Unamuno, una muerte manipulada
El documental ¡®Palabras para un fin del mundo¡¯ cuestiona el relato oficial sobre el fallecimiento del escritor y el papel que jug¨® el falangista que le visit¨® en su casa
¡°Le escribo esta carta desde mi casa, donde estoy desde hace d¨ªas encarcelado disfrazadamente. Me retienen en reh¨¦n, no s¨¦ de qu¨¦ ni para qu¨¦. Pero si me han de asesinar, como a otros, ser¨¢ aqu¨ª, en mi casa¡±, escribe Miguel de Unamuno el 11 de diciembre de 1936, 20 d¨ªas antes de morir y antes de donar su biblioteca.
Su nieto, que se llama como ¨¦l y tiene 85 a?os, conoc¨ªa la misiva y otra igual de inquietante, esta en forma de amenaza: ¡°Un falangista envi¨® a mi padre una carta en la que advert¨ªa que la vida del suyo, mi abuelo, corr¨ªa peligro¡±. Ahora, una pel¨ªcula que compite en la Seminci de Valladolid -en la secci¨®n Tiempo de Historia- y se estrena en cines el 13 de noviembre, Palabras para un fin del mundo, ha provocado que se hagan ¡°preguntas de dif¨ªcil respuesta¡±. El filme de Manuel Mench¨®n, que la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, ver¨¢ en un pase especial la semana que viene, pone en duda el relato conocido de la muerte del escritor y recoge las ¨²ltimas averiguaciones sobre el c¨¦lebre enfrentamiento con Mill¨¢n Astray el 12 de octubre de 1936 en el paraninfo de la Universidad de Salamanca, el famoso y cuestionado ¡°vencer¨¦is pero no convencer¨¦is¡±.
Cuando Mench¨®n, director y guionista de la pel¨ªcula, conoci¨® el ¨²ltimo hallazgo de Jean-Claude y Colette Rabat¨¦, matrimonio franc¨¦s bi¨®grafo de Unamuno, pens¨® en hacer un corto ¡°y zanjar la pol¨¦mica del 12 de octubre¡±. Se trataba de las cuartillas de un nuevo testigo en el Paraninfo, Ignacio Serrano Serrano, catedr¨¢tico de Derecho Civil, que tom¨® notas de aquel hist¨®rico enfrentamiento. Cita de Unamuno: ¡°Hay que darse cuenta de que vencer no es convencer y que en ¨²ltimo t¨¦rmino eso que se llama la ¡®antiEspa?a¡¯ tambi¨¦n es Espa?a¡±. Recoge de Mill¨¢n Astray: ¡°Habl¨® en t¨¦rminos en¨¦rgicos diciendo que los catalanistas morir¨¢n y que los que pretendan ense?ar teor¨ªas averiadas morir¨¢n tambi¨¦n¡±. Serrano apunt¨® que lo que grit¨® el general fue ¡°abajo la intelectualidad¡±.
En 2015, Mench¨®n hab¨ªa dirigido ya una pel¨ªcula sobre el escritor, La isla del viento, para la que empez¨® a documentarse en 2009. Las cuartillas de Serrano le animaron a seguir haci¨¦ndolo. ¡°Cotej¨¦ las anotaciones con escritos de Unamuno. Habl¨¦ con historiadores, fil¨®logos, abogados especializados en los a?os treinta y con un forense. Y me asust¨¦¡±, relata.
El enfrentamiento entre Unamuno y Mill¨¢n Astray, que tambi¨¦n llev¨® al cine Alejandro Amen¨¢bar en Mientras dure la guerra, tuvo lugar en el que entonces se conoc¨ªa como D¨ªa de la Raza, hoy Fiesta Nacional. Uno de los motivos que encienden al general franquista es la menci¨®n que el rector de la Universidad de Salamanca hace de Jos¨¦ Rizal, poeta y h¨¦roe de la independencia de Filipinas fusilado 40 a?os antes por los espa?oles. Mench¨®n se puso a revisar documentos y sucesos de los meses anteriores y posteriores al enfrentamiento del Paraninfo para detenerse en la muerte del escritor el 31 de diciembre de 1936.
¡°El relato oficial sobre ese d¨ªa es falso¡±, asegura el director. ¡°Parece un cuento de Dickens, en la ¨²ltima tarde del a?o un antiguo alumno, Bartolom¨¦ Arag¨®n, va a ver a su viejo profesor, descubre, al ver c¨®mo le arden las zapatillas, que est¨¢ muerto, y sale de la habitaci¨®n al grito de ¡®yo no lo he matado¡¯. Hasta ese d¨ªa, nadie de la familia le hab¨ªa visto nunca¡±, relata. Indagando en el perfil del ¨²ltimo hombre que ve con vida al autor de La t¨ªa Tula, concluye que no solo no hab¨ªa sido alumno suyo, sino que les separaba ¡°un abismo ideol¨®gico¡±. ¡°En ninguna de las 25.000 cartas que escribi¨®, Unamuno habla de ¨¦l. Arag¨®n pertenec¨ªa al aparato de propaganda del R¨¦gimen, que ten¨ªa un centro de actividades en Salamanca, y hab¨ªa participado en la quema de libros. Todos los documentos sobre su muerte son irregulares, desde la hora, a la causa, hemorragia bulbar, imposible de determinar sin una autopsia¡±, a?ade. ¡°No sabemos qu¨¦ pas¨® exactamente ese d¨ªa, pero todo apunta a otra cosa, y s¨ª podemos decir que la versi¨®n oficial impuesta por el R¨¦gimen es falsa¡±.
