La dictadura brasile?a contra Caetano Veloso: los archivos completos de la represi¨®n
EL PA?S analiza todo el proceso contra el cantante detenido en 1968, con comentarios in¨¦ditos del artista que no entraron en el documental ¡®Narciso de vacaciones¡¯

En 1968, el disco con la canci¨®n Che, de Caetano Veloso, fue incautado por la Polic¨ªa Federal por hacer propaganda socialista subversiva y apoyar a la revoluci¨®n cubana. En esa ¨¦poca, Caetano era miembro del Grupo Baiano y de otras organizaciones constituidas ¡°por cantantes y compositores de orientaci¨®n filocomunista¡±. En un concierto en el club Sucata, Caetano y Gilberto Gil cantaron una parodia del Himno Nacional al ¡°ritmo de Tropicalia¡±.
Nada de eso era cierto.
No existi¨® ning¨²n disco o canci¨®n llamados Che. No existi¨® ning¨²n ¡°Grupo Baiano¡±: era la forma como la prensa se refer¨ªa al grupo de cantantes y compositores que acababan de llegar de Bah¨ªa a R¨ªo de Janeiro. No se hizo ninguna parodia del himno nacional (tampoco existi¨® nunca un ¡°ritmo de Tropicalia¡±).
Sin embargo, estas alegaciones est¨¢n presentes en las 330 p¨¢ginas del proceso que el Estado brasile?o abri¨® en aquella ¨¦poca contra Caetano Veloso. El cantante fue detenido el 27 de diciembre de 1968, 14 d¨ªas despu¨¦s de que se promulgara el AI-5, una medida decretada por la dictadura militar (1964-1985) para cerrar el Congreso y reprimir a la disidencia. El documento sirvi¨® de punto de partida para el documental Narciso de vacaciones, de Renato Terra y Ricardo Calil, que se estren¨® mundialmente el 7 de septiembre en el Festival de Cine de Venecia. Pero la pel¨ªcula no revela todo el contenido de la documentaci¨®n, a la que EL PA?S ha tenido acceso.
En la parte superior de la primera p¨¢gina se puede ver el escudo de la Rep¨²blica o, en una nomenclatura m¨¢s precisa y simb¨®licamente m¨¢s aguda, el escudo de armas de Brasil. En la parte inferior, se identifica el contenido del documento, escrito protocolarmente en letras may¨²sculas. Sin embargo, bajo la banalidad burocr¨¢tica, lo que se escribe en unas pocas palabras se desdobla en significados marcados como cicatrices en la piel de la historia del Brasil, de su Rep¨²blica, de sus armas.
"CONSEJO DE SEGURIDAD NACIONAL
SECRETAR?A GENERAL
ACTO INSTITUCIONAL N? 5
PROCESO DE CAETANO EMANOEL VIANA TELES VELOSO"
El encabezado de la segunda hoja expone claramente lo que se pretend¨ªa en el tomo: ¡°Documentaci¨®n organizada con vistas a la aplicaci¨®n del Art¨ªculo 4 del Acto Institucional n? 5¡±. El art¨ªculo en cuesti¨®n die: ¡°En inter¨¦s de preservar la Revoluci¨®n, el presidente de la Rep¨²blica, habiendo escuchado al Consejo de Seguridad Nacional, y sin las limitaciones previstas en la Constituci¨®n, podr¨¢ suspender los derechos pol¨ªticos de cualquier ciudadano por un per¨ªodo de 10 a?os y revocar mandatos de representantes federales, estatales y municipales electos¡±. Caetano, seg¨²n el expediente que figura en el documento, fue detenido por ¡°subversi¨®n e incitaci¨®n al desorden¡±, categor¨ªas el¨¢sticas en las que se puede encajar lo que el acusador quisiera.
Justo debajo del encabezado, un ¨ªndice enumera los principios de la acusaci¨®n, con el aparente orden impecable de una tropa a la que se pasa revista:
"A - Exposici¨®n de motivos
B - Expediente individual
C - Informaci¨®n del Servicio Nacional de Informaci¨®n y otros organismos".
Sin embargo, nada de lo que aparece en las p¨¢ginas siguientes sugiere que se obedezcan los principios de la l¨®gica y la objetividad. Lo que se revela en el documento es una investigaci¨®n inconsistente y arbitraria, basada en errores primarios de verificaci¨®n (o simplemente mentiras propositivas), caracter¨ªsticas definitorias de los procesos judiciales en una dictadura.
