Hern¨¢n Casciari, el escritor que se deshizo de los intermediarios
La revista Orsai cumple diez a?os este 2020 subsistiendo sin publicidad y con dinero que pagan directamente los lectores
Cuando era ni?o, Hern¨¢n Casciari (Mercedes, Argentina, 48 a?os) aprovechaba los ratos libres despu¨¦s de jugar tenis con sus amigos para contarles las historias que ¨¦l devoraba en su casa en todos los libros que ley¨® de Arthur Conan Doyle, el creador del detective Sherlock Holmes. El peque?o Casciari hac¨ªa relatos extraordinarios de todo lo que hab¨ªa le¨ªdo la noche anterior y se los dec¨ªa a los chicos como si fuera ¨¦l quien, de solo un vistazo, hubiera descubierto en los zapatos de un hombre los detalles de un asesinato. Los amigos, cuenta, quedaban impresionados, con los ojos bien abiertos y esa expresi¨®n de terror y asombro infantil que encienden la imaginaci¨®n y apuran los miedos nocturnos. Como hace m¨¢s de 30 a?os, Casciari sigue con el oficio de narrador de historias. Lo hace en podcasts, escenarios en ciudades de todo el mundo, en la televisi¨®n argentina, en programas de radio y en la p¨¢gina web, que tambi¨¦n es una publicaci¨®n de papel, de su proyecto autogestionado?Orsai.
Cuando Orsai naci¨® no se hab¨ªa desarrollado siquiera el t¨¦rmino?crowdfunding?(micromecenazgo). En ese 2004, Casciari viv¨ªa en Barcelona, pero escrib¨ªa sobre todo para Latinoam¨¦rica. El autor argentino construy¨® desde entonces una estrecha relaci¨®n con sus lectores gracias a Mirta Bertotti, un personaje de ficci¨®n que encarnaba a una ama de casa de 50 a?os en Argentina, y que, a trav¨¦s de un blog, respond¨ªa a sus cartas y comentarios e incluso escrib¨ªa las historias que ellos le contaban. En 2005 gan¨® un premio otorgado por la Deutsche Welle por el mejor blog del a?o, y eso le dio proyecci¨®n internacional.
En 2010 Hern¨¢n Casciari ten¨ªa todo lo que un joven aspirante a escritor y periodista podr¨ªa desear (o al menos lo que entonces ¨¦l pensaba que se ten¨ªa que desear). Una columna en EL PA?S, y en el peri¨®dico argentino La Naci¨®n. Tambi¨¦n ten¨ªa un libro en puerta para ser publicado: M¨¢s respeto que soy tu madre, con la editorial Plaza & Jan¨¦s, (posteriormente publicar¨ªa tambi¨¦n con Random House Mondadori, Grijalbo y Sudamericana). Pero el encanto del reci¨¦n estrenado ¨¦xito termin¨® pronto. Casciari cort¨® de un d¨ªa para otro con ambas publicaciones y se desencant¨® profundamente de la prensa y de la industria editorial: ¡°Gente con corbata que ten¨ªa 650 libros al mes por hacer¡± y que no le importaba ni le apasionaba su trabajo. ¡°Aquello era una f¨¢brica de hacer chorizos, no el proceso para publicar mi primer libro¡±, dice. Con el periodismo le pas¨® igual; ¡°El sue?o no era el sue?o, era otra cosa¡±, y asegura que si ¨¦l tuviera ahora mismo 13 a?os, su sue?o no ser¨ªa escribir en EL PA?S, sino en Orsai.
