Akelarre ¡®teen¡¯ bajo m¨ªnimos

Escrita y dirigida por Zoe Lister-Jones, este remake de la pel¨ªcula del mismo t¨ªtulo de los a?os noventa es un decepcionante intento de revivir una pel¨ªcula de semiculto pero con los gui?os a la agenda de g¨¦nero y diversidad de este nuevo siglo. Predecible e insulsa, la pel¨ªcula se centra en el personaje que interpreta la actriz y cantante Cailee Spaeny, una adolescente que se traslada con su madre a la ciudad donde vive su nueva pareja con sus tres hijos. El personaje de Spaeny es el ¨²nico que est¨¢ medianamente construido, aunque tampoco demasiado, mientras que el resto se diluye en una trama raqu¨ªtica d¨®nde se desaprovechan las ideas y apenas se desarrolla ning¨²n personaje. Algo que afecta a casi todos los secundarios de una manera y del que no se libra ni David Duchovny, en la piel de un pat¨¦tico malo. J¨®venes y brujas es una pel¨ªcula de instinto y de akelarre teen, pero Zoe Lister-Jones desaprovecha el tir¨®n inicial de la historia.

En su primer d¨ªa de instituto, el personaje principal paga la novatada cuando una hemorragia menstrual la ridiculiza ante sus compa?eros de clase. Rescatada del escarnio p¨²blico por tres compa?eras que resultan ser amantes de lo esot¨¦rico, las cuatro chicas acabar¨¢n formando un grupo de brujas que descubren en la fr¨¢gil reci¨¦n llegada a una poderosa m¨¦dium de fuerzas sobrenaturales. Si los mitos y ritos de la sangre menstrual sobrevuelan en la historia, tambi¨¦n lo hace la masculinidad t¨®xica frente a una fuerza femenina que el guion pretende exponer con demasiada simpleza y a trav¨¦s de unos di¨¢logos aleccionadores y toscos. Si las j¨®venes brujas de los noventa pon¨ªa el acento en su marginalidad, esta nueva versi¨®n parece m¨¢s empe?ada en enunciar las maravillas de la sororidad frente a intentar mostrarla con un m¨ªnimo de autenticidad.