¡°El documento es muy did¨¢ctico en el sentido de que revela la l¨®gica del r¨¦gimen dictatorial. Es decir, atrapar a alguien que ya se considera culpable y reunir elementos para fundamentar esa sospecha, sin mucho criterio¡±, dice el historiador Lucas Pedretti, que descubri¨® el documento en el Archivo Nacional en 2018. ¡°La dictadura ten¨ªa la preocupaci¨®n patente de hacer que sus actos parecieran leg¨ªtimos. Este caso evidencia una marca del r¨¦gimen dictatorial brasile?o, es decir, abrir un proceso legal para hacer un arresto arbitrario. Esta caracter¨ªstica, este deseo de parecer legal, ha permitido que nos hayan llegado documentos como este¡±.
¡°Propaganda subversiva¡±
La primera acusaci¨®n que aparece en el documento ilustra exactamente las palabras de Pedretti: ¡°Se relaciona con elementos que difunden la propaganda de car¨¢cter subversivo, especialmente mediante el disco de su autor¨ªa Che, incautado en 1968 por la Polic¨ªa Federal¡±.
Pero el disco Che, como ya se ha mencionado, nunca existi¨®. Por lo tanto, nunca fue incautado por la Polic¨ªa Federal. En un extracto in¨¦dito de la entrevista de Caetano con los directores de Narciso de vacaciones, el artista comenta su perplejidad ante la acusaci¨®n. ¡°Es una locura, nunca hice ninguna canci¨®n llamada Che. No se incaut¨® ning¨²n disco m¨ªo en aquella ¨¦poca. Mentiras, falta de cuidado con la investigaci¨®n de los hechos, eso no puede ser¡±, dice Caetano. ¡°Hay una remota posibilidad de que alguien asuma que Soy loco por ti Am¨¦rica, que no es m¨ªa, sino que se la encomend¨¦ a Gil y Capinam... All¨ª hay un esbozo de homenaje a Guevara, pero como una broma interna¡±.
Otra acusaci¨®n que entra en el torbellino kafkiano del proceso en cuesti¨®n es la de que Caetano habl¨® ¡°sobre ¡®los caminos de la m¨²sica popular¡¯ en la Semana de la Cultura (...) del Directorio Acad¨¦mico Bar?o de Mau¨¢ de la Facultad de Ciencias Pol¨ªticas y Econ¨®micas de R¨ªo¡±. La acusaci¨®n en s¨ª ¡ªestar en un debate sobre m¨²sica popular, sin se?alar ning¨²n contenido supuestamente ¡°subversivo¡± de su discurso¡ª muestra el objetivo de vigilancia absoluta de la dictadura, del control cultural. Pero se vuelve a¨²n m¨¢s absurda cuando Caetano, en una declaraci¨®n transcrita en el documento, dice que no estuvo en el evento. Es m¨¢s, asegura que ni siquiera sab¨ªa que se hab¨ªa realizado ni conoc¨ªa el Directorio Acad¨¦mico Bar?o de Mau¨¢.
El disparate no termina ah¨ª. El compositor contin¨²a con su declaraci¨®n diciendo que el ¨²nico debate en el que estuvo presente fue el de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo, en S?o Paulo, donde fue acosado ¡ªlos estudiantes de izquierda identificaban la postura tropicalista con la ¡°rendici¨®n¡± al ¡°dominio imperialista¡±¡ª y termin¨® sin poder hablar.

En un documento lleno de jerga policial, el escribiente militar narra la presencia de Caetano en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo, bas¨¢ndose en la declaraci¨®n del cantante: ¡°El declarante afirma que (...) particip¨® en un debate (...) sobre su trabajo como m¨²sico, para que el declarante pudiera explicar el significado de sus composiciones, que eran mal entendidas y provocaban discusiones; estas discusiones eran m¨¢s sobre la influencia de la m¨²sica americana en su m¨²sica; hubo muchos gritos, el declarante fue abucheado y el debate no pudo establecerse satisfactoriamente¡±.
