Raimon: ¡°Hay una parte de la sociedad que a¨²n llora la dictadura¡±

Este hombre que est¨¢ al tel¨¦fono public¨® hace cuarenta a?os un diario en el que se puede leer: ¡°(¡­) dejar las cosas para otro momento, pero ?qu¨¦ otro momento, si ya tengo cuarenta a?os? (¡­). El azar de cumplir a?os, cuando el calendario se acaba y obliga a hacer balance de lo que soy, de lo que hago y de lo que no hago¡±. Es Raimon Pelegero (X¨¤tiva, 1940), cuya primera canci¨®n, Al vent (1963) marc¨® su vida. Hoy, 2 de diciembre, cumple 80 a?os. Se retir¨® en 2017 y por ¨¦l no levantar¨ªa la voz ni para cantar a solas. Pero accede a conversar con EL PA?S y lo hace por tel¨¦fono desde la casa en la que vive desde hace d¨¦cadas en Barcelona, con Annalisa, el amor de su vida.

Pregunta. Es curioso recordar c¨®mo cumpli¨® los 40. Dec¨ªa: ¡°He llegado a los 40 a?os con la sensaci¨®n de que me han estafado¡±.

Respuesta. No pudimos hacer cosas que nos resultaban importantes en ciertos momentos, y despu¨¦s fue complicado recuperar aquello que te han robado¡­ Para empezar, me robaron, concretamente, la libertad. El sentido de la vida. Convirtieron todo en sospechoso, la tiran¨ªa es una negaci¨®n de la libertad, de la diversidad de los hombres, de los derechos de la gente. Todo eso se fue al carajo, evidentemente.

P. En la misma p¨¢gina dice: ¡°Barcelona me hace a?orar la luz de X¨¤tiva, limpia y suave en invierno, deslumbrante y densa en verano. Demasiados d¨ªas son grises en Barcelona, donde, despu¨¦s de tantos a?os, apenas tengo amigos...¡±.

R. S¨ª, es una sensaci¨®n amarga, la que hab¨ªa en ese momento, a la salida de la dictadura. Tengo tres o cuatro amigos que siempre est¨¢n, conocidos que te estiman. Amigos como ten¨ªa en X¨¢tiva o en Valencia aqu¨ª eran contados. Tres como mucho.

P. En 1963 vino Al vent¡­

R. Lo iba cantando por ah¨ª¡­ ?Hasta lo cant¨® Camilo Sesto, porque le gustaba a su madre! Si la hubiera hecho mejor no hubiera entrado con la facilidad con la que lleg¨® a la gente. Eran, me dice alguien que sabe, ¡°canciones inocentes¡±. A veces es inocente la protesta. Empec¨¦ a tocar la guitarra. ?Era muy ¨²til para ligar! Y esta canci¨®n me sali¨® en mi propia lengua. Los chicos dudaban de que fuera m¨ªa. De ah¨ª nacieron Al vent y las otras canciones del primer disco. Quer¨ªa hacer oposiciones, pero se cruz¨® Al vent y se lo llev¨® todo.

P. Manuel Vicent, su gran ex¨¦geta, dice que sus canciones clave son tambi¨¦n Veles e vents, He mirat aquesta terra e Inici de c¨¤ntic en el temple.

R. He mirat aquesta terra es un poema bell¨ªsimo de Salvador Espriu, hecho con una maestr¨ªa po¨¦tica enorme. En 1966 le cant¨¦ a ¨¦l Veles e vents, en una cena, y me dio la enhorabuena en nombre de Ausias March. Eso me conmovi¨®. En 1981 le puse m¨²sica a He mirat aquesta terra. ?l ten¨ªa un humor como de s¨¢tira de Valle-Incl¨¢n, humor y mala uva al mismo tiempo. Lo leo en 1962 y fue fundamental en el aprendizaje del uso de la lengua.

P. En 1968, en Madrid, usted dio un concierto en medio de un clima que parec¨ªa recuperar el sol para Espa?a¡­

R. Fue importante en mi vida. Lo cant¨¦ en una canci¨®n posterior: ¡°Por unas cuantas horas nos sentimos libres¡±. Y quien ha sentido la libertad tiene m¨¢s fuerzas para vivir. Fue una isla impensable. Por el mundo pasaban cosas, en Francia, en Praga, en Estados Unidos, en M¨¦xico¡­ Parec¨ªa que se iba a hacer mucho que despu¨¦s no se hizo, pero ese momento de libertad para m¨ª ha quedado como un impacto inolvidable.

P. Jo vinc d¡¯un silenci (1975) es de sus preferidas¡­

R. La estren¨¦ cuando Franco estaba moribundo. Hablo ah¨ª de la sociedad de la que provengo y de c¨®mo quisiera que fueran las cosas y de c¨®mo me marca esta lucha constante. Si te digo otra tendr¨ªa que ser Com un puny. Como un pu?o. Creo que es una bell¨ªsima canci¨®n. Nace de los primeros a?os de estar casado con Annalisa. Ella se iba a Italia y no estaba mucho tiempo, pero para mi era como si se hubiera ido toda la vida. Y de esa rabia de estar solo nace la canci¨®n. De tener el coraz¨®n en un pu?o. Es una canci¨®n de ausencia de quien quiere presencia. Ah, y otra canci¨®n es Diguem no. Detuvieron a unos compa?eros de universidad, por propaganda subversiva. Yo acababa de leer a Voltaire y a Camus, y de El hombre rebelde (¡°?Qu¨¦ es un hombre rebelde? Un hombre rebelde es un hombre que dice no¡±) naci¨® Diguem no.

