos hemos aceptado una mentira: la colecci¨®n la cede gratis. No es verdad. No hay retorno y, sin embargo, hay mucho gasto para mantenerla¡±, explica otro de los cargos que han participado en estas negociaciones, que la recuerda como una excelente negociadora, que no rompe puentes aunque se enfade. Mejor tratarla, dice, sin ser ¡°mand¨®n, orgulloso, ni d¨¦bil¡±. ¡°Quiere el dinero para solucionar su situaci¨®n familiar. Vive en un mundo imposible, con un tren de vida inasumible¡±, comenta.
Jaime Brihuega, que fue director general de Bellas Artes de Cultura entre 1988 y 1991, cree que la permanencia de la colecci¨®n deber¨ªa estar ¡°a salvo de los presumibles chantajes de sus propietarios¡± y hacer transparentes los t¨¦rminos del acuerdo. Este peri¨®dico ha podido saber que en el origen del contrato suscrito en 1999 entre el entonces ministro de Educaci¨®n y Cultura Mariano Rajoy y Carmen Cervera no se fij¨® una lista de cuadros. Ella se negaba a precisarla para ¡°disponer¡± de los que quisiera. ¡°Hubo una negociaci¨®n muy fuerte con Pilar del Castillo [sucesora de Rajoy en Cultura], mientras manten¨ªa el pleito con los herederos del bar¨®n y termin¨® aceptando la lista¡±, asegura una de las personas implicadas entonces. Del Castillo prefiri¨® no dar su versi¨®n.
Brihuega advierte que el mecenazgo debe tener otra altura y estar presidido por una ¡°verdadera generosidad¡±. ¡°En caso contrario, quebranta la dignidad de lo p¨²blico¡±, sostiene. Al exministro C¨¦sar Antonio Molina le parece, muy al contrario, que ¡°no se le ha dado todo el afecto que se merece¡±. ¡°Est¨¢ falta de reconocimiento. Sinti¨® cari?o de algunos ministros y desd¨¦n de otros, y no hay cari?o si no hay dinero. Hacienda deber¨ªa ser consciente de que esto es una inversi¨®n a favor del turismo¡±, afirma.
¡°Cuando no lo sea yo, Borja ser¨¢ el vicepresidente del museo¡±
El futuro de la colecci¨®n de Carmen Cervera est¨¢ condicionado por otra derivada: el reparto del poder en la instituci¨®n. Nadie quiere hablar de los estatutos de la Fundaci¨®n Thyssen, que gestiona el museo estatal y que preside el ministro de Cultura, con Carmen Cervera en la vicepresidencia. Los estatutos deber¨ªan determinar si la vicepresidencia corresponder¨¢ siempre a la familia Thyssen por herencia. De ser as¨ª, Francesca Thyssen, hija del bar¨®n y enfrentada en el pasado a Cervera, podr¨ªa posicionarse como sucesora en el museo, de momento con la excusa del arte contempor¨¢neo. Pero la viuda del bar¨®n no tiene ninguna duda al respecto: ¡°Aunque la colecci¨®n no se quede en Espa?a, yo seguir¨¦ siendo la vicepresidenta del museo y cuando no lo sea yo, la vicepresidencia ser¨¢ para Borja¡±. El primer paso que se dar¨¢ en esta direcci¨®n es la entrada de Borja Thyssen en el patronato de la fundaci¨®n, en sustituci¨®n de Pilar de Borb¨®n, fallecida en enero. Este puesto es de libre designaci¨®n de Carmen Cervera. Otro privilegio de un acuerdo firmado en 1993 que nunca se ha hecho p¨²blico.
Babelia
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