Aun as¨ª, el mayor Hilton Justino Ferreira, responsable de la investigaci¨®n, vio razones para acusar a Caetano: ¡°El acusado no particip¨® en un debate sobre la m¨²sica popular brasile?a en la SEMANA DE LA CULTURA (...), sin embargo, particip¨® en un DEBATE sobre su m¨²sica en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de S?o Paulo¡±. El documento sigue: ¡°En un ambiente de abucheos y gritos, en un ambiente de jarana, lo que hace evidente su participaci¨®n en los movimientos estudiantiles de las facultades, en un ambiente de tergiversaci¨®n del orden, con una orientaci¨®n oculta, quiz¨¢s comunista y de filocomunistas (...); imputado con base en los art¨ªculos n? 38 y 55 de la Ley de Seguridad Nacional¡±.
En otras palabras, primero Caetano fue acusado de estar en un debate (sobre m¨²sica) donde no estaba. Una vez aclarado esto, se le acus¨® de estar en un debate (sobre m¨²sica) en el que hab¨ªa estado realmente, pero no pudo hablar.
Hay otros momentos parecidos en los interrogatorios. La acusaci¨®n (nacida de una denuncia del periodista Randal Juliano) de que Caetano, junto con Gil, hab¨ªa cantado una parodia del himno nacional dio pie a un di¨¢logo que, de no ser por la tr¨¢gica carga del episodio, habr¨ªa parecido un n¨²mero humor¨ªstico de los Monty Python. ¡°Cuando le preguntaron si pod¨ªa cantar el himno nacional con la melod¨ªa de Tropicalia, respondi¨® que es imposible, porque los versos del himno nacional son decas¨ªlabos y los versos de Tropicalia tienen ocho s¨ªlabas po¨¦ticas, y adem¨¢s el acento po¨¦tico es totalmente diferente al del himno nacional¡±, dice el documento. En la pel¨ªcula Narciso de vacaciones, Caetano comenta este di¨¢logo. Se r¨ªe cuando lo lee. ¡°Me r¨ªo, pero es... es muy serio¡±.
En el documental, Caetano tambi¨¦n se r¨ªe cuando se encuentra con la acusaci¨®n de que su m¨²sica era ¡°desvirilizadora¡±. ¡°Genial. ¡®Cantante de m¨²sica de protesta de naturaleza subversiva y desvirilizadora¡¯. Mira, desvirilizadora vale, me ha gustado; subversiva y desvirilizadora es una combinaci¨®n que tiene que ver conmigo, soy esa persona, de acuerdo¡±.
En la declaraci¨®n revelada en los documentos, Caetano ya hab¨ªa demostrado sorpresa: ¡°Nunca tuve la idea de hacer m¨²sica desvirilizadora, ni siquiera sab¨ªa lo que era, hasta este interrogatorio¡±.

Lo que se percibe en la investigaci¨®n es el esfuerzo por conseguir algo que incriminara a Caetano. Y los inn¨²meros intentos fallidos. Como los oficios dirigidos a la direcci¨®n de los peri¨®dicos O Globo y Correio da Manh? pidiendo los archivos entre septiembre y diciembre de 1968 con fines investigativos, seguidos de informes sucintos relatando que ¡°en la consulta realizada en los archivos de los peri¨®dicos diarios (...) no se encontr¨® nada¡±.
Al Departamento de Orden Pol¨ªtico y Social (DOPS) de S?o Paulo se solicit¨® un ¡°dossier o lo que sea¡± de Caetano; dos d¨ªas despu¨¦s, se recibi¨® la respuesta: ¡°No se ha encontrado nada hasta ahora¡±. Unos d¨ªas m¨¢s tarde, un informe del DOPS aclar¨® que ¡°con este nombre [Caetano Emanoel Viana Teles Veloso] no hay nada aqu¨ª, sin embargo, s¨ª que est¨¢ fichado un elemento con el nombre de Caetano Veloso¡±.
El expediente del DOPS sobre Caetano se?ala al m¨²sico como ¡°miembro de un grupo dirigido por Martha Alencar, directora de la secci¨®n cultural del peri¨®dico O Sol, que se ha convertido en uno de los principales medios de acci¨®n psicol¨®gica sobre el p¨²blico¡±.
O Sol era una publicaci¨®n (contra)cultural que reun¨ªa en su equipo a importantes periodistas brasile?os, como Reynaldo Jardim, Zuenir Ventura y Ana Arruda Callado. La canci¨®n Alegria, alegria, de Caetano, se convirti¨® en el himno informal del tabloide, por los versos O sol nas bancas de revista / Me enche de alegria e pregui?a (El sol en los quioscos / me llena de alegr¨ªa y pereza). No era un ¡°medio de acci¨®n psicol¨®gica¡±, sino un peri¨®dico. Y Caetano no formaba parte de ning¨²n grupo organizado, ¡°excepto el del Colegio de los M¨²sicos, por obligaci¨®n, es decir, por ley, y la sociedad que recauda los derechos de autor¡±, dice en una declaraci¨®n registrada en el proceso.
