Los historiadores contra las ¡®fake news¡¯ de Vox
Los especialistas coinciden en la ausencia de rigor del partido de Abascal para proponer la eliminaci¨®n de Indalecio Prieto y Largo Caballero del callejero madrile?o
¡°Lo que ha ocurrido en Madrid no tiene sentido, ni base hist¨®rica, es improcedente por una raz¨®n: es rotundamente falso¡±, afirma el historiador ?ngel Vi?as, estudioso de la Guerra Civil y el franquismo, de los argumentos lanzados por Vox en el pleno de la capital para retirar placas, calles y estatuas de los dirigentes socialistas Francisco Largo Caballero e Indalecio Prieto. La propuesta no vinculante del pasado martes del partido ultra, que por boca del concejal Javier Ortega Smith los calific¨® de ¡°personajes siniestros¡±, ¡°criminales¡± y ¡°antidem¨®cratas¡±, se alinea ¡°con la derecha que desde hace tiempo carga contra la figura de Largo Caballero con pruebas como frases de alg¨²n discurso sacadas de contexto¡±, a?ade Vi?as. En el pleno del Ayuntamiento, PP y Ciudadanos votaron a favor de la idea de Vox y el alcalde, Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez-Almeida, ha apoyado el cambio de las calles, que tendr¨¢ que ser aprobado ahora en la Junta de Gobierno.
Matilde Eiroa, de la Universidad Carlos III, tambi¨¦n especialista de ese periodo, apunta que ¡°est¨¢ m¨¢s que demostrado¡± que Largo Caballero, ministro de Trabajo entre 1931 y 1933, durante la Segunda Rep¨²blica, no promovi¨® la revoluci¨®n de Asturias en 1934. De septiembre de 1936 a mayo de 1937 compagin¨® la Presidencia del Consejo de Ministros con el Ministerio de la Guerra.
Vox sigue la estela de ¡°libros revisionistas de historiadores como P¨ªo Moa que aseguran que la Guerra Civil empez¨® con esos sucesos de octubre de 1934¡±, a?ade Antonio L¨®pez Vega, director del Instituto Universitario de Investigaci¨®n Ortega y Gasset. Mientras que Juan Pablo Fusi, catedr¨¢tico em¨¦rito de la Complutense, asegura que lo ocurrido en el Consistorio madrile?o ¡°es consecuencia de esas leyes de memoria hist¨®rica no consensuadas y que se usan desde el poder¡±. ¡°Largo Caballero tuvo responsabilidad en dos o tres cuestiones importantes, como la radicalizaci¨®n del PSOE, pero no era un totalitario y mantuvo muchas distancias con los comunistas¡±, a?ade Fusi. Para Juli¨¢n Casanova, catedr¨¢tico de Historia Contempor¨¢nea de la Universidad de Zaragoza, ¡°no se puede acusar a ambas figuras de lo que dice Vox, salvo si no reconoces legitimidad a la Rep¨²blica, con lo cual tienen un problema PP y Ciudadanos¡±.
Precisamente, Vox esgrimi¨® la ley de memoria hist¨®rica, aprobada en 2007, durante el Gobierno de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, como justificaci¨®n a su propuesta, en concreto su art¨ªculo 15, en el que se dice se retirar¨¢n ¡°placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltaci¨®n, personal o colectiva, de la sublevaci¨®n militar, de la Guerra Civil y de la represi¨®n de la Dictadura¡±. Mercedes Cabrera, historiadora, form¨® parte del Ejecutivo socialista entre 2006 y 2009 como ministra de Educaci¨®n y Ciencia: ¡°Es mezclar cuestiones que no tienen nada que ver¡±. Casanova subraya la diferencia: ¡°Ha habido una abrumadora memoria de los vencedores, que ocult¨® al otro bando; eso hay que repararlo¡±. Vi?as, cuyo ¨²ltimo libro, de 2019, se titula ?Qui¨¦n quiso la guerra civil? Historia de una conspiraci¨®n, agrega que son circunstancias ¡°incomparables por varias razones, como que no fueron los republicanos quienes quisieron la guerra, sino una mescolanza de civiles y militares, que adem¨¢s la prepararon concienzudamente y se preocuparon de la ayuda de la Italia fascista¡±. En la misma l¨ªnea, L¨®pez Vega, subraya que la Espa?a republicana era ¡°un r¨¦gimen constitucional, reformista y, en parte, libre¡±. ¡°Lo otro fue una dictadura, represiva¡±.
El otro personaje en la picota, Indalecio Prieto, fue cuatro veces ministro: de Hacienda y de Obras P¨²blicas en la Segunda Rep¨²blica, y de Marina y Aire y de Defensa en la guerra. ¡°En ¨¦l ya est¨¢ presente tras la guerra la idea de reconciliaci¨®n y la Transici¨®n¡±, seg¨²n L¨®pez Vega. ¡°Fue de los primeros en ver que la soluci¨®n al franquismo pod¨ªa venir con una monarqu¨ªa en la persona de don Juan¡±, a?ade Fusi, para quien ¡°Prieto encarna el socialismo liberal, era un dem¨®crata radical y aunque particip¨® en la revoluci¨®n del 34, pidi¨® perd¨®n por ello en el exilio¡±.
¡°Discurso de la furia¡±
Gutmaro G¨®mez Bravo, profesor en la UCM e investigador de la guerra y la dictadura, califica esta pol¨¦mica de ¡°discurso de la furia¡±. ¡°Largo Caballero y Prieto pertenec¨ªan a Gobiernos elegidos democr¨¢ticamente. No hay pruebas, ni documentos, son como las fake news. Solo lo respalda el mantra franquista de legitimar el golpe y la represi¨®n posterior por la violencia que hubo en la Rep¨²blica¡±. Mercedes Cabrera subraya la paradoja de ¡°querer convertir en golpistas a quienes sufrieron el golpe, no tiene fundamento¡±. ¡°Se quiere hacer ver que aqu¨ª todos fueron igual de culpables, cuando las circunstancias y justificaciones para la violencia no fueron las mismas¡±, destaca la autora de una biograf¨ªa sobre Juan March, empresario que financi¨® el golpe.
?Est¨¢ en marcha, pues, un revisionismo de la guerra? Vi?as no lo llama as¨ª, sino que habla de ¡°fabulaci¨®n¡±. ¡°Han retomado las mentiras esparcidas por la dictadura y por sus ep¨ªgonos despu¨¦s¡±, y apunta a otra cuesti¨®n: ¡°Lo pat¨¦tico es que los Gobiernos democr¨¢ticos se han mostrado reticentes a incorporar a la ense?anza los descubrimientos de los historiadores¡±. Es lo que Casanova llama ¡°la necesidad de dar la batalla en las aulas¡±. ¡°El verdadero problema son los 40 a?os de franquismo, un pasado ese no quieren remover¡±, a?ade. Para Matilde Eiroa, lo de Vox ¡°es un discurso continuista, ni siquiera es revisionismo, sino la versi¨®n oficial del franquismo sobre aquellos personajes¡±.
Los historiadores sospechan que la ofensiva de Vox no quedar¨¢ aqu¨ª. ¡°No es anecd¨®tico, lo ser¨ªa si este partido no tuviera apoyos¡±, seg¨²n Casanova. ¡°Seguir¨¢ creciendo para generar confusi¨®n¡±, a?ade G¨®mez Bravo. ¡°As¨ª que ?el pr¨®ximo paso ser¨¢ pedir que quiten del callejero de Madrid la avenida de Pablo Iglesias?¡±, se pregunta L¨®pez Vega.
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