Curas, tricornios y ganchos de izquierda
Ram¨®n Masats expone en Tabacalera 145 fotograf¨ªas de la Espa?a de los cincuenta y sesenta, en su mayor¨ªa in¨¦ditas. El conjunto muestra su visi¨®n ir¨®nica de los t¨®picos nacionales
Si la palabra ¡°instant¨¢nea¡± cobra sentido como sin¨®nimo de fotograf¨ªa, es al contemplar muchas de las im¨¢genes que ha tomado Ram¨®n Masats (Caldas de Montbui, 89 a?os) a lo largo de su trayectoria. Son fotos que atrapan un instante, un fragmento de la realidad, que nos empujan a preguntarnos qu¨¦ historia hay detr¨¢s de lo que vemos y por qu¨¦ demonios las hizo as¨ª su autor. Esa es la sensaci¨®n que domina el recorrido por la exposici¨®n Ram¨®n Masats. Visit Spain que, desde el 2 de julio y hasta el 12 de octubre se presenta en el centro Tabacalera de Madrid, sala dependiente del Ministerio de Cultura. Son 145 im¨¢genes en blanco y negro que el fot¨®grafo catal¨¢n captur¨® entre 1955 y 1965 por encargo de varios medios y del Ministerio de Informaci¨®n y Turismo. Est¨¢n sus piezas ic¨®nicas, ¡°pero casi el 70% son im¨¢genes in¨¦ditas¡±, dice el comisario, Chema Conesa.
Echando la vista atr¨¢s, a mediados de los cincuenta Masats era a¨²n un fot¨®grafo aficionado que quer¨ªa abrirse camino como profesional. ¡°Me hab¨ªa probado como fot¨®grafo en los sanfermines¡±, dice al tel¨¦fono. Entonces present¨® su trabajo al reci¨¦n nacido semanario Gaceta ilustrada. ¡°All¨ª estaban mis amigos Oriol Maspons y Xavier Miserachs. Les gust¨®, pero como ellos ya trabajaban en Barcelona, me dijeron que hablar¨ªan con el director de la revista en Madrid. Y as¨ª, me vine a la capital. ¡®Fijo no te haremos, pero te daremos trabajo', me dijeron¡±.
Su mirada renovadora propici¨® que encadenara encargos, tambi¨¦n del peri¨®dico Ya, y de Mundo Hisp¨¢nico¡ gracias a un momento en que para intentar sacar de la miseria a muchos espa?oles, el r¨¦gimen franquista quer¨ªa atraer turistas, una campa?a cincelada con el lema Visit Spain. La idea que la sustentaba era que el mundo disfrutara de los t¨®picos nacionales: sol, toros, flamenco y gastronom¨ªa.
Masats hizo su trabajo, pero se guard¨® descartes, fotos no publicadas y todo aquello que, en paralelo a sus obligaciones, se encontraba por el camino ¡°y quer¨ªa hacer¡±, a?ade el fot¨®grafo. Esa visi¨®n lateral del t¨®pico es la que se expone ahora en Tabacalera, la de fijar el ojo en detalles que cualquier otro ignorar¨ªa. Es el estilo Masats, a quien sus compa?eros de oficio consideran ¡°el Cartier-Bresson espa?ol¡± por su manera de captar instantes m¨¢gicos. Conesa explica que el material que gracias a esta exposici¨®n cuelga en las desconchadas paredes de lo que fue f¨¢brica de aguardientes y naipes, lo rescat¨® de un armario con cajas de negativos en casa de Masats. ¡°?l ni siquiera le hab¨ªa dado importancia¡±, dice el comisario, que ha empleado dos a?os en una minuciosa tarea de selecci¨®n y clasificaci¨®n.
¡°Me gustan los detalles¡±
Un ejemplo son sus im¨¢genes de la visita de Eisenhower a Madrid, en 1959. ?l no muestra al presidente de EE UU, sino el p¨²blico de espaldas que busca cualquier apoyo para verlo mejor. O la fila en diagonal de zapatos de tac¨®n de las mujeres arrodilladas en una misa oficiada en un sal¨®n de actos. ¡°Me gustaban los detalles, los apartes, y fijarme en la gente. El estilo Masats, es la gente¡±, dice de s¨ª mismo.