Su participaci¨®n en un concierto en el Teatro Paramount en 1965 se se?ala con cierta gravedad: ¡°Un concierto de los que sirven para estimular a los movimientos estudiantiles de car¨¢cter claramente izquierdista¡±. Aquella noche, Caetano hab¨ªa cantado una canci¨®n, su primera canci¨®n grabada, lanzada ese a?o en un disco de su hermana Maria Beth?nia: De manh?. Algunos de sus versos: ? de manh? / Vou ver minha amada, ¨¦ de manh? / Flor da madrugada, ¨¦ de manh? / Vou ver minha flor (Es por la ma?ana / ver¨¦ a mi amada, es por la ma?ana / Flor da madrugada, es por la ma?ana / ver¨¦ mi flor).
La investigaci¨®n concluy¨® y registr¨® en un documento oficial: ¡°La canci¨®n que cant¨® el acusado en ese espect¨¢culo, De manh?, no tiene car¨¢cter subversivo, como se puede ver en la composici¨®n adjunta al presente proceso¡±. No fue una excepci¨®n. En el proceso aparecen, bajo docenas de sellos que dicen ¡°secreto¡±, letras de canciones en las que los militares no pudieron identificar un presunto ¡°car¨¢cter subversivo¡±.
Peligro, intelectuales
Las pruebas que hab¨ªa en el proceso eran d¨¦biles: participaciones en recogidas de firmas contra arrestos espec¨ªficos y contra episodios de censura. En la reproducci¨®n de una de estas recogidas de firmas, en una nota al pie de p¨¢gina se aprecia que el servicio de inteligencia ten¨ªa una carpeta especial para los verdugos de ese (y cualquier) gobierno autoritario: ¡°Ver el original en: INTELECTUALES¡±.

Detalles como este se esconden entre los muchos sellos y firmas y patentes y acr¨®nimos. Est¨¢ la declaraci¨®n de bienes de Caetano, escrita de su propio pu?o y letra en la c¨¢rcel: ¡°1 (un) coche Mercedes-Benz (...), de color verde (...); este coche fue adquirido al ciudadano D¨¦cio, marido de Hebe Camargo; 1 (un) tocadiscos est¨¦reo marca Sony (...); una nevera de una marca que no recuerdo, pero de tama?o mediano; 1 (una) batidora de la marca Arno; 1 (un) juego de luces compuesto por una caja de acr¨ªlico y bombillas de colores, enchufado al tocadiscos por medio de 1 (un) transformador (...). Tambi¨¦n tengo muebles para uso dom¨¦stico en mi residencia, los del comedor son de acr¨ªlico¡±.
En medio de los accesorios t¨ªpicos de la clase media de la ¨¦poca (coche, batidora, nevera), listados fr¨ªamente, destacan el juego de luces y los muebles de acr¨ªlico, que eran, para el artista, una marca de qui¨¦n era, sus elecciones est¨¦ticas, su hogar. Eso tiene una fuerza especial en un momento en que Caetano estaba psicol¨®gicamente roto: lleg¨® a creer que no hab¨ªa tenido una vida antes de la prisi¨®n y explica que se sent¨ªa ¡°espiritualmente resecado¡±, no consegu¨ªa ni siquiera llorar o correrse. Adem¨¢s, pas¨® todo el per¨ªodo de su encarcelamiento (54 d¨ªas) sin verse en el espejo. De ah¨ª viene tambi¨¦n el nombre de Narciso de vacaciones, que originalmente bautizaba el cap¨ªtulo del libro Verdad Tropical en el que Caetano narra el per¨ªodo que pas¨® en prisi¨®n.
En un extracto in¨¦dito de la entrevista realizada para la pel¨ªcula, Caetano refuerza esa relaci¨®n con su apartamento, recordando el espacio: ¡°Me encantaba nuestro apartamento en S?o Paulo. Era muy, muy original, inventivo, loco. Primero lo dejamos sin muebles; luego un compa?ero nuestro que hac¨ªa algunas cosas puso un maniqu¨ª de fibra de vidrio, que era una mujer sin pelo, desnuda, pero dentro de una caja de acr¨ªlico¡±.