P. Despu¨¦s se ha usado Diguem no para unos y para otros.

R. Si la cantaran entera simplemente podr¨ªan usarla en una sola direcci¨®n.

Raimon, el cantante inc¨®modo

P. Pero luego vino febrero de 1976, muerto Franco, y a usted le cae un jarro de agua fr¨ªa.

R. En un recital me abuchearon por cantar en catal¨¢n y por cantar, simplemente¡­ Entonces dije que Franco duraba. Y estoy a¨²n convencido de que hay un franquismo latente; lo ves en c¨®mo se comporta la oposici¨®n en el actual Parlamento. Te quedas asombrado de esos ramalazos de franquismo en 2020. Es una parte de la sociedad que llora la dictadura, entre los que hay tambi¨¦n chicos j¨®venes.

P. ?C¨®mo ha vivido esta larga transici¨®n en Catalu?a?

R. Como tanta gente. Por una parte, resulta una exageraci¨®n enorme las penas que imponen a los independentistas; y por parte de los independentistas hay un c¨²mulo de errores. Pero que no justifican esas penas. Este hombre que mat¨® a los abogados de Atocha viene de su retiro en el extranjero y aqu¨ª lo sueltan enseguida. Clama al cielo de la diferencia de trato que se le da a unos y a otros. Yo pienso estas cosas, y no soy independentista.

P. En 2017, antes del 1-O, dijo que una soluci¨®n confederal ser¨ªa inteligente.

R. Yo creo que s¨ª. M¨¢s tarde o menos tarde dar¨ªa la posibilidad de que en este pa¨ªs no se pierda m¨¢s el tiempo con estas cosas. Y no solo el tiempo: todo lo que supone esta p¨¦rdida de energ¨ªa y de bienestar.

P. ETA mat¨® a Miguel ?ngel Blanco en 1997 y usted vino a cantar a Madrid en contra del asesinato. M¨¢s abucheos.

R. Voy a ser sincero: vine porque estoy en contra de que se mate a la gente, y sobre todo en contra de que se mate sin que haya ning¨²n tipo de defensa. Hubo amigos cantantes a los que se les invit¨® y no quisieron venir. Aquello estaba organizado por fuerzas pol¨ªticas del Estado. Yo dije que s¨ª. Una cosa es la lucha contra la dictadura y otra cosa era esa violencia, el ultim¨¢tum, el asesinato. Yo vine, y me silbaron, porque hab¨ªa un p¨²blico que estaba solamente en contra de ETA, no estaba en contra de otras cosas.

P. ?C¨®mo le son¨® ese silbido?

R. Pues, la verdad, sent¨ª algo ambiguo. En un principio me sorprendi¨®, pero despu¨¦s pens¨¦ que ten¨ªa raz¨®n al haber venido aqu¨ª, pues as¨ª pudo verse qu¨¦ tipo de gente era la que hab¨ªa organizado esta cosa.

P. Usted es hijo ¡°de madre profunda¡±, como dice Manuel Vicent, y de padre anarquista¡­

R. S¨ª, ella era socialista, como mi abuelo. Y mi padre era de CNT. Tengo el car¨¢cter de mi padre. ?l ten¨ªa 47 a?os cuando la guerra, y no fue al frente. Quisieron que fuera presidente de CNT/UGT. Hubiera aceptado si le dejaban firmar solo las actas con las que estuviera de acuerdo. Ese car¨¢cter lo tengo yo: si me aceptan como soy, vale, y si no, no pasa nada. De mi madre tengo cierta retranca, un sentido del humor y tambi¨¦n del cari?o que merecen algunas personas. Estuvimos en familia pocos a?os, mi padre muri¨® cuando yo ten¨ªa 19, pero ¨¦l ya hab¨ªa estado unos a?os en Valencia, as¨ª que ella vivi¨® sola en X¨¢tiva. Eso se le queda a uno dentro y de ah¨ª vienen las canciones. Hasta mediados de los sesenta en mi calle hab¨ªa delatores. Un t¨ªo fue fusilado en Paterna. Mi padre fue a la c¨¢rcel. Se hablaba de los delatores, pero nosotros jug¨¢bamos con sus hijos. Era la infancia.

P. Cuando se retir¨®, en mayo de 2017, le preguntaron si ya sent¨ªa nostalgia de Raimon. Dijo ¡°Todav¨ªa no¡±.

R. ?Y ahora tampoco! No tengo tiempo, por la pandemia, como todos, aunque nosotros estamos en primera fila. Todos los pensamientos se quedan un poco en un segundo plano. A?orar, a?orar, todav¨ªa no a?oro nada.