As¨ª que rompi¨® con todo, porque, asegura, ten¨ªa la certeza de que las cosas se pod¨ªan hacer de otra manera. Fue entonces cuando se aventur¨® a crear la revista Orsai (cuyo nombre alude al t¨¦rmino offside (Orsay) o fuera de lugar en el f¨²tbol. El proyecto pas¨® de ser un blog a convertirse en una editorial y en una revista que se imprime con ingresos que pagan los lectores, sin publicidad; un oasis en el desierto de las publicaciones culturales. La revista, que cuesta 25 d¨®lares (22,30 euros, y en Argentina, poco m¨¢s de 16 euros) es trimestral y se distribuye all¨¢ donde la soliciten (6.000 ejemplares en total, ¡°ni uno m¨¢s¡±). Ciudad de M¨¦xico, Buenos Aires, Montevideo, Lima. ¡°Los lectores deber¨ªan de ser el ¨²nico sost¨¦n de un medio¡±, asegura, y cuenta que en 2010 decidi¨® emprender el proyecto, tuvo un apoyo inmediato de toda una comunidad de seguidores que fue tejiendo desde que escrib¨ªa ¡°gratis¡± detr¨¢s de la identidad falsa de Mirta Bertotti. ¡°La gran sombra negra de cualquier proyecto hermos¨ªsimo es el dinero. A los dos segundos que dije: necesito un mill¨®n de d¨®lares para hacer una revista cultural, los tuve. Pero explic¨¢ndolo y despu¨¦s de muchos a?os conversando semanalmente con un mont¨®n de gente. Si vos gener¨¢s comunidad y la vas alimentando de forma genuina y real ellos responder¨¢n¡±.
Casciari explica: ¡°Lo que tratamos de hacer en Orsai es una revista muy cara en la que le pedimos a la gente que s¨ª tiene dinero que la compre r¨¢pidamente en preventa, para despu¨¦s liberar todo el contenido en formato PDF y que sea gratuita para el resto de los que la consumen¡±. El objetivo de Casciari y de su mejor amigo Christian, Chiri Basilis, as¨ª como de los que se encargan de hacer esta publicaci¨®n (seis en el equipo y 20 colaboradores externos), es tener un n¨²mero de ¡°accionistas¡± que permiten que otros devuelvan gratuitamente lo que ellos han pagado para que se pueda imprimir. A cambio, esos ¡°inversores¡±, amantes de la cultura y con los medios para poder promoverla, aparecen en un listado y tienen otras ventajas para comprar en l¨ªnea y adquirir otros productos.
A Casciari le cuesta aceptar que haber escrito durante tanto tiempo de la ciudad donde naci¨®, en Argentina (Mercedes), o sobre la figura entra?able de su padre muerto, o contar c¨®mo le cambi¨® la vida cuando tuvo un infarto, es ya un microuniverso con el que sus lectores se identifican y les hace seguirlo a donde sea. Dice que es pereza, de no querer escribir aquello de lo que no conoce, pero la gira europea que hizo junto a su hija en noviembre pasado y que sigui¨® en Nueva York, Miami y Ciudad de M¨¦xico es la prueba de que esa comunidad sigue siendo fiel a sus historias y comprueba que son cada vez m¨¢s los que quieren leer y escuchar sus cuentos en su voz y en la voz de sus personajes que son, en la vida real, su familia y amigos.
Orsai cumple 10 a?os de vida en diciembre (recientemente ha publicado su versi¨®n para ni?os, llamada Bonsai). Entre los autores que han aparecido entre sus p¨¢ginas est¨¢n Eduardo Sacheri, Leila Guerriero, Juan Villoro, Gabriela Weiner, Pedro Mairal, Ana Mar¨ªa Shua, Mario Bellat¨ªn y varias decenas de nombres de las letras de todo el mundo. En ella se pueden leer y escuchar cr¨®nicas period¨ªsticas, reportajes, cuentos y relatos escritos exclusivamente para la revista (Casciari cuenta: ¡°Cuando nos sentamos a generar el pr¨®ximo n¨²mero, pensamos en c¨®mo podemos hacer para que tal escritor que admiramos en vez de dar cuatro conferencias y dos talleres para vivir, se quede quieto un mes con dinero y escribiendo un cuento").
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