Fallece a los 94 a?os Jan Morris, la viajera que lleg¨® hasta ella misma
Nacida James, pionera de la defensa de los derechos transexuales, escribi¨® algunos de los mejores libros de viajes contempor¨¢neos como los que dedic¨® a Venecia, Hong Kong o Trieste
¡°Cuando muera titular¨¢n ¡®muere la escritora transexual Jan Morris¡¯¡±. Lo auguraba ella misma, resignada, paseando por el jard¨ªn de su legendaria casa, Trefan Morys, un antiguo cottage reconvertido cerca del r¨ªo Dwyfor, en Gales. Sosten¨ªa que ella era mucho m¨¢s que su conundrum, su enigma, como denomin¨® al anhelo que la hizo sentirse siempre mujer y decidir finalmente ¡°completarse¡±, como dec¨ªa. Y es cierto que Jan Morris, nacida James Humphry Morris en Clevedon, Somerset, Inglaterra, en 1926 (aunque de padre gal¨¦s y fervientemente galesa de coraz¨®n) y fallecida hoy a los 94 a?os, fue cantidad de cosas m¨¢s: soldado (oficial del 9? regimiento de Lanceros de la Reina), periodista (miembro de la expedici¨®n de 1953 al Everest, dio en exclusiva la noticia de la conquista de la cima por Hillary y Tenzing; tambi¨¦n cubri¨® el juicio a Eichmann), historiador (autor de la gran trilog¨ªa sobre el imperio Pax Britannica), novelista (Hav) y sobre todo una de las escritoras de mayor sensibilidad de nuestro tiempo.
Adscrita a la literatura de viajes, en la que est¨¢ considerada una de sus voces m¨¢s representativas, con libros tan sensacionales por su calidad, agudeza y lirismo como los que dedic¨® a Venecia (RBA, 2008, probablemente su obra m¨¢s conocida), Hong Kong, Nueva York, Oxford o Trieste, sus t¨ªtulos figuran sin discusi¨®n entre los grandes cl¨¢sicos del g¨¦nero. En Un mundo escrito (RBA, 2007) recopil¨® algunos de sus mejores textos de viajes. Su ¨²ltimo libro publicado es una especie de diario, In My Mind¡¯s Eye (Faber and Faber, 2018) y quiz¨¢ el mejor para acercarse a ella Pleasures of a Tangled Life (Barrie & Jenkins, 1989).
Con todo, su obra m¨¢s conmovedora seguramente sea la que dedic¨® a explicar la historia de su transformaci¨®n, su m¨¢s portentoso y valeroso viaje: aquel en el que lleg¨® hasta ella misma. Enigma (RBA, 2011) es un libro hermos¨ªsimo en su sinceridad y humanidad que deber¨ªa ser de lectura obligatoria y que describe con un poder de conmoci¨®n inigualable el proceso que sigui¨® Morris para devenir lo que siempre, desde la infancia, bajo el piano de su madre, hab¨ªa sentido que era: una mujer. Durante 35 a?os de su vida, Jan Morris habit¨® inc¨®moda un cuerpo de hombre, otros 10 los pas¨® en un ¡°estado intermedio¡±, como lo llamaba, con tratamiento hormonal, hasta que en 1972 (hab¨ªa que tener mucho valor entonces) dio el paso decisivo y se someti¨® a una operaci¨®n de cambio de sexo en Casablanca.
Convertida en Jan, continu¨® con la que era su esposa, Elizabeth Tuckniss, con la que hab¨ªa tenido cinco hijos (¡°lo m¨¢s cercano a ser madre era ser padre¡±, dec¨ªa) y con la que sigui¨® viviendo tras su reasignaci¨®n de g¨¦nero, en una ejemplar historia de amor. Cuando viajaban juntas a partir de entonces lo hac¨ªan como cu?adas. ¡°No hay grado de intimidad que no hayamos experimentado a lo largo de los a?os¡±, dec¨ªa Jan. Elizabeth, la dulce y amable Elizabeth por la que tanto se preocupaba Jan, la sobrevive. Por imperativo legal tuvieron que divorciarse al no reconocer entonces el Reino Unido el matrimonio entre personas del mismo sexo, pero volvieron a casarse en 2008, al cambiar la ley, en un acto de empecinado amor.
