Agust¨ªn D¨ªaz Yanes: ¡°Nuestra generaci¨®n ten¨ªa la sensaci¨®n de que todo era ya invulnerable¡±
El cineasta pasa la pandemia rodeado de los suyos y escribiendo. ¡±Nos pasa a los que ya somos mayores que te acostumbras r¨¢pido a las cosas y a las cosas duras¡±, asegura
Esta terraza en la que ha pasado tanto tiempo durante la pandemia el cineasta Agust¨ªn D¨ªaz Yanes (Madrid, 70 a?os), bajo el fr¨ªo o el sol, parece tambi¨¦n un jard¨ªn de infancia, pues por aqu¨ª est¨¢n, dispersos, los vestigios que dejan los nietos cuando visitan a los abuelos. Pero tambi¨¦n est¨¢ la huella de un hombre que se ha pasado este tiempo pensando m¨¢s en los dolores de la historia, pasada o reciente, que en la manera de contar im¨¢genes que han aterrado al mundo entero. ?l est¨¢ (tambi¨¦n durante la entrevista) con su mascarilla blanca, sentado en una esquina de la mesa grande, sus ojos con las huellas del tiempo, aunque esa mirada le acompa?a as¨ª desde que era juvenil y tambi¨¦n ojeroso. Como hab¨ªa en la casa el rumor reciente de un ni?o le preguntamos por la postal de su propia infancia. ¡°Uf¡±, empieza diciendo, ¡°tiempo fastidiado para una postal¡ Mi postal ahora ha sido una en la que est¨¢n mi mujer, mi hijo, mi nieto, sobre todo, que son los que me han animado m¨¢s. ?Y est¨¢ mi terraza!¡±
Pregunta. Usted est¨¢ acostumbrado a mirar para hacer im¨¢genes de lo que ve¡ ?Qu¨¦ le anda diciendo este tiempo?
Respuesta. Que ten¨ªa que acomodarme y seguir adelante, que no es f¨¢cil. Me acomod¨¦, porque me encargaron cosas para escribir y eso ocup¨® mi cabeza. ?Im¨¢genes? Me daba un poco de reparo la soledad de las calles, no las he visto como algo muy bonito. Me daba un poco de p¨¢nico, de agorafobia¡ Pero me acostumbr¨¦. Nos pasa a los que ya somos mayores que te acostumbras r¨¢pido a las cosas y a las cosas duras. Y como muy aficionado al estudio de la Segunda Guerra Mundial y a la guerra civil nuestra, pensaba que esto era muy malo, pero que ha habido cosas peores. As¨ª he ido tirando, sin dedicarme mucho a la imagen, sino a la escritura.
P. ?La met¨¢fora de una guerra?
R. Las guerras son distintas. La Segunda Guerra Mundial, como nuestra guerra civil, fue tan brutal no tiene comparaci¨®n con lo que est¨¢ ocurriendo. Nuestra generaci¨®n ten¨ªa la sensaci¨®n de que todo era ya un poco invulnerable, de que todo iba mejorando, y que no iban a ocurrir cosas como las que pasan. La ciencia, en la que todos ten¨ªamos enorme confianza, ha tardado, y eso era natural, y esta circunstancia cambia mucho la forma de ver el mundo. Pens¨¦ que el mundo anglosaj¨®n, en el que me eduqu¨¦, estaba un poco por encima de los dem¨¢s en este campo, pero en la pandemia los que han estado por encima han sido los asi¨¢ticos, y eso cambia tu mentalidad¡ La cuesti¨®n es resistir, ver c¨®mo salir adelante. La verdad es que la crisis econ¨®mica no azota tanto como se pensaba, y los j¨®venes pueden seguir viviendo¡ Siempre pienso mucho en los j¨®venes. Si a nosotros, a los veintitr¨¦s a?os, cuando viv¨ªamos bajo Franco, que tambi¨¦n fue una buena pandemia, nos dicen que deb¨ªamos ir con mascarilla y sin relacionarnos ?Imag¨ªnate c¨®mo hubieran sido nuestras vidas!
¡°No s¨¦ si el mundo va a cambiar tanto como se dice¡±
P. Esto ha sido como una goma de borrar inmensa. ?Le vienen a la cabeza cosas que ya ha borrado la pandemia?
R. No s¨¦ si el mundo va a cambiar tanto como se dice. Tampoco creo que hayamos aprendido mucho. Del futuro nadie sabe nada. A mi edad pienso m¨¢s en c¨®mo ser¨¢ la vida para mi nieto, que tiene tres a?os y medio¡ Hasta tengo un guion de ciencia ficci¨®n sobre ese porvenir. Espero que el futuro sea bueno. Me asust¨¦ el d¨ªa de las elecciones norteamericanas. ?Iba a ganar Trump! Pens¨¦ que ser¨ªa la cat¨¢strofe mundial. Todos los libros que he le¨ªdo en mi vida son sobre c¨®mo iba a ser el mundo futuro no han acertado casi nunca. Si no hubiera sido por la capacidad de olvido enorme que tiene la humanidad no hubi¨¦ramos sobrevivido a tantas miserias. En la Segunda Guerra Mundial murieron casi cincuenta millones de personas, y se olvid¨® en parte porque hab¨ªa que seguir adelante.
