Marisa de Leza, gran dama de la escena espa?ola
La actriz de 87 a?os, fallecida el 13 de octubre, destac¨® en filmes como ¡®Surcos¡¯ y ¡®Alejandro Magno¡¯
Mar¨ªa Luisa Gonz¨¢lez Ben¨¦s (el verdadero nombre de Marisa de Leza) naci¨® en la calle del R¨ªo, entre la Plaza de Espa?a y la sede del Senado, aunque se crio en el barrio de Chamber¨ª. Hija de un empleado de banca, cajero en una sucursal, y de una comadrona, que la asisti¨® en sus partos, debut¨® como actriz cinematogr¨¢fica con solo 14 a?os, en la pel¨ªcula La manigua sin Dios, dirigida por Arturo Ruiz Castillo. Su recuerdo de la primera secuencia que rod¨® comporta una an¨¦cdota tan tierna como tremen...
Mar¨ªa Luisa Gonz¨¢lez Ben¨¦s (el verdadero nombre de Marisa de Leza) naci¨® en la calle del R¨ªo, entre la Plaza de Espa?a y la sede del Senado, aunque se crio en el barrio de Chamber¨ª. Hija de un empleado de banca, cajero en una sucursal, y de una comadrona, que la asisti¨® en sus partos, debut¨® como actriz cinematogr¨¢fica con solo 14 a?os, en la pel¨ªcula La manigua sin Dios, dirigida por Arturo Ruiz Castillo. Su recuerdo de la primera secuencia que rod¨® comporta una an¨¦cdota tan tierna como tremenda: un piquete de soldados interrumpe una misa en una peque?a iglesia de un pueblo a tiros, disparando contra todos los presentes, pero aquella ni?a consigue escabullirse, a gatas. A Marisa la hab¨ªan vestido elegantemente y le hab¨ªan puesto unas medias de cristal que prometieron regalarle despu¨¦s del rodaje.
Tuvieron que repetir la secuencia una y otra vez porque la truca de los disparos en la pared no surt¨ªa el efecto deseado. Y, finalmente, se decidi¨® usar fuego real, por lo que tendr¨ªan que realizar una ¨²nica toma. Marisa demostr¨® tanto valor como talento y fue felicitada efusivamente por todo el equipo, pero ella estaba desolada: de tanto arrastrarse por aquel suelo de piedra, sus medias de cristal se hab¨ªan echado a perder.
En 1951 protagoniz¨® Surcos, dirigida por Jos¨¦ Antonio Nieves Conde, trabajo que le vali¨® el reconocimiento un¨¢nime de p¨²blico y cr¨ªtica, adem¨¢s de la Concha de Plata, el m¨¢s prestigioso galard¨®n para una int¨¦rprete de la ¨¦poca, como mejor actriz espa?ola, en la segunda edici¨®n del Festival de Cine de San Sebasti¨¢n. Rod¨® a las ¨®rdenes de los m¨¢s importantes directores y junto a actores como Anthony Quinn (1919, cr¨®nica del alba), Alberto Sordi (Con su permiso pap¨¢) o Richard Burton en Alejandro Magno, pel¨ªcula en la que defendi¨® su personaje de Eur¨ªdice en un perfecto ingl¨¦s, aunque, curiosamente, no pudo doblarse a s¨ª misma en la versi¨®n espa?ola del filme, por coincidir tal adaptaci¨®n con otro rodaje, El expreso de Andaluc¨ªa.
Su carrera como actriz de teatro fue larga y fruct¨ªfera. Interpret¨® libretos cl¨¢sicos de Shakespeare (Julio C¨¦sar y Enrique IV), Albert Camus (Cal¨ªgula), Calder¨®n de la Barca (La cena del rey Baltasar, El m¨¦dico de su honra y El gran teatro del mundo), Lope de Vega (Los locos de Valencia), Ibsen (John Gabriel Borkman), Hellman (La loba), Casona (Corona de amor y muerte), Unamuno, (Fedra), Bueno Vallejo (Las palabras en la arena, La doble historia del doctor Valmy y Jueces en la noche), Bernard Shaw (Pigmali¨®n), Arthur Miller (Despu¨¦s de la ca¨ªda) o Robert Patrick (Los hijos de Kennedy).
En televisi¨®n, son recordadas sus participaciones en varios Estudio Uno, de Televisi¨®n Espa?ola y, tambi¨¦n para la cadena estatal, su protagonismo en la serie La barraca, junto a Victoria Abril y ?lvaro de Luna. Su ¨²ltimo papel televisivo lleg¨® en 2007 en la serie Hospital Central.
En 1957 contrajo matrimonio con el futbolista Mario Dur¨¢n, con quien tuvo tres hijos: Luis Javier, Yolanda y Cristina. Marisa de Leza fue una mujer sumamente elegante, de fuerte car¨¢cter, en contraste con su gran sencillez y simpat¨ªa. Poco amiga de fastos, fiestas ni boatos, supo encontrar la felicidad en el ejercicio de su profesi¨®n, y la serenidad en la compa?¨ªa de su marido, de sus hijos y de sus nietos. La muerte de Yolanda, su segunda hija, esposa de quien esto escribe, coincidi¨®, tr¨¢gicamente, con el principio de la enfermedad que ayer acab¨® con la vida de la que, a punto de abandonar la solter¨ªa, sus rendidos admiradores quisieron apodar la novia de Madrid.
Jos¨¦ Luis Yuste es periodista y yerno de Marisa de Leza.