Gils, Jobims, Buarques, Velosos... La sucesi¨®n en la majestuosa familia de la m¨²sica brasile?a
Los herederos de Gil, Jo?o Gilberto, Tom Jobim y otros nombres que forjaron la identidad sonora y cultural de Brasil escriben nuevos cap¨ªtulos de la m¨²sica popular
Maria, Francisco, Jos¨¦, Isabel, Jo?o, Ma¨ªra, Martim, Helo¨ªsa. Nombres tradicionales en tantas familias brasile?as que, en casos excepcionales, llevan el ADN de la bossa nova, la samba, el rock¡¯n¡¯roll, la m¨²sica brasile?a en todas sus vertientes. Crecieron rodeados de instrumentos musicales y correteaban entre bastidores antes de aprender a leer y escribir. Son herederos de otros nombres que construyeron y construyen la identidad cultural de un pa¨ªs y que, hoy en d¨ªa, dotan de una musicalidad propia la historia de la m¨²sica popular brasile?a.
¡°La nueva m¨²sica popular brasile?a tiene toques del universo del pop, que trae nuestra generaci¨®n. Y nuestra contribuci¨®n al pop es precisamente rescatar elementos tradicionales¡±, afirma Jos¨¦ Gil, de 29 a?os, hijo de Gilberto Gil, famoso mundialmente por sus m¨²sicas elementales para reconocer el ritmo brasile?o. Junto con Jo?o Gil, de 27, y Francisco Gil, de 25, nietos del tropicalista, forma el tr¨ªo Gilsons, que revisita la sonoridad afrobrasile?a en la percusi¨®n, la trompeta y la guitarra.
Aunque Jos¨¦ es oficialmente t¨ªo de los otros dos, la peque?a diferencia de edad los ha hecho crecer como hermanos y descubrir la m¨²sica juntos. La imagen de la portada del primer EP, V¨¢rias queixas (regrabaci¨®n de un ¨¦xito de la banda Olodum), es precisamente una imagen de los tres, de ni?os, tocando instrumentos de juguete en el sal¨®n. ¡°La banda es, en cierto modo, una continuaci¨®n de esta convivencia familiar¡±, dice Francisco Gil, hijo de Preta Gil, cantante y productora cultural. Los veranos y carnavales vividos en Bah¨ªa generaron no solo recuerdos, sino tambi¨¦n una profunda reverencia por las comparsas afros, presentes en un repertorio que va del afox¨¦ al chotis, pasando por el bai?o.
El pasado 12 de septiembre, los Gilsons subieron al escenario por primera vez junto a su padre y abuelo. Fueron la principal atracci¨®n del Festival Coala, que, debido a la pandemia, se celebr¨® de forma virtual. Presentaron todo su repertorio y Gilberto Gil toc¨® la guitarra en todas las canciones. La interacci¨®n de la familia durante todo el concierto hizo evidente que Gil es, de hecho, una influencia para el grupo. ¡°No tenemos c¨®mo escapar, es una de las mayores fuerzas musicales de los siglos XX y XXI. No hay muchos artistas que hayan logrado lo que ¨¦l y Caetano [Veloso] han conseguido: una carrera de 50 a?os publicando discos, en cada ¨¦poca con su propia est¨¦tica y experiencia¡±, dice Jo?o, hijo de la cantante Nara Gil, la hija mayor de Gil. Precisamente porque la generaci¨®n de sus padres ya ha continuado el linaje musical de su abuelo, los Gilsons no temen ser calificados como ¡°nietos o hijos de¡±. El nombre del grupo, ideado por Preta Gil, lo deja claro. Aunque reconocen que m¨¢s que ser una carga por las comparaciones, el apellido les abre puertas en una industria en la que pocos tienen ¨¦xito financiero. ¡°Es un privilegio, por supuesto. Estamos m¨¢s familiarizados con la forma en que funcionan las cosas, el proceso de grabaci¨®n, c¨®mo se hace un concierto... Al crecer en este ambiente, conocemos a mucha gente, desde t¨¦cnicos hasta productores¡±, dice Jo?o.