Alta, fuerte, en¨¦rgica y decidida, con un gran sentido del humor y una cultura inabarcable, Jan Morris era una mujer de gran coraje que conservaba rasgos que suelen atribuirse a la masculinidad como conducir a gran velocidad (viajar con ella por las estrechas carreteras galesas era una experiencia terrible) o leer historia militar. Toda su vida tuvo una fijaci¨®n por el iconoclasta Lord del Almirantazgo Jack Fisher, al que dedic¨® una biograf¨ªa, y por el acorazado japon¨¦s Yamato, al que consagr¨® uno de sus ¨²ltimos libros Battleship Yamato. Of war, Beauty and Irony (Acorazado Yamato, sobre guerra, belleza e iron¨ªa, Liveright Publishing Corporation, 2018), un raro ensayo en el que lat¨ªa la sensaci¨®n de que ella, como el inmenso buque de guerra imperial, era algo fuera de escala, quim¨¦rico, como le gustaba definirse a s¨ª misma.
Los barcos ¨Cle encantaban, ten¨ªa la casa de Trefan Morys llena de ellos¨C le dieron desde la infancia el primer impulso para viajar. Sus primeros grandes viajes vinieron con la carrera militar y luego con el periodismo, con el que lleg¨® hasta la base del Everest (otro de sus libros c¨¦lebres, La coronaci¨®n del Everest, Gallo Nero, 2015, es el dedicado a contar la expedici¨®n que conquist¨® la cima m¨¢s alta del mundo y c¨®mo consigui¨® la exclusiva y darle la noticia al mundo). Dec¨ªa que viajar era para ella como respirar, y adem¨¢s un gran placer. No pod¨ªa concebir la vida sin viajar ni el viajar sin escribir. Desde luego su experiencia tuvo algo dif¨ªcil de superar para cualquier otro escritor del g¨¦nero: viaj¨® como hombre y como mujer, y en varios de sus libros, como el de Venecia, late esa incre¨ªble aventura de poder comparar lo que es viajar desde la ¨®ptica de ambos sexos. Sosten¨ªa que, contrariamente a lo que muchos pueden pensar, es m¨¢s f¨¢cil y seguro viajar como mujer, pues te ayudan las mujeres de todas partes y no eres vista, recalcaba, como un peligro, lo que suele pasar con los hombres.
Venecia, ¡°una obra de arte, llena de melancol¨ªa¡±, era su lugar favorito. En cambio, no le gustaba mucho Par¨ªs. Viaj¨® por Espa?a, con su mujer, en los a?os sesenta, y escribi¨® un libro sobre la experiencia. Convirti¨® Gales en su patria y le dedic¨® hermosas p¨¢ginas (¡°mi pie izquierdo es viajero y el derecho est¨¢ arraigado profundamente en la tierra de Cymru¡±, Gales, dec¨ªa).
Soportaba pacientemente que le preguntaran por su cambio. ¡°Mi naturaleza es la misma¡±, explic¨® en una entrevista con quien firma estas l¨ªneas en 2007. ¡°Pero he cambiado porque la percepci¨®n de los otros hacia m¨ª es diferente. Como no me tratan igual, cambia mi relaci¨®n con el mundo. No soy otra persona, aunque algunas cosas se han hecho m¨¢s suaves, m¨¢s delicadas, y estoy contenta de que sea as¨ª. No s¨¦ si esas caracter¨ªsticas diferentes de mi personalidad se deben al cambio o a la edad, si naturalmente habr¨ªan llegado igual. Insisto en que yo siempre he sido la misma por dentro. Tras la operaci¨®n, intr¨ªnsecamente no cambi¨¦. Mis opiniones y mis amores son los mismos¡±.
Cerca de su casa, la escritora me mostr¨® el lugar junto al r¨ªo donde hab¨ªan decidido enterrarse juntas ella y Elizabeth. Bajo el epitafio en gal¨¦s: ¡°Aqu¨ª yacen dos amigas, al final de una vida¡±. Cre¨ªa en el amor y en la bondad, en la fidelidad a las personas, y a la tierra; y en la amistad, y en las bromas. Cuando la invit¨¦ a casa en Barcelona ¨Cciudad que no le gustaba nada, por cierto¨C me respondi¨® con un gui?o. ¡°No sabes lo que haces, un d¨ªa llamar¨¢n a tu puerta y ser¨¦ yo¡±. Ella, grande, parad¨®jica, inabarcable en su total naturaleza, admirable, querida. Ya no podr¨¢ ser. Jan Morris se ha marchado, la viajera que lleg¨® m¨¢s lejos que nadie: hasta el coraz¨®n de ella misma.
Babelia
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