Esa perspectiva la pose¨ªa alguien que no se hab¨ªa formado como fot¨®grafo, ni estudiado teor¨ªas, m¨¢s all¨¢ de hacer ojo mirando revistas ilustradas en los ratos muertos del servicio militar. ¡°Para m¨ª, es el primer ejemplo de autor en Espa?a, entendido como fot¨®grafo que toma decisiones para encuadrar de una forma, con una geometr¨ªa de los elementos retratados, hasta detener el tiempo¡±, destaca Conesa.
Otro ingrediente en la fotograf¨ªa de Masats es el humor, la iron¨ªa de un tipo socarr¨®n. Ah¨ª est¨¢ la imagen de 1960 del c¨¦lebre radiofonista Bobby Deglan¨¦, con la rodilla apoyada en un busto de Franco puesto a subasta para recaudar fondos por el terremoto de Agadir (Marruecos). O su foto m¨¢s conocida, Seminario. Madrid (1960) ¡ª¡°la primera fotograf¨ªa espa?ola que compr¨® el MoMA¡±, apunta Conesa¡ª con un seminarista ataviado con sotana que hace una estirada a lo Casillas para intentar detener el bal¨®n disparado por otro religioso.
Pese a este humor, ¡°Espa?a era un pa¨ªs muy pobre y muy triste¡±, a?ade Masats. ¡°Unos hab¨ªan perdido la guerra y a otros no les iba bien¡±, recuerda a sus 89 a?os. Pero a ¨¦l no le interes¨® nunca ¡°hacer sangre de la miseria¡± en aquella Espa?a de capirotes y tricornios, como ilustra la foto de una procesi¨®n en Arcos de la Frontera (C¨¢diz).
En esta exposici¨®n, que forma parte de la programaci¨®n del festival PHotoEspa?a, hay un apartado con 10 im¨¢genes del maravilloso trabajo que hizo sobre el mundo del boxeo, Neutral Corner: sombras, contraluces y figuras que se desdibujan para lograr una factura digna del mejor cine negro, una de sus influencias, como reconoce. Siguiendo con pel¨ªculas, es inevitable pensar en El verdugo al contemplar las im¨¢genes de la mugrienta Direcci¨®n General de Seguridad. Sobre un fondo de sucios azulejos blancos, cuelga una ristra con las correas y corbatas que se quitaban a los presos para que no se lesionasen, pero que se les devolv¨ªa si ten¨ªan que ver al juez.
Tambi¨¦n hay estampas de un realismo rural casi m¨¢gico, con un campesino que muestra la tierra seca cubierta con sardinas, porque se usaban de abono. Y otra de las celeb¨¦rrimas instant¨¢neas de este premio Nacional de Fotograf¨ªa en 2004, Tomelloso (1960), con una mujer que se afana en aplicar en el suelo y las paredes un insecticida que toma forma de zigzagueante raya.
Y c¨®mo no, no pod¨ªan faltar los toros, pero con sorpresa. Como la imagen de la enorme espalda y sombrero de un hombre que observa a un diminuto torero en la plaza, un fotograma que firmar¨ªa Orson Welles. O la cabeza de toro que cuelga en una tienda del Rastro de Madrid, convertida en l¨¢mpara gracias a dos bombillas sostenidas en la cornamenta por cables. Espa?a fue as¨ª y Masats captur¨® el rev¨¦s del t¨®pico.
El retrato de Franco
Una peque?a sala est¨¢ dedicada al retrato que Masats hizo a Franco, ¡°un encargo que no pude rechazar¡±, dice. En 1963, mientras estaba en Huelva por un reportaje, el director de una sucursal bancaria le pregunt¨® que por qu¨¦ no fotografiaba al Jefe del Estado, una imagen que servir¨ªa para decorar las oficinas de la entidad. Masats le contest¨® que ¨¦l no ten¨ªa acceso al Pardo. ¡°Una semana despu¨¦s, recib¨ª una llamada para que me presentara en el despacho del General¨ªsimo. Como no llevaba luces, lo acerqu¨¦ a la ventana. Yo interrump¨ªa los disparos para medir la luz cerca de su cara y me preguntaba que por qu¨¦ lo hac¨ªa tantas veces. Es que con el viento, las nubes tapan el sol¡±, le expliqu¨¦. Entonces, Franco le interrumpi¨®: "No se preocupe, que yo le aviso". "As¨ª que se pon¨ªa a mirar por la ventana y dec¨ªa ¡®que viene el sol¡¯, y yo pon¨ªa el diafragma de sol. ¡®Pare usted, que vienen las nubes¡ que sale el sol¡±. El resultado fue un retrato con una mancha de luz con forma f¨¢lica apuntando a la cabeza del dictador.
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