A pesar de su ilustre apellido y tener las puertas abiertas, los tres dicen que nadie les incentiv¨® a seguir una carrera musical. ¡°El gran m¨¦rito fue tener un instrumento a mano. Nunca hubo esta cosa de ¡®ah, tienes que tocar¡¯, pero siempre hab¨ªa guitarras y bater¨ªas en casa de mi abuelo, as¨ª que toc¨¢bamos¡±, recuerda Jo?o. ¡°Sol¨ªamos hacerlo a escondidas, rob¨¢bamos guitarras, quem¨¢bamos los amplificadores¡±, se r¨ªe Jos¨¦. En estos ensayos de la ¡°banda casera¡±, estuvieron muchas veces los hijos de Caetano Veloso ¡ªMoreno, Tom y Zeca¡ª, con los que crecieron, dada la amistad de d¨¦cadas entre los dos m¨²sicos de la Tropicalia. EL PA?S intent¨® entrevistarlos a los tres, que estaban de gira con Caetano presentando el ¨¢lbum Ofert¨®rio, pero la asesor¨ªa de prensa de la familia inform¨® que no quer¨ªan hablar.
Actualmente, los Gilsons editan algunas de sus canciones en la oficina de Gilberto, que, a pesar de tener muchas d¨¦cadas de experiencia, aprende nuevas t¨¦cnicas con su prole. ¡°Como nuestra generaci¨®n tiene m¨¢s intimidad con los nuevos lenguajes musicales que han surgido con la tecnolog¨ªa, se los transmitimos¡±, dice Jos¨¦. El tr¨ªo dice que su padre y abuelo suele ser ¡°cari?oso¡± al opinar sobre sus composiciones, aunque ellos no le preguntan mucho. Prefieren mostrar el resultado final. ¡°No es un tipo al que le guste todo y por eso no es bueno mostr¨¢rselo antes, porque creemos mucho en nuestro sonido. A veces, sus comentarios no son muy buenos, pero nosotros seguimos adelante¡±, a?ade Jos¨¦.
Como bien demuestra la familia Gil, algunos apellidos parecen bendecir el destino ¡ªal menos profesional¡ª de quienes los llevan. En el caso de Bebel Gilberto, hija de Jo?o Gilberto, uno de los fundadores de la bossa nova, y de la cantante Mi¨²cha, parec¨ªa casi inevitable. ¡°Su m¨²sica siempre me ha influido mucho. Escuch¨¦ tanto su guitarra cuando era peque?a, que adquir¨ª una noci¨®n arm¨®nica incalculable¡±, dice la cantante, de 54 a?os, que acaba de publicar el ¨¢lbum Agora, cuatro d¨¦cadas despu¨¦s de haber debutado junto a su padre cantando Chega de saudade y 20 a?os despu¨¦s del debut del ¨¢lbum Tanto tempo, que vendi¨® millones de copias en Estados Unidos.
Jo?o Gilberto era conocido por su obsesi¨®n por alcanzar la perfecci¨®n cuando cantaba y tocaba. Bebel cuenta que, a veces, el af¨¢n musical de su padre la molestaba. Insist¨ªa en tocar la guitarra Di Giorgio incluso cuando su hija solo quer¨ªa hablar. ¡°Y entonces escuchaba. Hoy entiendo la importancia de haberme callado y escuchado. De alguna manera, logr¨¦ marcar una est¨¦tica y un sonido especial, algo que oyes y es inconfundible, igual que hizo ¨¦l¡±, dice. El nuevo trabajo, que trae la bossa electr¨®nica que la caracteriza, marca su regreso a R¨ªo despu¨¦s de vivir 27 a?os en Nueva York y es una declaraci¨®n de amor a Jo?o Gilberto.
Na outra metade da vida [En la otra mitad de la vida]
Voc¨º soube, fez tudo [Lo sab¨ªas e hiciste todo]
Mas nessa metade [Pero en esta mitad]
Vou ter que tentar te ensinar (...) [Tendr¨¦ que ense?arte (...)]
