Aunque Mosc¨² sea una isla lejana
¡®Bouvetoya¡¯ se presentar¨¢, por dos sesiones, en el Teatro Municipal de Girona
El pasado verano, en plena pandemia, Cristina Genebat, Julio Manrique, Ivan Benet, Mireia Aixal¨¤, Marc Rodr¨ªguez, Andrew Tarbet y Xavier Ricart se lanzaron a montar una multihistoria de extra?o nombre, Bouvetoya, como la isla ant¨¢rtica hom¨®nima, que se present¨® estos d¨ªas (de momento solo por dos sesiones) en el Municipal de Girona, coraz¨®n de Temporada Alta, por encargo de Salvador Sunyer. ¡°Ha sido un trabajo m¨¢s grupal que nunca¡±, me cont¨® Manrique, coautor en cuarteto (con Genebat, Benet y Sergi Pompermayer), ¡°pero con la participaci¨®n de otros compa?eros y sus historias, ficticias y reales, incluyendo a la madre de Andrew, que tiene 80 a?os y vive en Boston¡±.
Habla Genebat: ¡°Naci¨® como un homenaje al teatro, y en los ensayos nos hemos pegado unas lloreras tremendas¡±. Gracias a la compa?¨ªa voy reconstruyendo la aventura. Se entremezclan las voces narrativas de los oficiantes: ¡°Pasa en el 2026. Se supone que ha habido una nueva y tremenda pandemia. Y que han dejado morir el teatro: no podemos soportar que mucha gente pierda la necesidad de hacerlo. Ensayar teatro es como viajar a una isla remota: las met¨¢foras de subir a bordo, formar una historia, enlazar relatos tras relatos¡ S¨ª, ese es el viaje a Bouvetoya. Por supuesto que existe. Andrew se puso en contacto con Jason Rodi, un navegante que visit¨® la isla real; envi¨® un video a su hija, y tambi¨¦n enterr¨® para ella en la isla una c¨¢psula del tiempo¡±.
¡°Los personajes que ya no pueden seguir haciendo teatro¡±, dicen Genebat y Manrique, casi al alim¨®n: ¡°En uno de los episodios viven el ¡®s¨ªndrome Bradbury¡¯: han de aprenderse los cuentos y grabarlos en la memoria para preservarlos. Claro, ese pasaje est¨¢ dedicado a Ray Bradbury. Mezclamos a sus criaturas con nuestras historias de teatreros luchando con la angustia de sentirse innecesarios¡±. Manrique: ¡°Yo querr¨ªa ver la obra en Barcelona aunque fuesen solo tres o cuatro d¨ªas. En un teatro, con arrugas, con alma, con vida bajo el escenario¡±.
Genebat me cuenta, igualmente apasionada, que en diciembre volver¨¢n al Lliure. En 2017 estuvieron con un espl¨¦ndido montaje de L¡¯¨¤nec salvatge, de Ibsen, en Montju?c, y en breve estar¨¢n en el de Gr¨¤cia con Les tres germanes, un gran Ch¨¦jov. La versi¨®n la firman Genebat, Marc Artigau y Manrique, que tambi¨¦n lleva la direcci¨®n. ¡°Quer¨ªamos respetar la estructura, pero con elementos intemporales. No hay duelo con Tusenbach, por ejemplo. Ni es lo mismo anhelar ir hoy a Mosc¨², que hace dos siglos parec¨ªa una isla lejana, casi un sue?o. ?Reparto? Yo soy Olga, la mayor ¨Cdice Genebat¨C. Masha es Maria Rodr¨ªguez. Irina, la peque?a, es Elena Tarrats. El hermano es Marc Rius. Natalia, su mujer, es Mireia Aixal¨¤. El marido de Masha es Jordi Rico. El doctor Chebutikin es Llu¨ªs Soler. Anfisa ser¨¢ Carme Fortuny. Y Tusenbach, Joan Armag¨®s¡±.
Me vuelven unas frases de Salvador Sunyer, director de Temporada Alta: ¡°Hay que sacar adelante el teatro para que no desaparezca del imaginario pero, sobre todo, para que la gente del oficio pueda seguir trabajando¡±.
Babelia
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