Imanol Arias: ¡°Desde 2016 soy otro Imanol¡±
El actor reestrena en teatro ¡®El coronel no tiene qui¨¦n le escriba¡¯ mientras espera ¡°tranquilo¡± su juicio en la Audiencia Nacional por presunto fraude fiscal, en un proceso que le ha transformado vitalmente
A pesar o adem¨¢s de su proverbial cordialidad ¡ªsaluda chocando espalda contra espalda, como dice que hacen en su gremio para no perder el contacto f¨ªsico a pesar del virus¡ª, Arias est¨¢ en guardia. El titular de una conversaci¨®n suya con Europa Press, referido a sus problemas con la justicia ¡ª"He tenido suerte en mi carrera y algo de karma habr¨¢ que pagar"¡ª le ha disgustado tanto que su representante ha amagado con cancelar esta entrevista y, al final, se celebra con ella presente y supervisando sus palabras. El representado no rehuye preguntas, simplemente se va por otros cerros. Antes de sentarnos, recibe por tel¨¦fono una buena noticia, la consecuci¨®n de los derechos de una ansiada obra de teatro, y se permite un breve estallido de j¨²bilo. Aun as¨ª, luego, fuera de foco, no disimula su estado basal de ¨¢nimo. No se trata aqu¨ª de someterlo a tercer grado. Jueces tiene la Audiencia. Pero, al metro y medio reglamentario de distancia antiv¨ªrica, el legendario Antonio Alc¨¢ntara de Cu¨¦ntame parece un hombre tan pundonoroso profesionalmente como ¨ªntimamente devastado. Al despedirnos, ofrece un futuro caf¨¦ para charlar sin ambages ni testigos. Pendiente queda.
Empez¨® como gal¨¢n a los 20 a?os. ?Mantiene el tipo a los 64?
Yo, por lo visto, al principio de mi carrera en teatro era muy bueno, tanto que, a los dos a?os, era el protagonista de la comedia nacional y me retir¨¦ por miedo. Entonces, y lo cuento como an¨¦cdota, alguien dijo: este muchacho da tan bien, es tan irremediablemente guapo, que tiene que hacer galanes. Y me tir¨¦ una ¨¦poca haciendo pel¨ªculas de gal¨¢n. El hombre que enamora y luego sufre. A¨²n lo hago, s¨ª. En Velvet, por ejemplo. Tengo esa r¨¦mora, pero t¨² mismo te vas decrepitando tanto, y soy tan delgadito, que, en todo caso soy un gal¨¢n de Playmobil. En el teatro no. En el teatro no existe eso.
Siempre alude a su delgadez. ?Le ha afectado de alg¨²n modo?
Ah¨ª has tocado un tema... Tiene que ver con un rasgo de mi personalidad. Me gusta comer, entiendo de comida. S¨¦ que soy un privilegiado, pero hay algo m¨ªo que me hace ser muy nervioso, y eso genera un prototipo f¨ªsico y cierto complejo de delgado.
?Se autofagocita?
S¨ª, pero no por depresivo, es por ansia, un ansia tremenda. Los que meditamos creemos que controlamos, pero nunca desaparece.
?Desde cu¨¢ndo medita?
Desde 2016, ah¨ª empieza todo.
?Se refiera a sus problemas legales?
A todo, s¨ª. Ah¨ª se produce todo y tengo que romper la relaci¨®n espacio-tiempo, saber que no puedo estar al d¨ªa de todo, que es mucha presi¨®n, son muchas informaciones. Seguramente fuese un d¨ªa de rodaje, que llegu¨¦ un poco as¨ª, hab¨ªa mucha gente y alguien me abri¨® esa puerta. Encontr¨¦ esa ayuda. Hay un tipo, Joe Dispenza y unos cient¨ªficos cu¨¢nticos que han demostrado que, emocionalmente, puedes construirte un futuro dentro del futuro que te corresponde. Y en ello ando.
?La vida le dio la vuelta?