O que n?o foi dito [Lo que no se dijo]
J¨¢ estava escrito [Ya estaba escrito]
Deixa eu cuidar de voc¨º [Deja que cuide de ti]
¡°Hice esa canci¨®n para ¨¦l porque quer¨ªa hablar y no encontraba la manera de hacerlo¡±, dice Bebel sobre la letra de O que n?o foi dito. En 2018, pidi¨® que bloquearan los bienes y derechos de autor de Jo?o Gilberto, porque no estaba en condiciones de administrarlos. ¡°La repercusi¨®n en la prensa fue como si lo hiciera con malas intenciones, a pesar de que siempre tuvimos una relaci¨®n muy estrecha y de confianza¡±, lamenta la cantante, que perdi¨® a su madre en diciembre de 2018 y a su padre en julio de 2019. En Agora, exorciza su dolor con canciones de tono esperanzador y canta el amor a su legado y a la m¨²sica brasile?a.
La m¨²sica ya estaba all¨ª
Si a Jo?o Gilberto se le conoce como el inventor del ritmo de bossa nova, a Tom Jobim se le considera su gran compositor y maestro. Y quien lleva su legado en la m¨²sica es tambi¨¦n una mujer: Maria Luiza Jobim, de 33 a?os. Despu¨¦s de trabajar como arquitecta y estudiar Filolog¨ªa, acept¨® que su destino era realmente la m¨²sica. Como siempre le ha ido la m¨²sica electr¨®nica, ha construido un sonido propio muy diferente al de su padre. Entre 2013 y 2017, form¨® con el m¨²sico Lucas Paiva el d¨²o Opala, con un repertorio de indie-pop electr¨®nico cantado en ingl¨¦s.
Maria Luiza es biling¨¹e y sus primeras canciones nacieron en ingl¨¦s. El portugu¨¦s solo ha aparecido ahora, en Casa Branca, su primer trabajo en solitario, que recoge recuerdos de una infancia vivida junto a sus padres en una casa del barrio Jardim Bot?nico, en R¨ªo de Janeiro. Son muchos. Uno es que se quedaba debajo del piano mientras Tom ensayaba con su banda, compuesta b¨¢sicamente por la familia y Danilo Caymmi, el padrino de Maria Luiza. ¡°Dorival Caymmi iba a casa y cantaba con mi padre y yo estaba fascinada por su timbre... Son cosas que siempre llevar¨¦ conmigo y que, sin duda, siempre estar¨¢n en mi m¨²sica¡±, afirma. Adem¨¢s de Maria Luiza, su hermano mayor, Paulo Jobim, y su sobrino, el pianista Daniel Jobim, hijo de Paulo, tambi¨¦n son m¨²sicos.
Llevar uno de los mayores apellidos de la MPB es tanto un privilegio como una responsabilidad. ¡°Es parte de mi legado. La m¨²sica estaba all¨ª, y yo nac¨ª. Llegu¨¦ a ese sal¨®n y tuve el privilegio de ver esas reuniones de cerca y, por mucho que no lo entendiera, sent¨ªa y me embeb¨ªa de todo aquello¡±. Parte de lo que absorbi¨® se revela en su proceso de composici¨®n, que Maria Luiza describe como intuitivo. ¡°A veces empieza con una sola palabra, una idea, una sensaci¨®n...¡±, dice, que pasa la cuarentena en una casa en el interior del Estado de R¨ªo de Janeiro. Como tuvo que aplazar la gira de presentaci¨®n del disco por la pandemia, hace actuaciones en las redes sociales ¡ªincluso en los directos diarios de la cantante brasile?a Teresa Cristina¡ª y no para de componer. ¡°He estado haciendo mucha m¨²sica a distancia, con compa?eros. Creo que voy a salir de la cuarentena con un disco nuevo¡±, se r¨ªe.
Crecer en una casa musical fue tambi¨¦n decisivo para que Tim Bernardes, de 29 a?os, siguiera su vocaci¨®n y se convirtiera, seg¨²n los cr¨ªticos, en uno de los nombres de ¡°la renovaci¨®n de la MPB¡±. Hijo del cantante y compositor Maur¨ªcio Pereira, que marc¨® la m¨²sica de los a?os ochenta en Brasil con el grupo Os mulheres negras, Tim pronunci¨® ¡°m¨²sica¡± antes de cualquier otra palabra cuando era peque?o, como demuestra un v¨ªdeo familiar. A los seis a?os, ya tocaba algunos instrumentos. A los 17 a?os, empez¨® a componer. Despu¨¦s, estudio M¨²sica (¡°Soy un nerd¡±, dice) y perfeccion¨® su talento natural, elogiado por Caetano Veloso: ¡°su afinaci¨®n es una maravilla, su control de la din¨¢mica, su refinamiento, su ejecuci¨®n instrumental y su libertad a la hora de utilizar con elegancia el escenario y la luz¡±.
