Irina Antonova, la gran dama de los museos rusos, muere a los 98 a?os
Dirigi¨® el Museo Pushkin de Mosc¨² durante m¨¢s de medio siglo y expuso grandes obras internacionales en pleno aislamiento de los a?os sovi¨¦ticos
Reconocida experta en arte renacentista, carism¨¢tica y vibrante, Irina Antonova, conocida por muchos como la gran dama de los museos rusos muri¨® el martes a los 98 a?os. Antonova, historiadora del Arte, empez¨® a trabajar en el Museo Estatal Pushkin de Bellas Artes en 1945 y pas¨® a encabezarlo en 1961, la primera mujer directora de museo en el pa¨ªs. Dirigi¨® la instituci¨®n durante m¨¢s de medio siglo, desde las pol¨ªticas culturales r¨ªgidas de la URSS o su derrumbe hasta la actualidad, el mandato m¨¢s longevo del mundo. Pese a las tensiones y limitaciones de la guerra fr¨ªa y el cors¨¦ del aparato sovi¨¦tico, Antonova, que falleci¨® por complicaciones card¨ªacas agravadas por el coronavirus, pudo exponer en Mosc¨² importantes tesoros art¨ªsticos en pleno aislamiento de la Uni¨®n Sovi¨¦tica.
Aprovechando su carisma y contactos en el mundo de los museos europeos, Antonova logr¨® intercambios sensacionales para la ¨¦poca. En 1974, y bajo la condici¨®n de que se expusiese tras un cristal a prueba de balas, logr¨® llevar la Mona Lisa de Leonardo da Vinci desde el Museo del Louvre de Par¨ªs al Pushkin. La exposici¨®n caus¨® colas kilom¨¦tricas y hubo muchos ciudadanos sovi¨¦ticos que esperaron todo el d¨ªa o toda la noche para ver la obra 15 segundos. Con dur¨ªsimas limitaciones para viajar, algunos sab¨ªan que pod¨ªa ser su ¨²nica oportunidad.
Hija de un alto cargo el partido comunista, Antonova us¨® su posici¨®n en el aparato del Estado para dar br¨ªo al museo y conseguir cosas que de otra forma habr¨ªan sido inimaginables en un pa¨ªs en el que el ¡®arte no oficial¡¯ lo ten¨ªa extremadamente dif¨ªcil o era directamente vetado. Resisti¨® incluso a las cr¨ªticas del l¨ªder sovi¨¦tico Nikita Jruschov, que le grit¨® durante una exhibici¨®n de arte modero sovi¨¦tico que su nieto peque?o pintar¨ªa mejor algunos de esos cuadros. ¡°Se nos permiti¨® hacer cosas que nunca estaban permitidas en otros lugares¡±, relat¨® en un documental sobre el centenario del museo.
Cuando organiz¨® en el Pushkin una exposici¨®n de obras de Matisse, Leger o Van Gogh recibi¨® duras cr¨ªticas de expertos, artistas sovi¨¦ticos y de espectadores. ¡°Inaugurando la muestra me estaba preparando para ser despedido¡±, cont¨® en una reciente entrevista con Forbes Rusia. ¡°Pero tambi¨¦n hubo gente que entendi¨® que el tiempo no se detiene¡±, dijo.
En¨¦rgica y con una personalidad atrayente, se volvi¨® muy conocida fuera de Rusia, donde dio decenas de conferencias. Se hizo muy amiga de Marc Chagall y del pianista Sviatoslav Richter y las im¨¢genes de su paseo en moto por Mosc¨² con el actor brit¨¢nico Jeremy Irons, cuando Antonova ten¨ªa ya 80 a?os, dieron la vuelta al mundo.
En 2013, dej¨® la direcci¨®n del museo y fue nombrada curadora en jefe de los museos estatales de Rusia. Adem¨¢s, el Pushkin cre¨® entonces para ella el cargo de presidenta. Y sigui¨® participando en las actividades del centro, ya convertido en una importante instituci¨®n. M¨¢s amplia y diversa. El complejo del museo, fundado por ricos comerciantes en 1912, era un edificio muy da?ado por los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial y sin calefacci¨®n cuando Antonova lleg¨®. Hoy incluye el Museo de colecciones privadas, el museo de arte americano y europeo y un centro de arte para ni?os.
Tuvo tambi¨¦n opiniones controvertidas, como cuando se opuso a la devoluci¨®n a Alemania de todas las obras de arte que el Ej¨¦rcito sovi¨¦tico se apropi¨® durante la Segunda Guerra Mundial. ¡°Uno no puede invadir un pa¨ªs y destruir las ra¨ªces de su cultura como hicieron los alemanes. ?sta es una lecci¨®n de historia para todo el mundo¡±, declar¨® en 2012 a la prensa alemana Antonova, que a menudo recordaba que se form¨® como enfermera tambi¨¦n y trabaj¨® con soldados sovi¨¦ticos heridos en los hospitales de Mosc¨². El Pushkin tiene todav¨ªa obras reclamadas por Berl¨ªn.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.