?Quedar¨¢n salas de cine en 2021?
La crisis de la pandemia (retrasos de grandes estrenos como ¡®Dune¡¯ o el ¨²ltimo Bond, el miedo del espectador a sitios cerrados) junto con males end¨¦micos dibujan un negro panorama para la supervivencia de las pel¨ªculas en la gran pantalla
Han sido siete d¨ªas que han condensado el lento fluir de diversos acontecimientos, todos negativos, que afectan al cine, y en concreto a las salas, lugar en el que ¨Chasta ahora¨C se consum¨ªan las pel¨ªculas. Algunos hechos mencionados no son causa o consecuencia de los otros, pero todos unidos conforman un claro retrato del paisaje apocal¨ªptico en el que malviven las salas. O como dice el refr¨¢n: entre todos la mataron y ella sola se muri¨®.
Las majors huyen. Durante el pasado festival de San Sebasti¨¢n, el m¨¢ximo responsable de una major (gran estudio de Hollywood) en Espa?a, se quejaba amargamente acerca de c¨®mo el resto de sus rivales hab¨ªan decidido no estrenar pel¨ªculas, bien derivando sus estrenos a las plataformas, bien postergando sus lanzamientos a 2021. El planteamiento de las majors es que no merece la pena lanzar una pel¨ªcula si grandes zonas de Estados Unidos ¨Ccomo California o Nueva York¨C mantienen el ocio cerrado y el resto del mundo no acaba de entrar con fluidez a una sala de cine. El comentario de este directivo mostraba el reverso de esa jugada: ¡°Cuando quieran estrenar, lo mismo no hay cines donde hacerlo¡±. El mundo del cine no es un ¨²nico territorio (as¨ª es como se dividen en la industria las zonas de negocio): EE UU + Canad¨¢. ¡°Hay otros, como Espa?a, necesitados de material¡±. Y en esos otros territorios hay negocio: China ya ha vuelto a las cifras de taquilla prepandemia, gracias sobre todo al producto local. Tenet ya ha recaudado por todo el mundo m¨¢s de 300 millones de d¨®lares¡ una cantidad halag¨¹e?a que no esconde su descalabro en EE UU. Y en Espa?a ya se acerca a los 7 millones de euros. Por cierto, en Espa?a han arrancado bien el documental-entrevista de Jordi ?vole a Pau Don¨¦s Eso que t¨² me das (440.000 euros) y Pinocho, que en su tercera semana en las carteleras supera los dos millones de euros. Por cierto, las tres de Warner.
Se retrasan el Bond y Dune. El 12 de noviembre, en calentamiento prenavide?o, se iba a estrenar Sin tiempo para morir, la 25? entrega de la saga Bond, y probablemente la ¨²ltima pel¨ªcula con Daniel Craig como 007. Antes de la pandemia ten¨ªa fecha de lanzamiento en abril de 2020, y el viernes Universal volvi¨® a aplazarla: su estreno ser¨¢ el 2 de abril de 2021. Dune (distribuida por Warner) pas¨® este lunes del 18 de diciembre al 1 de octubre de 2021. Oto?o se ha quedado sin blockbuster para adultos, y de aqu¨ª a fin de a?o solo quedan agendadas dos grandes producciones: Soul (de Pixar), el 20 de noviembre, y Wonder Woman 1984 (de Warner), el 25 de diciembre. Sobre Soul corren todo tipo de rumores: desde su aplazamiento a su lanzamiento en Disney +, porque Disney ha quedado satisfecha con las ganancias de Mulan, el otro gran estreno propio que finalmente fue directamente a su plataforma online en los pa¨ªses donde est¨¢ disponible el portal. Esas ganancias son ¡°limpias¡± para la major: no hay que repartirlas con los propietarios de salas.
Cineworld cierra en EE UU y el Reino Unido. Tras el aplazamiento del Bond, Cineworld, la segunda cadena de cines m¨¢s grande del mundo, cerrar¨¢ desde este jueves sus locales: 127 en el Reino Unido (all¨ª es la n¨²mero 1) y 536 de su cadena Regal en Estados Unidos (donde adem¨¢s la ciudad de Nueva York ha incrementado sus medidas de confinamiento). AMC-Odeon ha cerrado un cuarto de sus 120 multisalas en el Reino Unido de lunes a jueves. Es la pescadilla que se muerde la cola: los espectadores no van a las salas porque no hay blockbusters, las majors no estrenan blockbusters porque no hay espectadores.
