Alicia, una mirada ¨¦tica
G¨®mez Montano, fallecida este s¨¢bado, mantuvo su empe?o en trabajar por la sociedad, haciendo del periodismo algo de religi¨®n y de arte
Alicia G¨®mez Montano cultiv¨® el humor como herramienta de descripci¨®n para relatar lo absurdo o para suavizar los espect¨¢culos de la mediocridad. Pero su humor no hubiera sido nada sin su talento y su talento se vali¨® siempre de su iron¨ªa. La iron¨ªa construye la cr¨ªtica, y ese fue siempre un variado relato, pero su modo ponderado de acercarse a ella no se sirvi¨® del griter¨ªo sino que pudo valerse de maneras concretas de contarla y de tratar de explic¨¢rsela.
Ahora que el ¨¢mbito de la informaci¨®n, y c¨®mo no, el de la pol¨ªtica, est¨¢n saturados por la ordinariez, Alicia G¨®mez Montano, que no solo mir¨® a nuestra sociedad, sino que trat¨® siempre de entenderla, creo que mantuvo su empe?¨® en trabajar por ella, haciendo del periodismo algo de religi¨®n y de arte, si es que la religi¨®n y el arte pueden contar lo vivido.
Para contar lo vivido se sirvi¨® ella de la radio y la televisi¨®n, por supuesto, pero tambi¨¦n de la Universidad, donde fue doctora en Ciencias de la Informaci¨®n y en periodismo. No le faltaron empe?os en la creatividad y en el estudio ni, por supuesto, en la docencia.
Tampoco ahora, en tiempos dif¨ªciles para la radiotelevisi¨®n p¨²blica, le falt¨® talento para representarla y para fortalecerla, para imponerle la mirada que se trajo de mi querida Radio Nacional de Espa?a y empe?arse en transformar decididamente nuestra TVE.
Cargos no le han faltado, responsabilidades ha tenido de sobra, pero las habilidades en las que se empe?¨® para una buena gesti¨®n de la televisi¨®n p¨²blica han desaparecido con esta criatura que tanto gusto y empe?o puso en la vida.
Por una mirada ¨¦tica se titula un libro de conversaciones sobre su trayectoria profesional. Y es dif¨ªcil que se pueda encontrar mejor visi¨®n en este limpio espejo de conciencia l¨²cida, mirada precisa y palabra de honor.
Su talento la envolvi¨® tanto en la honestidad personal y en el entusiasmo por la sociedad y la vida que era un ser despierto desde su vocaci¨®n por contarlas. Y hacerlo adem¨¢s con el rigor de una profesional entregada, no ya a la informaci¨®n, que tambi¨¦n, sino a un modo de combatirla.
Perm¨ªtanme, queridos lectores, que a?ada todo mi cari?o hacia este prodigio ¨¦tico que se llam¨® Alicia G¨®mez Montano. Ojal¨¢ ejemplos de sabidur¨ªa y entusiasmo como este vayan cambiando los rumbos de las im¨¢genes, los lenguajes y las escrituras de una sociedad ramplona.
Fernando Delgado es periodista, escritor y dirigi¨® RNE de 1982 a 1986 y de 1990 a 1991.
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