Vocalista de la banda O Terno, Tim tambi¨¦n lanz¨®, en 2017, el ¨¢lbum en solitario Recome?ar, aclamado por cantar el dolor en forma de bellas canciones. En este ¨¢lbum, toca todos los instrumentos, hizo todos los arreglos y tambi¨¦n la producci¨®n. Su estilo ya ha sido descrito como ¡°indie-hippie-retro brasile?o¡±, una broma que ¨¦l mismo hizo en una de las letras, como un retrato ir¨®nico de su propia generaci¨®n. ¡°El tropicalismo mezcl¨® la cultura brasile?a con lo que pasaba en el mundo, como el Sgt. Peppers de los Beatles. Bebo de Caetano, Gil, Clube da Esquina, pero tambi¨¦n de Tame Impala, Mac DeMarco... No lo veo exactamente como una renovaci¨®n de la MPB, sino como una continuaci¨®n, una experimentaci¨®n¡±, explica. Nada m¨¢s diferente del estilo de su padre, que Tim resume como ¡°algo muy propio, el mauriciopererismo¡±, a pesar de que ambos han trabajado juntos: Maur¨ªcio compuso cinco de los temas del ¨¢lbum debut de la banda O Terno. ¡°Nunca me pareci¨® que continuara algo suyo, su sonido es mucho m¨¢s de los a?os 80 y 90. La m¨²sica que yo he escuchado es diferente de la que ¨¦l escuch¨®. Tal vez por eso fue tan agradable trabajar con ¨¦l¡±, dice Tim.
Sin embargo, el ejemplo de la carrera de su padre tambi¨¦n le trajo algunas inseguridades. La mayor era el miedo a no poder vivir de la m¨²sica. Cuando Tim era todav¨ªa un ni?o, en los a?os 90, Mauricio dej¨® la banda Os mulheres negras para experimentar e innovar sin ataduras. "Era muy dif¨ªcil hacer m¨²sica independiente en ese momento y me di cuenta de que el dinero era realmente un problema en casa. As¨ª que, cuando sinti¨® la vocaci¨®n de estudiar m¨²sica, pens¨® en estudiar otra cosa y dejar el arte como plan B. Pero sus padres lo incentivaron. Poco m¨¢s de 10 a?os despu¨¦s de que su padre se sacrificara para vivir como m¨²sico independiente, Tim Bernardes y sus compa?eros de O Terno se las arreglan, gracias a la revoluci¨®n digital, para hacer arreglos y grabaciones en casa con facilidad. ¡°Tengo facilidad para imaginar y visualizar el producto final, ya sea un v¨ªdeo, una foto, un clip, una canci¨®n, la melod¨ªa, el timbre... Es el producto completo lo que me gusta, as¨ª que me gusta imaginar el resultado final y, a partir de ah¨ª, investigar y entender c¨®mo puedo llegar ah¨ª¡±, dice el ¡°nerd de la m¨²sica¡±.
Rumbos diferentes
Haber crecido en una familia musical determin¨® los pasos de todos estos herederos de la m¨²sica brasile?a, pero los caminos que tom¨® la pianista y cantante Ma¨ªra Freitas resultaron ser m¨¢s sinuosos. A pesar de haber crecido en R¨ªo de Janeiro entre sambistas, desde muy joven decidi¨® tomar caminos diferentes a los de su padre, el veterano Martinho da Vila y su hermana, Mart¡¯n¨¢lia, que sigui¨® los pasos de su padre. Ma¨ªra, a pesar de crecer rodeada por el ritmo mas conocido de Brasil, a los siete a?os quiso aprender a tocar el piano. Empez¨® tocando a Mozart y Chopin y pretend¨ªa ¡°ser una pianista cl¨¢sica¡±. Su familia tard¨® en creer en su vocaci¨®n. ¡°Otros tambi¨¦n tomaron clases de piano, pero nadie se lo tomaba en serio. Yo insist¨ªa para que me regalaran un piano y no lo consegu¨ª hasta que tuve 11 a?os¡±.