El cine Paz cierra temporalmente. El pasado mi¨¦rcoles, el cine Paz, el cuarto m¨¢s antiguo de Madrid, cerr¨® temporalmente sus puertas. Los hermanos Mariano y Carolina G¨®ngora, que en junio reabrieron sus salas con ilusi¨®n, han sido fagocitados por la realidad. Su clientela, muy fiel, no ha vuelto. Es m¨¢s, esos espectadores crearon un t¨¦rmino en la industria: las se?oras del Paz, mujeres ilustradas, de m¨¢s de 50 a?os, p¨²blico fiel a un tipo de cine independiente en versi¨®n doblada. Abierto desde noviembre de 1943, propiedad de la familia G¨®ngora desde 1978, sus cinco salas con sesiones numeradas (la m¨¢s peque?a de 99 butacas, la mayor, de 333, reci¨¦n reformadas antes del estado de alarma) no han generado suficiente negocio como para mantener los cierres levantados. ¡°Nuestro p¨²blico no es el de blockbuster¡±, contaba el viernes Carolina G¨®ngora, ¡°y ese tipo de cine, de distribuidoras de autor de mediano tama?o s¨ª est¨¢ llegando a salas¡±. ?Entonces? ¡°Saben que el recinto es seguro, que nuestras medidas de prevenci¨®n funcionan. Sin embargo, tienen miedo a salir a la calle, a coger el transporte p¨²blico; y con la nueva restricci¨®n, los que ven¨ªan de fuera de la capital ya no pueden acercarse¡±. En medio siglo, Madrid ha pasado de tener 160 salas de cine a las actuales 23; la calle Fuencarral albergaba ocho, ahora solo quedan el Paz y el Cinesa Proyecciones.
La mala educaci¨®n (mundial). El principal negocio de la industria mundial del cine ha pasado en d¨¦cadas de los estrenos para adultos con carreras largas en las carteleras al triunfo el primer fin de semana con caras pel¨ªculas de efectos digitales. El advenimiento del ¡°toma el dinero y corre¡± ha desencadenado avalanchas de estrenos de gran coste que manten¨ªan los platillos chinos girando en el aire. Y as¨ª se ha educado a las audiencias, ahora mayormente compuestas por adolescentes. Es lo que tienen los filmes de presupuestos superiores a los 200 millones de euros; si las pel¨ªculas costaran entre 50 y 80 millones de d¨®lares, no se necesitar¨ªan primeros fines de semanas de taquillazos, sino que el boca oreja podr¨ªa hacer su labor. Pero ese paradigma cambi¨® tras Tibur¨®n y La guerra de las galaxias y se acentu¨® con las pel¨ªculas de superh¨¦roes procedentes de c¨®mics: el a?o pasado, Disney logr¨® el 70% de la taquilla espa?ola. De ah¨ª que ninguna gran productora se atreva a estrenar si no arrasan en salas. Solo China se ha mantenido a salvo de esta oleada¡ hasta los ¨²ltimos a?os. Pero como su p¨²blico sigue fiel al producto local, esta semana sus pel¨ªculas han logrado recuperar el terreno perdido y su taquilla ha vuelto a las cifras prepandemia. En Espa?a parec¨ªa que Padre no hay m¨¢s que uno 2 -todo hay que decirlo, distribuida por Sony- podr¨ªa ayudar a ese despegue. Y s¨ª, la pel¨ªcula de Santiago Segura lleva en 10 semanas m¨¢s de 12 millones de euros de recaudaci¨®n. Sin embargo, el resto de los t¨ªtulos nacionales no han sido igual de bien recibidos. Explota explota apenas ha ganado 350 euros por sala este pasado fin de semana. Y el top 20 de las pel¨ªculas m¨¢s taquilleras en Espa?a sigue sin superar el total de los 3 millones de euros (el pasado se acerc¨® a los 2,4 millones) , cuando deber¨ªa de estar movi¨¦ndose entre 6 a 8 millones. Efectivamente, el p¨²blico no ha vuelto a las salas. Y est¨¢n solo est¨¢n a dos tercios de su capacidad.