Totalmente. Desde entonces soy otro Imanol. Ni mejor ni peor. M¨¢s parecido a lo que quiero ser, con el dolor de que no lo consigo del todo. Es un camino largo. Para m¨ª el ayer no tiene ninguna importancia, ni el ma?ana. Me preocupa el hoy.
Si ahora es otro, ?qui¨¦n era antes?
Un voluntarista, porque nunca hab¨ªa tenido la necesidad de enfrentarme a mi centro. Viv¨ªa esparcido, era como el mercurio. Me sent¨ªa tan obligado que no era fiel ni a m¨ª mismo. Si me pon¨ªan en un recipiente: mi trabajo, mis pel¨ªculas, mis cosas, me conten¨ªa. Ahora, si alguien quer¨ªa poner ese mercurio en su mano, se escapaba. Ya no quiero ser mercurio.
?Me est¨¢ diciendo que sus problemas le han venido bien?
Todo en la vida viene bien. Sobre todo si sabes olvidar lo que no necesitas y sabes crear lo que quieres. Es todo muy relativo.
Le veo superzen
?T¨² crees? Yo me veo trotskista. He vuelto al trotskismo, esa especie de an¨¢lisis positivista de la realidad.
?Qu¨¦ le da miedo?
?Ahora mismo? Caer en lo urgente y no pensar en lo importante. Vivimos en un mundo y una ¨¦poca de urgencias letales. Todo es urgente, y lo importante no se aborda. Los Gobiernos est¨¢n en lo urgente y no hacen una ley en tres a?os. Lo importante es cuidar el planeta y cuidarnos a nosotros.
El a?o pasado dec¨ªa que estaba trabajando a destajo para poder pagar a Hacienda. ?Sigue haci¨¦ndolo?
S¨ª, pero estoy tratando de meter el trabajo en la vida. Dec¨ªa Orson Welles que los artistas, cuando el trabajo te afecta, tendemos a tener una vida recogida, triste, de pocas palabras en casa, por eso es tan dif¨ªcil convivir con nosotros. Porque siempre so?amos con que el v¨®mito de la verdad sea en la escena, por honestidad, porque tu trabajo afecta a mucha gente, por compromiso. Ese tambi¨¦n es parte de mi cambio. Estoy intentando simplificar mi vida, darle al trabajo un campo muy amplio y que entren las emociones, las relaciones. Puedo irme a M¨¦rida a un caser¨®n y caminar por las calles, que tanto se parecen a las del coronel de El coronel no tiene qui¨¦n le escriba, y decir: ¡°esto me ha servido¡±.
El coronel espera, viviendo en la miseria, una pensi¨®n que no llega. ?Teme a la vejez? ?C¨®mo es su jubilaci¨®n so?ada?
Hago bromas con la Casa del Actor. Esos t¨ªos y t¨ªas ah¨ª metidos con nuestras man¨ªas y nuestros personajes. Pero somos unos mentirosos. Mi ideal ser¨ªa el teatro. Aprovechar alg¨²n papel del teatro y el audiovisual que me llegue a esa edad. No me gustar¨ªa acabar en una residencia privada. Les tengo desconfianza. Prefiero estar con un hijo y una nuera, en una habitaci¨®n en la que me dejen tranquilo y en paz, pero que haya alguien que sepa qui¨¦n soy y que me escuche todos los d¨ªas quejarme, o yo a ellos, y que lleguemos a la conclusi¨®n de que todos tenemos raz¨®n.
?Va a ser un viejo cascarrabias?
Creo que no, porque soy poco hablador. Hablo m¨¢s en p¨²blico que en privado. Las personas que han vivido conmigo, a las que quiero y me han querido much¨ªsimo, dec¨ªan: ¡°lo realmente triste de lo nuestro es que t¨² vives m¨¢s fuera que dentro de casa¡±, entonces es insoportable. Volvemos a Welles: hay algo instintivo. Te lo guardas todo para que cuando digas: ¡°hay d¨ªas que siento que este pueblo se me viene encima como si fuera una bala de lodo¡±, todo cobre sentido. Vivimos para eso. Somos capaces de cargarnos parejas y amigos con tal de lograr ese momento, ese boom de luz y de verdad. O de lograr una posici¨®n o un momento art¨ªstico.
