Largo viaje hacia la noche en Oriente Medio

El director italiano Gianfranco Rosi regres¨® este mi¨¦rcoles a la competici¨®n en la Mostra de Venecia, siete a?os despu¨¦s de alzarse con el Le¨®n de Oro en 2013 con Sacro GRA, con un nuevo documental rodado en las fronteras que separan Siria, Irak, Kurdist¨¢n y L¨ªbano. Notturno recoge escenas cotidianas y breves encuentros con civiles, en el intersticio que dejan las guerras civiles y los ataques militares.

El cineasta italiano no ha filmado frontalmente la violencia del conflicto, que se oye como un eco lejano en sus ordenados y engalanados encuadres. ¡°Notturno empieza donde termina el trabajo del reportaje o los t¨ªtulos del telediario, que despu¨¦s olvidan esas historias. Sent¨ªa la necesidad de contar algo m¨¢s ¨ªntimo y emocional¡±, expres¨® Rosi en la rueda de prensa de la pel¨ªcula, donde afirm¨® que todav¨ªa no ha dejado del todo atr¨¢s una experiencia que le ha cambiado la vida.

Notturno es la continuaci¨®n l¨®gica de Fuego en el mar, su anterior proyecto, una inmersi¨®n en la isla de Lampedusa durante la crisis de los refugiados, con la que gan¨® el Oso de Oro en la Berlinale de 2016 y lo consagr¨® como uno de los nombres centrales del g¨¦nero documental en Europa. Entonces se le pudo reprochar que se interesase menos por esos migrantes que por una poblaci¨®n italiana perpleja o temerosa ante la llegada masiva de demandantes de asilo. Su respuesta a esas cr¨ªticas es esta nueva pel¨ªcula en la que acude a los pa¨ªses de origen de muchos inmigrantes para mostrar las razones que les llevan a nadar hacia otras orillas.

Viudas que lloran a sus hijos asesinados en la c¨¢rcel, los pacientes de un instituto psiqui¨¢trico que ensayan una obra sobre la historia de la regi¨®n o un pescador que oye de lejos el estruendo de las bombas, una banda sonora ante la que ya ni se inmuta, protagonizan las peque?as burbujas, filmadas por Rosi, de vida y de resistencia en medio del horror, que se despliegan en interiores silenciosos y paisajes lunares, que parecen rodeados de una noche permanente.

Como es habitual en el trabajo de Rosi, la pel¨ªcula es una contemplaci¨®n de la realidad sin bustos parlantes ni voz en off, aunque eso no significa que la cinta est¨¦ desprovista de intenci¨®n. M¨¢s abstracta que Fuego en el mar y bastante menos folcl¨®rica en su acercamiento a la realidad retratada, la pel¨ªcula no tiene una aspiraci¨®n enciclop¨¦dica ni pretende condensar un problema dif¨ªcil de resumir en dos horas de metraje, sino ofrecer una perspectiva complementaria a la period¨ªstica.

El resultado no es apto para impacientes. Notturno, uno de los t¨ªtulos m¨¢s potentes vistos hasta ahora en una competici¨®n tirando a ¨¢tona, se toma su tiempo para desgranar sus peque?as verdades. La recompensa llega con algunas secuencias demoledoras que, solo en alg¨²n caso, son tambi¨¦n un tanto problem¨¢ticas, como cuando Rosi recurre a los ni?os para pronunciar el pathos sin que sea necesario, o cuando salta a la vista que las ha escenificado con sus protagonistas en nombre del embellecimiento est¨¦tico. Ah¨ª se reabre un debate tan eterno e irresoluble como el de los l¨ªmites de la ¨¦tica a la hora de reflejar las mayores atrocidades cometidas por el hombre.