Como la samba siempre estuvo presente en su vida, adem¨¢s de tantos otros estilos, comenz¨® a mezclar su formaci¨®n cl¨¢sica con la m¨²sica popular. Hoy su piano se mezcla con el tamborileo del tambor sordo y el pandero. ¡°Para m¨ª, eso de improvisar era horrible, quer¨ªa leer la partitura...¡±, cuenta. ¡°Pero mi formaci¨®n te¨®rica me dio una gran base t¨¦cnica. Mis discos tienen una fuerte vena de la m¨²sica carioca, pero tambi¨¦n tienen m¨²sica electr¨®nica, pop, mucho jazz, un poco de piano cl¨¢sico... Creo que soy una gran mezcla loca de cosas¡±, a?ade. Ma¨ªra ya ha lanzado dos ¨¢lbumes, el ¨²ltimo en 2015, y hace conciertos y giras, incluso junto a su hermana y su padre. Dice que Martinho da Vila la influye m¨¢s espiritualmente, ¡°gui¨¢ndonos¡±, que directamente. ¡°Y aprendo mucho sigui¨¦ndolo como m¨²sico, viendo las maneras geniales que tiene de tratar al p¨²blico y dirigir el espect¨¢culo. Aunque no tiene formaci¨®n te¨®rica, tiene mucha experiencia y sabe lo que quiere¡±, dice.
Pero Ma¨ªra no vive solo de conciertos y discos. En casa, hace producciones, compone temas para series y pel¨ªculas y da clases de piano. ¡°Internet le ha dado a mi generaci¨®n acceso a todo. Puedo aprender una canci¨®n del ?frica Occidental y juntarla con otros g¨¦neros y esta base de MPB que es tan rica. Tienes a Milton [Nascimento], Caetano, mi padre, Gil, Djavan... La m¨²sica brasile?a es maravillosa, es diversa y fuerte y ecl¨¦ctica y r¨ªtmica y arm¨®nica. Y esta nueva generaci¨®n viene de esto y ahora puede hacer lo que quiera, sin la obligaci¨®n de tener que hacer esto o aquello¡±.
Combina este af¨¢n art¨ªstico y creativo con el cuidado de sus hijas, una de dos a?os y la otra de cuatro meses. Ha hecho conciertos estando embarazada, algunos junto a su padre, y en muchas ocasiones tiene que trabajar en casa con sus ni?as en el regazo. Recuerda que algunas personas dudaban o cuestionaban su capacidad para mantener una agenda de conciertos y seguir trabajando despu¨¦s de ser madre. Pero los prejuicios no son nada nuevo. ¡°A los 10 a?os escuch¨¦ que deber¨ªa tocar el tambor, no el piano. Las que tocan el piano suelen ser las hijas de las ricachonas, vestidas de rosa y con medias, y yo siempre he sido estrafalaria, at¨ªpica, llevaba ropa de colores, trenzas...¡±, recuerda, y se enorgullece de poder demostrar que una mujer negra puede estudiar m¨²sica y hacer algo m¨¢s rebuscado. ¡°Hoy soy el espejo donde se miran algunas personas. Recibo mensajes de mujeres negras que me siguen, ven que tambi¨¦n pueden hacerlo y empiezan a estudiar piano... Eso me hace feliz¡±, explica. Ella cree que sus responsabilidades van m¨¢s all¨¢ de la m¨²sica. ¡°Mi padre cantaba quem tiver mulher bonita [quien tenga una mujer bonita] / que traga presa na corrente [que la prenda con una cadena]. D¨¦jalo que lo siga tocando, pero yo tengo otras responsabilidades. Y no quiero hacer ninguna tonter¨ªa¡±.
