Detr¨¢s del ¡®caso Gl¨¹ck¡¯: c¨®mo ser poeta y llegar a fin de mes
La poes¨ªa no paga las facturas, tampoco las de los premios Nobel. La clase media apenas recibe 300 euros por poemario y se impone el pluriempleo
No se puede escribir poes¨ªa despu¨¦s de Auschwitz ni antes de acabar las ocho horas de jornada laboral. La escritura no paga las facturas, salvo en contadas excepciones como un Premio Nobel de Literatura, dotado con 830.000 euros. ¡°Por eso soy veterinaria, porque por mucho que venda libros no servir¨¢ para pagar el alquiler, ni la comida. Los derechos de autor es un dinero con el que no cuento y cuando llega, lo ahorro¡±, cuenta Mar¨ªa S¨¢nchez (C¨®rdoba, 31 a?os), escritora, que en 2017 public¨® Cuaderno de campo (La Bella Varsovia), un ¨¦xito po¨¦tico que roza los 7.000 ejemplares vendidos, una cifra parecida a la alcanzada por La belleza del marido (Lumen), de Anne Carson, Premio Princesa de Asturias de 2020.
S¨¢nchez no puede vivir de ese ¨¦xito, ni cu¨¢nto deber¨ªa vender para vivir de ese ¨¦xito. Los derechos del autor o la autora suponen el 10% del precio que se paga por el libro. Cuaderno de campo cuesta 11,40 euros. Por eso no le salen las cuentas a esta creadora de un best seller po¨¦tico. ¡°Por eso nos tendr¨ªamos que alegrar de que una autora quiera ir a otra editorial para poder vivir de lo escrito. No entiendo d¨®nde est¨¢ la pol¨¦mica. La autora es la que decide¡±, apunta Mar¨ªa S¨¢nchez sobre la marcha de Louise Gl¨¹ck con su Nobel lejos de la editorial Pre-Textos, donde hab¨ªa publicado siete libros, a la editorial Visor. La poes¨ªa no est¨¢ acostumbrada a los m¨¦todos de su agente, Andrew Wylie, con los que defiende los derechos de sus representados.
¡°Si vivo de algo es de mi figura de escritora, pero no de mi poes¨ªa¡±, reconoce Luna Miguel (Alcal¨¢ de Henares, 30 a?os), que cuenta con una comunidad de lectores que compran sus poemarios. ¡°Aqu¨ª no te alquilan un piso si dices que tus ingresos llegan por la escritura. No se f¨ªan de una profesi¨®n creativa. La sospecha se dispara por ser mujer joven y escritora¡±, se?ala la autora de El arrecife de las sirenas (La Bella Varsovia). La empresa que mejor le ha pagado por sus poemas no es una editorial, sino Google: 1.000 euros por tres poemas in¨¦ditos. ¡°Me parece l¨®gico que Gl¨¹ck cambie de modelo de editorial. Necesita ser reimprimida y Pre-Textos no lo hace. Si tus poetas crecen hay que acompa?arlas, porque una editorial crece con sus autoras¡±, explica y se?ala a la editorial que dirige Elena Medel ¡ªen la que Miguel publica¡ª como referente en este sentido.
La poes¨ªa no da de comer
Poes¨ªa es palabra en el tiempo escribi¨® Antonio Machado. ?Y dinero? A la entrega de la obra manuscrita, el autor de poes¨ªa suele recibir 300 euros como un anticipo de lo que pueda vender de una tirada de 500 ejemplares. Muchas editoriales prefieren no reimprimir para evitar p¨¦rdidas y los honorarios de los poetas se quedan en el exiguo adelanto. Los premios pueden salvar un a?o de vida, como los 20.000 euros entregados a Alba Cid por su Nacional de Poes¨ªa Joven 2020 o los 125.000 euros a Francisco Brines por el Premio Cervantes.