P. ?En esa ¨¦poca en que ya muri¨® Franco y empez¨® otra historia fuimos tan felices?
R. ?ramos j¨®venes, piensas el mundo de otra forma; no fueron tiempos f¨¢ciles, pero fuimos lo suficientemente felices¡ Nada de lo que ocurri¨® bajo el franquismo fue bueno. Historiadores como ?lvarez Junco, Santos Juli¨¢, Juli¨¢n Casanova, Juan Avil¨¦s o Paul Preston han dado ya una visi¨®n can¨®nica de lo que fue el franquismo. Fue una cosa espantosa vivir en un mundo sin libertades donde fusilaban a la gente por cualquier cosa. Por mucho desarrollo econ¨®mico que hubiera no hubo nada bueno. No estoy dispuesto a discutir con los revisionistas.
P. Pues por las calles y en el Parlamento hacen burla de los vencidos. ?Este clima de ahora precede a la maldad?
R. Lo que veo es una estupidez total en los debates pol¨ªticos e hist¨®ricos. En Espa?a y en todo el mundo, aunque aqu¨ª parezca m¨¢s exacerbado. ?Ignoran qui¨¦n era Largo Caballero, y destruyen su recuerdo! Es un poco rid¨ªculo seguir con dos memorias hist¨®ricas enfrentadas. No puedo obligar a nadie a que sea fervoroso disc¨ªpulo de Largo Caballero o de Indalecio Prieto, pero por lo menos que no da?e la historia¡ Mira: yo milit¨¦ en el PCE en tiempo de Franco, as¨ª que no soy sospechoso de ser de la cuerda de Mart¨ªn Villa, pero este lleg¨® a ser amigo de Carrillo o de Camacho. ?Les voy a reprochar esa amistad? Como ocurre con Sempr¨²n: ?para ponerlo en evidencia dicen que lo pas¨® bien en Buchenwald!. El clima ahora es falsamente guerracivilista, porque no hay armas. Pero hay un tono tan brutal como innecesario, porque ni la sociedad est¨¢ tan dividida ni es tan terrible el panorama. Pero si van ahondando podemos llegar a lo que ha pasado en Estados Unidos, que hay unas elecciones y, de repente, el perdedor no reconoce que las ha perdido. Eso es el principio del fin. Es mejor que la gente baje el diapas¨®n.
P. Estuvo en un proyecto de serie sobre Jorge Sempr¨²n.
R. No ha salido adelante, al menos a¨²n no ha salido adelante. Sempr¨²n se merece una gran serie o una gran pel¨ªcula. Creo que es uno de los grandes personajes que hay en la historia de Espa?a. Alguien que estuvo catorce o quince a?os de jefe de la clandestinidad contra Franco, que de joven estuvo contra el nazismo, que lo tortur¨® la Gestapo, que estuvo en un campo de concentraci¨®n¡ Un personaje extraordinario, conocid¨ªsimo en el Par¨ªs literario y cinematogr¨¢fico m¨¢s importante¡ Tengo todos sus libros, siempre me ha impresionado mucho. ?Que escriba alguien la serie, que se haga, porque es uno de los grandes personajes del siglo XX espa?ol!
¡°Hay que tener mucho valor para quitarle una estatua a Prieto¡±
P. Un personaje que si tuviera una calle se la estar¨ªan quitando.
R. Tambi¨¦n. El desconocimiento imb¨¦cil de los espa?oles. Hay que tener mucho valor para quitarle una estatua a Prieto. Y a Caballero. Y, desde luego, Sempr¨²n tendr¨ªa que tener una calle en Madrid, a ser posible donde vivi¨® clandestinamente.
P. Usted llev¨® al cine el Alatriste de P¨¦rez-Reverte, hizo Sin noticias de Dios, Solo quiero caminar, Al l¨ªmite, A solas contigo, y hace ahora veinticinco a?os dirigi¨® a Victoria Abril en Nadie hablar¨¢ de nosotras cuando hayamos muerto¡ Este t¨ªtulo ronda ahora como una met¨¢fora de lo que la pandemia arroja cada d¨ªa a la historia de las estad¨ªsticas.
R. Puede ser¡ Un t¨ªtulo muy largo. ?Cuando se lo dec¨ªa a un productor me quer¨ªa matar! He conocido mucha gente como los protagonistas, an¨®nimos pero extraordinarios. Poco a poco me fue surgiendo, porque es complicado de escribir. Ahora mismo es un buen t¨ªtulo. Me gusta.
P. Refleja tambi¨¦n el tiempo de muros que estamos viviendo.
R. Demasiados muros. Es un tiempo complicado. Pero, mira, ah¨ª est¨¢ el sol, en la terraza.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.