Una ¡®flauta m¨¢gica¡¯ entre el cine mudo, el c¨®mic y el pop
Vuelve al Teatro Real de Madrid la exitosa producci¨®n que convierte la obra de Mozart en una pel¨ªcula de cine mudo
¡°Si hay un espect¨¢culo que sirva para iniciarse en la ¨®pera a cualquier edad, sin duda es este¡±. Lo asegura la soprano Ruth Rosique, que interpreta el papel de Papagena en una de las producciones oper¨ªsticas m¨¢s exitosas de los ¨²ltimos a?os, La flauta m¨¢gica que estren¨® la ?pera C¨®mica de Berl¨ªn en 2012, inspirada en la est¨¦tica del cine mudo de los a?os 20. Representada en diversos pa¨ªses desde entonces, se present¨® ya en el Teatro Real de Madrid y podr¨¢ verse de nuevo en este mismo escenario a partir del domingo.
Dirigida por Suzanne Andrade y Barrie Kosky, una de las claves del ¨¦xito de esta producci¨®n reside en la utilizaci¨®n de referentes est¨¦ticos actuales y tremendamente l¨²dicos: el cine mudo, la animaci¨®n, el pop, el c¨®mic. ¡°Exactamente lo mismo que hizo Mozart en su ¨¦poca. Tanto ¨¦l como Schikaneder [libretista] eran grandes bromistas y compusieron esta obra pensando en todo tipo de p¨²blicos, casi como una manera de acercar la ¨®pera a capas m¨¢s populares¡±, ha explicado esta ma?ana Joan Matabosch, director art¨ªstico del Teatro Real, en la presentaci¨®n del espect¨¢culo. Tamino es aqu¨ª una especie de Rodolfo Valentino, Pamina recuerda a la magn¨¦tica Liza Minelli de Cabaret, Papageno podr¨ªa ser Buster Keaton, Monostatos remite al mism¨ªsimo Nosferatu y la Reina de la Noche es una ara?a que podr¨ªa haber esculpido Louise Bourgeois.
Pero lo m¨¢s impactante de esta Flauta m¨¢gica, lo que ha fascinado de verdad a todo aquel que la ha visto, es su escenograf¨ªa. O m¨¢s bien, su falta de escenograf¨ªa. Todo sucede en una especie de pantalla de cine gigante de la que emergen los cantantes (muchas veces sujetos por arneses) en sus respectivas escenas. No hay sillas ni mesas ni nada material, todo son proyecciones que potencian el car¨¢cter fant¨¢stico de la obra original, con las que continuamente interact¨²an los cantantes. Es como si los dibujos animados se materializaran y salieran de la pantalla. En las partes habladas ©¤la pieza pertenece al g¨¦nero del singspiel, que mezcla texto hablado y cantado©¤, los di¨¢logos aparecen resumidos en cartelas como las que se insertaban en las pel¨ªculas de cine mudo.
La idea se le ocurri¨® a Barrie Kosky viendo un espect¨¢culo de la compa?¨ªa teatral brit¨¢nica 1927, fundada en 2005 por la actriz y dramaturga Suzanne Andrade y el ilustrador Paul Barritt, que enseguida se hizo un nombre en los escenarios internacionales por sus personal¨ªsimos espect¨¢culos, que fusionan la animaci¨®n y el cine con actores de carne hueso. En Espa?a se han podido ver en los ¨²ltimos a?os dos de sus montajes m¨¢s aplaudidos, The Animals and Children Took to the Streets y Golem,?dos buenos ejemplos de su original est¨¦tica.?
En el foso estar¨¢ el director musical del Teatro Real, Ivor Bolton, gran experto en la obra de Mozart y que tambi¨¦n lo estuvo cuando se present¨® en 2016. Un doble reparto se alternar¨¢ en los personajes principales: Andrea Mastroni y Rafal Siwek (Sarastro/Orador), Stanislas de Barbeyrac y Paul Appleby (Tamino), Albina Shagimuratova, Aleksandra Olczyk y Roc¨ªo P¨¦rez (la Reina de la Noche), Anett Fritsch y Olga Peretyatko (Pamina), Ruth Rosique (Papagena), Andreas Wolf y Joan Mart¨ªn-Royo (Papageno) y Mikeldi Atxalandabaso (Monostatos).
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