Hijo de la melod¨ªa, nieto de la poes¨ªa
En la loter¨ªa gen¨¦tica de la m¨²sica brasile?a, algunos tienen el privilegio de pertenecer a dos linajes de peso. Es el caso del cantante y compositor Chico Brown, que hered¨® de su abuelo, Chico Buarque, el nombre y la poes¨ªa del amor y el desamor en las letras. De su padre, Carlinhos Brown, trae la melod¨ªa, el ritmo y el timbre de la m¨²sica de Bah¨ªa. A los 24 a?os, Chico ¡ªque tambi¨¦n es el sobrino de Bebel Gilberto (su madre, Silvia Buarque, es la prima de la cantante)¡ª lleg¨® lentamente a la industria de la m¨²sica, pero empez¨® bien: "Voy a cantar ahora la canci¨®n de mi compa?ero m¨¢s querido. As¨ª fue como Chico Buarque introdujo, en los conciertos de su m¨¢s reciente gira (Caravanas), la canci¨®n Massarandupi¨®, una composici¨®n instrumental de su nieto a la que le puso letra.
La melod¨ªa le lleg¨® a Chico Brown en un sue?o, ¡°como un regalo de alguna fuerza sobrenatural¡±, dice, con una mezcla de acentos de R¨ªo y Bah¨ªa. La colaboraci¨®n con su abuelo funciona as¨ª: el nieto env¨ªa la melod¨ªa por correo electr¨®nico y recibe la letra (generalmente mucho tiempo despu¨¦s) tambi¨¦n por correo electr¨®nico. Empez¨® a componer en la adolescencia, primero en el piano y despu¨¦s con la guitarra. ¡°La m¨²sica siempre ha estado presente, como una cura, un est¨ªmulo. Por eso, siempre he tenido bandas y he hecho canciones, desde que iba a la escuela, incluso para presentar trabajos en clase¡±, dice.
Su repertorio, que empez¨® a presentar el a?o pasado en conciertos por todo Brasil, puede considerarse una mezcla de guitarra bahiana con jazz fusi¨®n: combina las composiciones de autor ¡ªinfluenciadas por la MPB¡ª con otros ritmos latinoamericanos, elementos orientales, rock y m¨²sica cl¨¢sica. ¡°Siempre escucho de todo y mezclo lo que ya es tradicional con las cosas que me instigan musicalmente, cosas que me permiten, a trav¨¦s de la m¨²sica, cruzar las fronteras del espacio y el tiempo¡±, dice.
Cuando compone en la guitarra, Chico tiende a ir hacia la poes¨ªa, el ritmo, el contoneo. En el piano, va a lo cl¨¢sico. ¡°Hago m¨¢s vals, con algunas referencias m¨¢s, digamos, jobinianas. En la guitarra, soy m¨¢s Moraes Moreira, tropical, cancionero, con referencias de la samba y del jazz¡±. Las obras de su padre y de su abuelo no tienen una influencia directa en su creaci¨®n, aunque se inspira en la postura profesional de ambos, en c¨®mo se comportan en el escenario. A veces busca la poes¨ªa de su abuelo como inspiraci¨®n para una canci¨®n de protesta, o el lado r¨ªtmico de su padre para una m¨¦trica percusiva. ¡°Ya me ha pasado que algunos amigos escuchen mis canciones y digan, sin que me lo espere, que suenan como canciones de uno u otro¡±, admite.
Pero la responsabilidad de pertenecer a ese linaje musical proviene m¨¢s de la expectativa de los dem¨¢s, dice. Cuando crea, no piensa en si su canci¨®n va a satisfacer el gusto del p¨²blico de otra generaci¨®n. ¡°Porque su trabajo abarca d¨¦cadas, no puedo pretender compararme con ellos¡±, dice el joven m¨²sico, que pretende, sin embargo, sorprender a quienes tienden a subestimar o sobrevalorar su trabajo solo por su apellido. Como canta su abuelo y tocayo en la canci¨®n Paratodos, los reto?os hace muchos a?os que est¨¢n en la brecha ¡ªdesde que nacieron¡ª y, por suerte o por casualidad, son artistas brasile?os leg¨ªtimos.
Cr¨¦ditos:
Reportaje: Joana Oliveira y Felipe Betim
Maquetaci¨®n y dise?o: Alfredo Garc¨ªa Ortiz
Im¨¢genes y v¨ªdeos: Archivo personal de los artistas y divulgaci¨®n
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