Ian Michael, hispanista y novelista de la Transici¨®n
El medievalista brit¨¢nico escribi¨® sobre los bajos fondos espa?oles
El distinguido medievalista y catedr¨¢tico en Oxford Ian Michael, nacido en Gales en 1936, ha muerto en Madrid y cerca de los escenarios de algunas de las novelas polic¨ªacas que a partir de 1979 empez¨® a publicar en ingl¨¦s con gran ¨¦xito y fueron debidamente apareciendo en espa?ol publicadas por Grijalbo y traducidas, la mayor parte, por el escritor Antonio-Prometeo Moya.
Michael, un hombre inteligente, jovial y muy locuaz (su espa?ol era impecable, y rico en los modismos de regusto cl¨¢sico que no pocos estudiosos extranjeros conocen y usan mejor que los hablantes nativos), desarroll¨® una brillante trayectoria acad¨¦mica en las universidades de Manchester y Southampton, hasta suceder en 1982 al legendario Sir Peter Russell como titular de la King Alfonso XIII Chair of Spanish en la Universidad de Oxford, donde coron¨® su carrera y se jubil¨®, instal¨¢ndose a vivir permanentemente en un c¨¦ntrico piso madrile?o. Autor de trabajos de investigaci¨®n sobre El libro de buen amor y La Celestina, entre otras obras, prepar¨®, en la recordada colecci¨®n de Cl¨¢sicos Castalia ediciones de referencia del Poema de M¨ªo Cid y, a finales de 2006, ya en su retiro, una largamente trabajada y monumental edici¨®n cr¨ªtica de los Milagros de Nuestra Se?ora de Berceo, de la que sent¨ªa, y con raz¨®n, muy orgulloso.
Ese sabio meticuloso era un Ian Michael que albergaba a otro, de nombre falso, o supuesto, David Seraf¨ªn, que se dio a conocer de modo inesperado, incluso para quienes le conoc¨ªan bien, en 1979, con la publicaci¨®n de una novela del g¨¦nero negro llamada Saturday of Glory pero toda ella situada en la capital de una Espa?a efervescente que vive la hist¨®rica Semana Santa de 1977, en medio de las tensiones de la legalizaci¨®n del PCE y la inminencia de las primeras elecciones democr¨¢ticas. En ese relato de perfecta construcci¨®n y ritmo trepidante, Seraf¨ªn da la clave de su propuesta narrativa con este aviso de autor incluido en la primera edici¨®n espa?ola del libro, S¨¢bado de gloria (1983): ¡°Aunque los personajes que aparecen en la presente novela son ficticios y sus actividades totalmente imaginarias, se ha hecho el mayor esfuerzo posible por situar tanto unos como otras entre hechos aut¨¦nticos y en lugares reales¡±. El mecanismo serafiniano quedaba rotundamente expuesto en la segunda de sus novelas, publicada en castellano ese mismo a?o con el fiel pero no muy seductor t¨ªtulo El metro de Madrid, Madrid Underground en el original, donde de nuevo el protagonista y maestro de ceremonias es el comisario Luis Bernal, una creaci¨®n muy notable del detective deductivo y avispado que reaparecer¨ªa en las seis novelas de Seraf¨ªn.
El Metro de Madrid, para mi gusto la obra maestra de la serie (que estuvo, por cierto, en un tris de ser llevada a la peque?a pantalla con Jos¨¦ Sacrist¨¢n de protagonista), tiene en su primera p¨¢gina el mapa de la red del ferrocarril subterr¨¢neo de Madrid, ¡°con las principales estaciones que aparecen en este relato¡±; una estratagema de erudito que quiere situar sus fuentes a la vez que demuestra el conocimiento profundo del subsuelo madrile?o. Cada cap¨ªtulo lo encabeza el nombre de la estaci¨®n de metro donde la acci¨®n sucede o tiene relevancia argumental. Lo cual nos lleva a los bajos fondos, que es el terreno donde este siempre pulcro aunque chispeante catedr¨¢tico de literatura le gustaba, al menos como observador, moverse, o reiventar, en Madrid pero tambi¨¦n en otras capitales espa?olas a las que el esforzado Bernal se desplaza para resolver sus casos criminales. En cierto modo, los seis t¨ªtulos que revalidan el m¨¦rito del narrador policial que es David Seraf¨ªn puede tambi¨¦n entenderse como un vadem¨¦cum de la Transici¨®n y una gu¨ªa viajera de la infinita curiosidad y conocimiento de nuestro pa¨ªs que ten¨ªa el autor/profesor: desde las cloacas del poder m¨¢s elevado, a los suburbios, llegando a C¨¢diz, a las Canarias y la Costa del Sol, donde El ¨¢ngel de Torremolinos cerrar¨ªa la segunda vida imaginaria de Ian Michael.
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