Volvamos a 2016. El a?o de sus problemas. Hay un elefante sobre esta mesa. ?Por qu¨¦ no lo nombra?
Porque no puedo y adem¨¢s s¨¦ que todo el mundo lo sabe. Muchos actores y periodistas te pueden contar lo que me pasa, porque es lo que les pasa a ellos multiplicado por mis ingresos y mis a?os de carrera.
?Se arrepiente de algo?
Ya se me ha olvidado, pero seguramente s¨ª, de muchas cosas.
Usted ha cambiado, pero ?ha notado un cambio en la mirada de la gente desde 2016?
Todo el mundo dice que no, yo no me lo creo. No lo s¨¦. Todo depender¨¢ de c¨®mo seamos capaces de resolver esto. Ah¨ª est¨¢ la clave. Estoy tranquilo y duermo bien.
Usted es un icono. Y a los iconos se les pide ejemplaridad.
Bueno, nosotros asumimos unas ejemplaridades que tampoco corresponden en el mundo art¨ªstico. En algunos momentos hist¨®ricos nos toc¨® estar delante. Y eso genera una especie de visi¨®n id¨ªlica que tampoco es as¨ª.
?Alguien le ha echado en cara algo por la calle en este tiempo?
Dos veces en estos a?os. Y les contest¨¦. Creo que es m¨¢s una sensaci¨®n que tengo yo, tengo una necesidad de cosas que no puedo explicar por qu¨¦ ni s¨¦ de ellas ni es el momento. Soy yo el que se enfrenta con eso. Es m¨¢s el barullo que se monta cuando intento explicar algo que no debo, no puedo y adem¨¢s no corresponde en este momento. El periodismo ahora se hace con titulares que dan para un tuit, un sketch, o un tiktok.
?Qu¨¦ titular le gustar¨ªa que saliera de esta entrevista?
S¨¦ el que no me gustar¨ªa, y ese no va a ser porque no lo he dicho.
Ser¨¢ porque no quiere.
Ser¨¢ porque no puedo. Ojal¨¢. Cuando sea posible te lo dar¨¦. De momento, el titular que me gustar¨ªa es que vuelvo al teatro. Que el teatro atiende a lo importante, en vez de a lo urgente, y adem¨¢s, es mucho m¨¢s seguro que sitios que solo atienden a lo urgente.
CORONEL DE LAS TABLAS
Han pasado 45 a?os desde que Imanol Arias (Ria?o, 64 a?os) se plant¨® en Madrid con 5.000 pesetas en el bolsillo y quedara el n¨²mero uno en la prueba de acceso a la Escuela de Arte Dram¨¢tico en la que luego no pudo matricularse por que era "un puto obrero que no ten¨ªa la rev¨¢lida". Despu¨¦s, aparici¨®n estelar de "la virgen" Juan Diego mediante, el aspirante iniciar¨ªa una carrera de fondo que le ha llevado a estar en muchos de los t¨ªtulos m¨¢s recordados del cine, el teatro, y, en los ¨²ltimos 20 a?os, encarnar a Antonio Alc¨¢ntara, el espa?olito medio en persona, en la serie 'Cu¨¦ntame'. Ahora, con todos esos galones en la manga, reestrena 'El coronel no tiene qui¨¦n le escriba', de Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez, en el teatro Infanta Isabel de Madrid mientras espera juicio en la Audiencia Nacional por un presunto delito de fraude fiscal por el que le solicitan 27 a?os de c¨¢rcel y 10 millones de multa. Dice estar tranquilo. Cada cinco d¨ªas se hace una PCR para seguir sobre las tablas y los sets de rodaje. Muchas familias dependen del resultado, dice.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.