Una Arcadia cultural en el coraz¨®n de la pandemia
Bajo estrictas medidas de seguridad, el Hay Festival Segovia re¨²ne a pensadores, escritores y artistas en cuatro d¨ªas de celebraci¨®n humanista
Vivimos tiempos propicios al estoicismo y quiz¨¢s por eso alguien en alg¨²n momento de estos d¨ªas en los que Segovia se ha convertido en una isla de humanismo y cultura se acord¨® de Epicteto y aquello de que lo que nos hace sufrir no es lo que nos pasa sino lo que nos decimos sobre lo que nos pasa. Esa era la propuesta radical del Hay Festival, cambiar el discurso y, rodeados de extraordinarias medidas de seguridad, pensar y celebrar lo esencial, volver a los libros, a los paisajes, a las historias y reunirse durante cuatro d¨ªas en torno a las ideas y la est¨¦tica. Y todo a 30 minutos en AVE de un Madrid al borde del confinamiento y en una de las provincias de Europa m¨¢s castigadas por el coronavirus.
¡°Es m¨¢gico estar aqu¨ª pese a todas las tormentas¡±, coment¨® la poeta Aurora Luque, ¨²ltima ganadora del premio Loewe, que pudo aprovechar el festival para presentar su poemario junto a Raquel V¨¢zquez, la galardonada en la categor¨ªa de j¨®venes creadores. Ser¨¢ la ¨²nica presentaci¨®n en un lugar con p¨²blico en tiempos de relaciones telem¨¢ticas. ¡°Hay que resistir a lo digital a trav¨¦s de la palabra y el pensamiento. Preservar los v¨ªnculos anal¨®gicos, lo que importa¡±, a?adi¨® V¨¢zquez.
El plan de los organizadores de celebrar la mayor¨ªa de los actos en los magn¨ªficos jardines repartidos por la ciudad, muchos ocultos al paseante, se frustr¨® por la lluvia. Bajo techo, en ocasiones con mucha m¨¢s distancia de la exigida y siempre con mascarilla, el p¨²blico segu¨ªa igual de entregado. Hubo m¨¢s presentaciones in¨¦ditas, como la de la nueva novela de Rosa Montero, La buena suerte (Alfaguara), otra de sus historias de supervivientes, nada m¨¢s propio para estos tiempos. ¡°Toda historia es una historia de muerte¡±, dijo Guillermo Arriaga parafraseando a Hemingway para entrar en contexto en el di¨¢logo con el periodista Antonio Lucas sobre la novela con la que ha ganado el premio Alfaguara, Salvar el fuego. Arriaga estaba en M¨¦xico, conectado por videoconferencia, frente a un p¨²blico desperdigado por las butacas del Teatro Juan Bravo, la pandemia obliga, un foro que tantas veces en el pasado se ha quedado peque?o y que estos d¨ªas parec¨ªa solemne y silencioso.
Yo creo que la cultura es un derecho del ser humano, una prioridad. No podemos volver a la dicotom¨ªa civilizaci¨®n o barbarieSheila Cremaschi
¡°Yo creo que la cultura es un derecho del ser humano, una prioridad. No podemos volver a la dicotom¨ªa civilizaci¨®n o barbarie¡±, coment¨® a este diario Sheila Cremaschi, directora del Hay Festival Segovia, para responder a quienes critican estos esfuerzos para difundir la cultura en plena crisis por la pandemia. Si hay un lugar en el que se pueden juntar el mejor paisajista del mundo, un pr¨ªncipe con inquietudes ecologistas, un sacerdote con grandes best seller y un radical renovador de la novela francesa ese es el Hay Festival. ¡°El final de las grandes guerras se ha firmado en jardines. Volvamos al origen, volvamos al jard¨ªn¡±, propuso desde su estudio el paisajista Fernando Caruncho a un p¨²blico que madrug¨® el s¨¢bado para escucharlo en el aula magna de la IE University. Algunos repitieron m¨¢s tarde con el pr¨ªncipe Hussain Aga Khan y su cruzada conservacionista a favor de la vida oce¨¢nica, una misi¨®n con una alta carga est¨¦tica que se pod¨ªa ver en los cientos de fotograf¨ªas mostradas.
Fue un peque?o momento de respiro para un festival en el que la pandemia se filtr¨® por doquier. ¡°La herida propia no se entiende sin la herida del mundo¡±, afirm¨® Pablo D¡¯Ors ante un auditorio fascinado con las palabras del autor de Biograf¨ªa del silencio (Galaxia Gutenberg), un ensayo que se agot¨® en las dos librer¨ªas del festival tras la charla y que el te¨®logo firm¨® y firm¨® como en tiempos prepand¨¦micos. Su pr¨®ximo libro se llamar¨¢ Biograf¨ªa de la luz, una peque?a primicia que D¡¯Ors quiso compartir con los asistentes entre risas. Tambi¨¦n supieron quienes escucharon a Manuel Vilas que, tras Ordesa y Alegr¨ªa, abandonar¨¢ el universo personal y que en su pr¨®xima novela el coronavirus estar¨¢ presente a trav¨¦s de una pareja cuyo amor se trunca por la pandemia. ¡°Esto me ha dejado KO. Cuando un escritor no entiende lo que est¨¢ pasando escribe¡±, asegur¨®. Y si alguien es capaz de explicar y transmitir mucho en poco espacio es ?ric Vuillard. El autor de El orden del d¨ªa (Tusquets) dio una clase magistral sobre los fundamentos de sus novelas, los ensayos previos, los entresijos del lenguaje o c¨®mo llega a contar una rebeli¨®n ciudadana que revent¨® Europa en el siglo XVI en menos de 100 p¨¢ginas tal y como hace en La guerra de los pobres.
El domingo Segovia despert¨® y la pandemia segu¨ªa ah¨ª, pero la lluvia dio un respiro y la poes¨ªa llen¨® los jardines de El romeral de San Marcos, donde poetas, embajadores, espont¨¢neos y aficionados leyeron poes¨ªas propias y ajenas y llenaron los rincones de este peque?o para¨ªso a los pies del Alc¨¢zar de versos en holand¨¦s, italiano, espa?ol, alem¨¢n, portugu¨¦s y franc¨¦s. Por unas horas, la palabra y la literatura se superpusieron al desastre.
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