El maniqu¨ª era de tama?o natural y ten¨ªa bombillas, ¡°bombillas de colores que estaban enchufadas al tocadiscos, de modo que los graves encend¨ªan las azules, los medios encend¨ªan las rojas, hab¨ªa tambi¨¦n amarillas y verdes¡±. Caetano cuenta que escuchaban a la cantante de g¨®spel Mahalia Jackson: ¡°Ten¨ªa una grabaci¨®n suya cantando Sometimes I feel like a motherless child y Summertime en la misma pista, cantaba una y segu¨ªa con la otra. Era muy conmovedor, y lo apag¨¢bamos todo, dej¨¢bamos solo su voz y las luces correspondientes a los graves, medios y agudos de su voz, que no eran pocos. Las luces bailaban en la oscuridad, era una experiencia psicod¨¦lica sin psicotr¨®picos y me gustaba mucho¡±.
Un exilio impuesto
A Caetano lo soltaron, con Gil, el mi¨¦rcoles de ceniza del carnaval de 1969. Los enviaron a Salvador, donde estaban obligados a presentarse diariamente ante el coronel de la Polic¨ªa Federal a cargo del caso; de lo contrario ser¨ªan arrestados. Despu¨¦s de cuatro meses, los militares les ¡°sugirieron¡± que abandonaran el pa¨ªs.
En Verdad Tropical, Caetano relata: ¡°Habiendo arrestado a dos estrellas emergentes de la m¨²sica popular a quienes les afeitaron su famoso pelo, temiendo que se convirtieran, tras un encarcelamiento injustificado, en enemigos m¨¢s feroces de lo que hab¨ªan supuesto ¡ªy enemigos con poder sobre la opini¨®n p¨²blica¡ª, los militares no supieron qu¨¦ hacer con ellas. El exilio, impuesto con la misma ruda informalidad que la prisi¨®n, era una soluci¨®n que les parec¨ªa inteligente¡±.
En Brasil, los a?os siguientes fueron los de la imposici¨®n del AI-5, la fase m¨¢s sangrienta de la dictadura: se intensific¨® la tortura que el cantante afirma haber o¨ªdo desde su celda. Oficialmente, 434 personas fueron asesinadas por agentes del Estado o desaparecieron entre 1946 y 1988, sin contar los cr¨ªmenes cometidos contra los pueblos ind¨ªgenas.
Lucas Pedretti, el historiador responsable del descubrimiento del documento, cree que todav¨ªa hay mucho que revelar sobre la historia del per¨ªodo de la dictadura militar en el acervo de ¨®rganos como el Servicio Nacional de Informaci¨®n (SNI), que se encuentra en el Archivo Nacional.
¡°Brasil no ajust¨® bien las cuentas con su pasado dictatorial en varios aspectos: no responsabilizamos a los torturadores, debido a la existencia de la Ley de Amnist¨ªa de 1979; no creamos museos, memoriales como los que existen en Argentina y Alemania. Tardamos mucho en establecer una Comisi¨®n Nacional de la Verdad. Pero una cosa que hicimos bien fue guardar los archivos de la ¨¦poca¡±, dice Pedretti.

La ¨²nica excepci¨®n son los archivos de las Fuerzas Armadas, que no est¨¢n disponibles. El discurso oficial de los militares es que esos papeles se destruyeron seg¨²n la legislaci¨®n de entonces, pero el historiador y sus colegas est¨¢n convencidos de que no fue as¨ª. ¡°A la vez, cuanto m¨¢s tiempo transcurra, especialmente en las circunstancias actuales, mayores ser¨¢n las posibilidades de que esta destrucci¨®n se haga realidad¡±, afirma, y anima a los periodistas, investigadores e historiadores a que busquen estos archivos.
La investigaci¨®n de estos documentos tiene, en opini¨®n de Pedretti, una importancia a¨²n mayor que su enorme valor hist¨®rico. ¡°Es importante que nos fijemos en documentos como este en el Brasil de 2020, en un momento en que el Ministerio de Justicia redacta expedientes sobre figuras como [el antrop¨®logo] Luiz Eduardo Soares¡±, dice el historiador. ¡°[En el proceso de Caetano] se informa sobre un espect¨¢culo al que asisti¨® Caetano en 1965 que contribuy¨® a su detenci¨®n en 1968. Por lo tanto, un expediente inofensivo en 2020 puede no ser tan inofensivo en 2021 o 2022¡±, advierte.
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