Dr¨¢cula, estrella del rock
La adaptaci¨®n de Ram¨®n Paso del libro de Bram Stoker fluye veloz cuando sigue la novela pero se demora en las escenas inventadas
?Los coronavirus atacan preferentemente a los monarcas?, podr¨ªa preguntarse hoy Dr¨¢cula, pr¨ªncipe de Valaquia, en una versi¨®n disparatada de la novela de Bram Stoker. Me lo imagino preocupado, ojeando las noticias en la pantalla de su Allview, la marca de m¨®viles rumana. Alfonso Paso dio en la diana de la comedia negra con Veneno para mi marido y Usted puede ser un asesino. Ram¨®n Paso ha heredado la vocaci¨®n de su abuelo y su pluma prol¨ªfica, pero se ha tomado muy en serio al vampiro y sus circunstancias en este Dr¨¢cula, biograf¨ªa no autorizada, adaptaci¨®n esc¨¦nica que inserta los hitos del relato original en una trama paralela, en la cual su protagonista es una estrella del rock, a fecha actual.
Como director, Paso mueve a sus personajes con imaginaci¨®n, fluidez y exactitud, lleva el ritmo de las escenas a comp¨¢s, no deja tiempos muertos, tampoco en las entradas y salidas, en un espl¨¦ndido trabajo mano a mano con ?ngela Peirat, su asesora de movimiento. Una torre de madera, a cuyo mirador se accede por sendas rampas enfrentadas, le sirve para recrear de maravilla el carruaje que conduce a Jonathan Harker hasta el castillo de Dr¨¢cula, la goleta que traslada al no muerto a Inglaterra con sus cincuenta ata¨²des¡ El montaje fluye veloz cuando sigue el argumento de la novela, pero las escenas madrile?as inventadas por Paso lo demoran y estancan. Ese rockero vampirizador de sus fans es un reflejo p¨¢lido (nunca mejor dicho) del esquinado personaje novelesco, un t¨ªtere que el autor utiliza como portavoz de opiniones suyas sobre el materialismo de nuestra ¨¦poca y el supuesto mayor encanto de tiempos pret¨¦ritos, que resultan por completo ajenas al sugestivo universo stokeriano. En los parlamentos de su entera invenci¨®n, Paso no pone un gramo de humor macabro, de crueldad artaudiana ni de truculencia grangui?olesca: tampoco los impregna de poes¨ªa sino de un lirismo epid¨¦rmico.
Pilotado con buen pulso, el espect¨¢culo toma muy bien las curvas y acelera a fondo en las rectas durante su primera mitad. En la segunda, cuando el autor le quita el volante al director, la funci¨®n se gripa. Si la seguimos con atenci¨®n, es por el trabajo relampagueante de las actrices todas. In¨¦s Kerzan es una luminosa, encantadora y determinad¨ªsima Mina; Ana Azor¨ªn, un torbellino milim¨¦tricamente arrasador en el papel de Alisande Renfield; ?ngela Peirat, una Lucy de alto voltaje. Ainhoa Quintana, Lorena de Orte y Laura de la Isla las secundan con convicci¨®n. Jacobo Dicenta interpreta a un Dr¨¢cula sombreado, pero sin colmillo de oro. Al bien dibujado Van Helsing de Juan Carlos Talavera le sobra composici¨®n. Notable, la iluminaci¨®n de Carlos Alzueta.
Dr¨¢cula. Texto y direcci¨®n: Ram¨®n Paso, a partir de la obra de Bram Stoker. Teatro Fern¨¢n G¨®mez. Madrid. Hasta el 9 de febrero.
M¨¢s teatro
Otras cr¨ªticas de esta semana en Babelia:
Atentado,?de F¨¦lix Estaire, en el Teatro Espa?ol de Madrid. Por Marcos Ord¨®?ez.
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