Mench¨®n decidi¨® aparcar otro proyecto de ficci¨®n y convertir aquel corto en una pel¨ªcula de 96 minutos ¡°sobrecogido¡± por lo que considera ¡°la historia de una gran manipulaci¨®n¡±. Cuenta que muchas de las declaraciones en medios extranjeros de Unamuno se hac¨ªan delante de un miembro del equipo de propaganda del franquismo, que luego hac¨ªa ¡°traducci¨®n libre para los medios espa?oles¡±. Recuerda que es Franco quien le destituye como rector de la Universidad de Salamanca tras el enfrentamiento con Mill¨¢n Astray; que el preceptor de la hija de Franco hab¨ªa llamado a Unamuno ¡°mas¨®n¡± por la radio y que el escritor hab¨ªa intentado mediar, a trav¨¦s de la Fundaci¨®n paneuropea, como una especie de ¡°casco azul¡±, al inicio de la guerra. ¡°Tras el asesinato de Federico Garc¨ªa Lorca, explotaron la adhesi¨®n de Unamuno. Se apropiaron de ¨¦l, intelectual y f¨ªsicamente. Las personas que portan su ata¨²d son del equipo de prensa y propaganda¡±.
Quema de libros
Todos los testimonios que se oyen en la pel¨ªcula pertenecen a archivos hist¨®ricos. Jos¨¦ Sacrist¨¢n pone voz a Unamuno; V¨ªctor Clavijo a Mill¨¢n Astray y Antonio de la Torre al general Mola. Palabras para un fin del mundo muestra tambi¨¦n una imagen original de la quema de libros en Madrid, pr¨¢ctica asociada a los nazis. ¡°Los enemigos de Espa?a fueron condenados al fuego¡±, recogi¨® el diario Ya. ¡°Cuando los franquistas entraban en una localidad, requisaban a los que consideraban rojos, hac¨ªan una pila y los quemaban¡±, explica Ana Mart¨ªnez Rus, profesora de Historia contempor¨¢nea en la Universidad Complutense. ¡°Desde la Enciclopedia de la carne, que era sobre gastronom¨ªa, aunque imaginaran otra cosa, hasta La Rep¨²blica, de Plat¨®n, que les sonaba a rep¨²blica. Despreciaban a los intelectuales porque los consideraban responsables de haber envenenado el alma de los espa?oles. De ah¨ª el ensa?amiento¡±.
Miguel de Unamuno relata a EL PA?S que hace ¡°unos 20 a?os¡± el ¨²ltimo hombre que vio a su abuelo con vida, Bartolom¨¦ Arag¨®n, pidi¨® verle. Hab¨ªa quemado libros, pero ese d¨ªa quer¨ªa escribir uno. ¡°Me habl¨® de hacer un negocio, una publicaci¨®n. Yo le dije que no me interesaba y me march¨¦¡±, recuerda. ¡°Hoy me hago muchas preguntas. S¨ª s¨¦ que los franquistas se apropiaron del cad¨¢ver y la figura de mi abuelo. Impusieron su versi¨®n sobre eso y muchas otras cosas. Ojal¨¢ ahora esto empiece a cambiar¡±.
El Tercer Reich maniobr¨® para frustrar el Nobel en 1935
La pel¨ªcula 'Palabras para un fin del mundo' revela un informe del "Ministerio para la formaci¨®n y la propaganda¡± del Tercer Reich a la Fundaci¨®n Nobel para que no se concediera el premio a Miguel de Unamuno. ¡°Tras el cambio pol¨ªtico ocurrido desde 1933, Unamuno ha tomado una actitud tan clara contra nosotros que se pueda considerar como el portavoz espiritual de la lucha contra Alemania en los c¨ªrculos intelectuales de Espa?a. Por esta actitud no apoyamos su solicitud para el Nobel¡±, reza el escrito.
Ese a?o, 1935, el premio qued¨® desierto en la categor¨ªa de Literatura. Hab¨ªa ocurrido lo mismo solo una vez antes, en aquella ocasi¨®n, por el estallido de la Primera Guerra Mundial.
Durante la pel¨ªcula tambi¨¦n se muestran declaraciones y escritos del pensador espa?ol contra Benito Mussolini y Adolf Hitler. ¡°Unamuno se posicion¨® contra el fascismo desde el principio y fue uno de los primeros en advertir de la manipulaci¨®n que ejerc¨ªan a trav¨¦s de la propaganda, pese a que durante un tiempo se crey¨® justo lo contrario¡±, explica el director del filme, Manuel Mench¨®n.
La pel¨ªcula incide especialmente en ¡°la inquina¡± de los militares franquistas hacia los intelectuales. ¡°Para Mil¨¢n Astray eran una obsesi¨®n, como se ve en el discurso que pronuncia en la plaza de Salamanca llam¨¢ndoles malditos por considerar que hab¨ªan 'envenenado a las masas¡±, a?ade Mench¨®n.
Babelia
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