¡°Necesitamos esos reconocimientos econ¨®micos mucho antes. Un premio no puede llegarle a un autor cuando es octogenario, porque antes hemos tenido muchas necesidades de retribuci¨®n¡±, indica Antonio Colinas (La Ba?eza, 74 a?os), que acaba de publicar En los prados sembrados de ojos (Siruela). ¡°El poeta lleva su voz al extremo, en un mundo capitalista que no atiende a la creaci¨®n. El poeta necesita llegar a fin de mes. Aqu¨ª entendemos cultura como entretenimiento, pero es un bien que hay que proteger, es el sustento de la sociedad, sobre todo ahora¡±, a?ade Colinas.
No es f¨¢cil ser poeta en Espa?a y es muy dif¨ªcil ser un poeta jubilado. ¡°Mi pensi¨®n se ha recortado tanto que ha desaparecido¡±, reconoce Antonio Colinas. Su caso es como el de tantos otros: en 2011 el PSOE aprob¨® una ley que imped¨ªa a los escritores cobrar su pensi¨®n de jubilaci¨®n y los derechos de un nuevo libro al tiempo. Sus ingresos no pueden superar el salario m¨ªnimo interprofesional, 13.300 euros al a?o. Javier Reverte muri¨® hace unas semanas en plena batalla judicial contra la Seguridad Social para corregir esta norma.
¡°Tengo un amigo poeta que dice en uno de sus versos: ¡®En qu¨¦ se parece un poeta a un superh¨¦roe, en que por lo general ambos tienen dos trabajos¡¯. Y suma y sigue. Claro que no es posible vivir de la poes¨ªa, pero a la vez no hay nada que te guste hacer¡±, comenta Mar¨ªa Eloy Garc¨ªa (M¨¢laga, 48 a?os), autora de Los habitantes del panorama.
Las excepciones vitales
La poes¨ªa tiene que buscarse sus alianzas para seguir avanzando. Telecinco es una de ellas. En 2016 David Leo Garc¨ªa ten¨ªa 27 a?os, era profesor en un instituto y hab¨ªa publicado dos poemarios, cuando gan¨® 1,8 millones de euros con el rosco de Pasabalabra. Desde entonces se ha dedicado a ampliar sus estudios, escribir y rodar cine. ¡°Gracias al premio me he quitado quebraderos de cabeza¡±, reconoce el autor. Si no, seguir¨ªa dando clases. ¡°Por un libro sacas 300 euros. De la poes¨ªa no se puede vivir, pero con la poes¨ªa, s¨ª. No da la vida, pero da vidilla. Vicente Aleixandre dec¨ªa que la poes¨ªa no da de comer, da para merendar. De todas maneras, ser¨ªa agotador vivir exclusivamente de ella¡±, a?ade Garc¨ªa.
Dos excepciones a la precariedad po¨¦tica son Elvira Sastre (Segovia, 38 a?os) y Patricia Benito (Las Palmas de Gran Canaria, 42 a?os). La primera acaba de publicar Adi¨®s al fr¨ªo, de nuevo en Visor. ¡°Es l¨ªcito que Louise Gl¨¹ck haya cambiado de editorial porque es muy complicado vender. A m¨ª me han llegado ofertas econ¨®micas m¨¢s grandes, pero prefiero vender 20.000 ejemplares menos y estar en la mejor editorial de poes¨ªa. Publicar con los grandes nombres no tiene precio¡±, cuenta Sastre. A pesar de todo asegura que de un libro no se vive, ¡°se vive de muchas otras cosas¡±.
Con Primero de poes¨ªa, Patricia Benito pas¨®, en 2016, de la autoedici¨®n a Penguin Random House, que convirti¨® el libro en un boom que todav¨ªa le reporta beneficios. Junto con Tu lado del sof¨¢ suma cerca de 50.000 ejemplares vendidos. ¡°Vivo sola, no tengo cargas familiares y llevo una vida que no me puedo quejar. No es diab¨®lico que Gl¨¹ck se haya ido a Visor. No somos una ONG y cuanto m¨¢s romanticemos nuestro oficio, m¨¢s lo precarizamos¡±, indica Benito, que ultima su pr¨®ximo poemario, para mayo, y se reconoce como una ¡°excepci¨®n absoluta¡±, adem¨¢s de como crupier por su ¨²ltimo trabajo antes de vivir de su escritura.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.