El poder de Hollywood en las salas espa?olas. En las ¨²ltimas d¨¦cadas, el dinero de cada entrada se repart¨ªa en un 10% del IVA (lleg¨® a ser del 21%), el 3% para las entidades de gesti¨®n de derechos intelectuales, y, en porcentajes muy variables, un tercio para el exhibidor y el resto para el distribuidor. Muy variables, porque las majors suelen pedir un 55% y alcanzar el 60%. Los distribuidores peque?os a veces solo llegan al 35%. En Reino Unido la media es de un 35%. Habitualmente el porcentaje decrece seg¨²n pasan las semanas en la cartelera, pero ya ha habido taquillazos cuyas distribuidoras han mantenido el 60% de la entrada para ellas en su segunda, tercera, cuarta semana... Los exhibidores se quejaban de que con el 21% de IVA si una major les ped¨ªa el 60%, solo quedaba ¨Csumando el 3% de derechos intelectuales¨C un 16% para sus impuestos, electricidad (Espa?a tiene de las m¨¢s caras de Europa), empleados, alquileres. Y as¨ª no era f¨¢cil realizar promociones ni rebajas. La situaci¨®n no ha mejorado mucho, aunque los dos ¨²ltimos a?os en Espa?a se hab¨ªa vivido una vuelta del p¨²blico a las salas. El dominio de las majors lleg¨® por culpa de la famosa burbuja del ladrillo. La explosi¨®n de nuevos centros comerciales, cada uno con su multisalas respectivo, hizo que los exhibidores, que hasta ese momento marcaban el paso con salas de estreno y reestreno, empezaran a ceder a las peticiones de las majors: todos quer¨ªan, por ejemplo, su Harry Potter. En Francia, en cambio, no se puede abrir un cine nuevo libremente, sino que el negocio est¨¢ controlado, al estilo de las farmacias y los estancos en Espa?a. Y posteriormente provoc¨® que muchas capitales de provincia ni siquiera tengan cines cuando cierran esos malls. O que en los centros de las ciudades ¨Cy aqu¨ª se suma la gentrificaci¨®n- no queden salas. En Espa?a hab¨ªa, seg¨²n datos de abril de 2019, 3.593 pantallas pertenecientes a unos 500 complejos cinematogr¨¢ficos: se iba recuperando el parque tras el m¨ªnimo de 2016 de 3.492, al que se lleg¨® desde las 3.907 pantallas de 2010. Los datos difieren seg¨²n la industria o el Ministerio de Cultura, ya que este contabiliza los cines de verano o salas temporales y de cinematecas que la auditora Comscore no contabiliza en su control de taquilla, que se realiza en cines abiertos todo a?o con estrenos comerciales.
Finalmente, a esta situaci¨®n se ha a?adido las plataformas, que han eliminado al mediador (el exhibidor) de la ecuaci¨®n. A cambio tambi¨¦n han borrado el placer de ver una pel¨ªcula en una gran pantalla.
Espa?a sin cine en versi¨®n original. El p¨²blico que ve en Espa?a el cine en versi¨®n original no llega al 2%. Producto de nuestro nulo esfuerzo educativo en lo audiovisual y en el consumo generalizado de series y pel¨ªculas dobladas. Curiosamente para ese p¨²blico m¨¢s cin¨¦filo s¨ª se mantiene el ritmo de estrenos, pero ¨Ccomo ha pasado este viernes¨C se les acumula la labor: productos tan similares ¨Cpor su audiencia¨C, como Falling, de Viggo Mortensen, Eso que t¨² me das, de Jordi ?vole, o El festival de Rifkin, de Woody Allen, se pegan por las salas un mismo fin de semana.
Miedo en los creadores. El pasado miercoles unos 70 directores y productores, entre ellos nombres consagrados como Martin Scorsese, Clint Eastwood, Christopher Nolan, James Cameron, Patty Jenkins, Michael Bay o la productora de la saga Bond Barbara Broccoli, publicaron una carta destinada al Congreso y al Senado estadounidenses pidiendo apoyo para las salas de ese pa¨ªs, que permanecen cerradas. En la misiva, impulsada por el sindicato de directores y la asociaci¨®n de propietarios de salas, se afirmaba que el 69% de las compa?¨ªas de cine de peque?o y mediano tama?o estaban abocadas a la bancarrota si el Gobierno federal no las ayudaba.
Hay esperanza desde las salas. A pesar de todo esto, desde FECE, la asociaci¨®n espa?ola de exhibidores de cine, se niegan a ser apocal¨ªpticos. ¡°Es cierto que nunca hemos vivido algo as¨ª, que no se puede comparar con ning¨²n periodo anterior", explica Borja de Benito, portavoz de la asociaci¨®n. ¡°Porque nunca hab¨ªa pasado que no hubiera estrenos de Hollywood, nunca nos falt¨® producto para las salas¡±, insiste antes de dar la terrible cifra: el mercado ha ca¨ªdo un 68% con respecto al a?o pasado. ¡°Con todo, somos optimistas, habr¨¢ cines en 2021. Los cines tienen mecanismos para hibernar hasta enero, y esos cierres temporales, como el del madrile?o cine Paz u otro en Ciudad Real, aumentar¨¢n. Pero en enero de 2021 va a haber mucho producto, el a?o que viene se estrenar¨¢n el doble de blockbusters¡±. Desde FECE s¨ª subrayan que durante el estado de alarma consideraron que en septiembre estar¨ªan ya al nivel del negocio del a?o pasado. ¡°Ahora, ?qui¨¦n sabe? ?Podemos confiar en el calendario de estrenos, que cambia cada d¨ªa?¡±. Tambi¨¦n se niega a culpar a las plataformas digitales. ¡°En 2019 hicimos un estudio en el que quedaba claro que los menores de 25 a?os son quienes m¨¢s van a los cines en Espa?a: 7,4 de cada 10 asiste al menos una vez al mes. Y ellos son los grandes consumidores de VOD [v¨ªdeo bajo demanda]: un 80% asegura estar suscrito al menos a una de ellas¡±. El mensaje optimista no esconde la preocupaci¨®n. Puede ocurrir que cuando en abril James Bond quiera salvar el mundo, los cines no est¨¦n ah¨ª para verlo.
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