La cinefilia de la cinefilia

Dear Werner es un diario filmado que, a trav¨¦s de su filiaci¨®n a la aventura cinematogr¨¢fica del cineasta alem¨¢n Werner Herzog, pretende encontrar su propia voz. Para ello, Pablo Maqueda, recrea uno de los episodios m¨¢s ins¨®litos de la vida del director de Aguirre, la c¨®lera de Dios: el viaje a pie que Herzog emprendi¨® de M¨²nich a Par¨ªs entre los meses de noviembre y diciembre de 1974 para reencontrarse con su admirada y enferma Lotte H. Eisner, la cr¨ªtica e historiadora de cine que hab¨ªa huido del nazismo para acabar al tim¨®n junto a Henri Langlois de la Cin¨¦math¨¨que francesa. Una mujer, recuerda la pel¨ªcula de Maqueda, que lleg¨® a proteger con su propio cuerpo decenas de pel¨ªculas que de otra manera se hubiesen perdido para siempre. Herzog no film¨® su peregrinaje de 22 d¨ªas, solo escribi¨® un ensayo que bajo el t¨ªtulo Del caminar sobre hielo se publicar¨ªa unos a?os despu¨¦s. Es este texto la hoja de ruta que ha seguido Maqueda en su filme, realizado en solitario, empujado por la precariedad y frustraci¨®n de un aspirante a cineasta sin otro capital que su cinefilia en los bolsillos.

Maqueda ya hab¨ªa demostrado antes su capacidad para idear proyectos en circunstancias adversas. En 2013 impuls¨® una de las iniciativas m¨¢s estimulantes nacidas bajo la crisis: LittleSecretFilm, una plataforma que propon¨ªa un modelo de producci¨®n bajo m¨ªnimos y siguiendo unas normas similares a las de Dogma 95. Se trataba de una serie de rodajes clandestinos en 24 horas y de una exhibici¨®n online que sirvi¨® para conocer sensibilidades dispares situadas al margen del cine industrial y tambi¨¦n de las habituales corrientes del de autor, un cine de guerrilla del que nacieron joyas como Cinema verit¨¦, verit¨¦, de Elena Manrique.

En Dear Werner, Maqueda, harto de no encontrar eco para sus historias en los canales de producci¨®n, se dirige en ingl¨¦s a Herzog como a un faro en la niebla de un sistema que le niega. Parad¨®jicamente, la pel¨ªcula gana cuando se aleja de la voz que le inspira para buscar sus propias preguntas y respuestas. Que Maqueda tienda a imitar la inimitable solemnidad ret¨®rica de Herzog resulta algo na¨ªf, pero el principal escollo del documental est¨¢ impl¨ªcito en una frase del propio cineasta, que aunque prest¨® su asesoramiento para el guion y participa en la historia con una serie de audios en los que lee su ensayo, no quiso sumarse a la promoci¨®n. Desde la complicidad, el agradecimiento y sobre todo la sabidur¨ªa, dej¨® as¨ª caer a su devoto seguidor el problema de ra¨ªz: ¡°Yo no quiero estar involucrado en una reflexi¨®n sobre una reflexi¨®n sobre una reflexi¨®n¡­¡±.