La SGAE suma apoyos para reformar al fin sus estatutos
El Ministerio de Cultura presenta un recurso de casaci¨®n ante el Supremo para dejar abierta la v¨ªa de la posible intervenci¨®n
Para estar tan llena de creadores, la SGAE ofrece una trama bastante repetitiva. Nunca faltan giros y sorpresas, pero el final siempre se parece al del cap¨ªtulo anterior. Tanto que la Asamblea Extraordinaria de hoy es la cuarta entrega del mismo episodio: se convoca a los socios para reformar los estatutos; se les avisa de que es una obligaci¨®n legal y la entidad se juega su futuro; aun as¨ª, tumban la modificaci¨®n; y vuelta a empezar. Lo intentaron tres presidentes ¡ªJos¨¦ Miguel Fern¨¢ndez Sastr¨®n, Jos¨¦ ?ngel Hevia y la actual, Pilar Jurado¡ª, otras tantas asambleas, y nunca se alcanzaron los dos tercios necesarios. Una decepci¨®n infinita, el d¨¦j¨¤ vu del d¨¦j¨¤ vu.
Tanto que, mientras aguarda a la asamblea, el Ministerio de Cultura y Deporte present¨® el lunes ante el Supremo un recurso de casaci¨®n contra la sentencia de la Audiencia Nacional que fren¨®, en junio de 2019, la intervenci¨®n de la SGAE. Los jueces fallaron que no eran competentes para autorizar al ministerio a tomar el control de la entidad; de ah¨ª que Cultura pida que la Audiencia le d¨¦ el visto bueno o le aclare a qu¨¦ ¨®rgano judicial debe solicitarlo.
Frente a ello, Jurado busca ganar, por lo menos, tiempo. Porque muchas se?ales sugieren que la historia de los estatutos, al fin, tendr¨¢ un desenlace distinto. La asamblea ya fue aplazada dos veces, para esperar a que muchos opositores abandonaran la entidad. La modificaci¨®n estatutaria, adem¨¢s, fue aprobada por la junta directiva por 33 votos a favor, uno en blanco y una abstenci¨®n. En las preasambleas regionales, el consenso fue arrollador. Un representante de las multinacionales discogr¨¢ficas, enfrentadas con la c¨²pula de la entidad, confirma que se expresar¨¢n a favor, tras negociar un texto m¨¢s favorable. Y dos miembros de la junta coinciden en que el miedo a la implosi¨®n empuja los apoyos. ¡°Todos han entendido que no hay m¨¢s ocasiones¡±, dice uno. Entre otras cosas porque, mientras la SGAE hibernaba, mucho ha cambiado: fue expulsada de la Confederaci¨®n Internacional de Sociedades de Autores y Compositores, el Ministerio de Cultura y Deporte acudi¨® a los tribunales para intervenirla y autores como Almod¨®var, Bayona, Perales o Julio Iglesias se han marchado. Cunde la sensaci¨®n de que, tras mirar al abismo, ahora la SGAE de verdad puede caer. Y el precipicio da v¨¦rtigo.
Adem¨¢s, la reforma es necesaria para ajustarse a la normativa nacional y europea. ¡°La SGAE lleva desde 2018 incumpliendo la ley¡±, recuerdan desde Cultura, encargada de su control y supervisi¨®n. A la vez, desde el ministerio avisan de que los nuevos estatutos pasar¨¢n por su filtro: ¡°Si hay modificaciones que incumplen la ley, ser¨¢n denegadas¡±. "Reiteramos el deseo de que la SGAE de los pasos necesarios para cumplir la legalidad", agregan. E insisten en que, cuando se puso en marcha la intervenci¨®n, la reforma de los estatutos era solo uno de los tres pilares. Cultura sigue exigiendo que la entidad cuente con un gobierno nombrado en unas elecciones con presencia del voto electr¨®nico ¡ªlo cual invalida a la actual junta¡ª y que los repartos de 2018 se rehagan con ¡°equidad y proporcionalidad¡±.
Se refieren a otra guerra de la SGAE que ha acabado en manos de fiscales y magistrados: la justicia investiga si la llamada rueda, una presunta trama entre socios y directivos de televisi¨®n para embolsarse millones gracias a la m¨²sica retransmitida de madrugada, ha cometido alg¨²n delito y perjudicado a los 120.000 autores de la entidad. La reforma de la Ley de Propiedad Intelectual ya puso l¨ªmites, el a?o pasado, a las recaudaciones abultadas de estos m¨²sicos, pero los repartos anteriores siguen en tela de juicio. Y el sistema de voto de la SGAE complica el enredo: solo pueden participar los 18.400 socios con ingresos significativos, y cada uno suma hasta un m¨¢ximo de 31 votos, seg¨²n su recaudaci¨®n. De ah¨ª que los millones de beneficios de la rueda tambi¨¦n se traduzcan en poder.
Ante ello, los nuevos estatutos ampl¨ªan el derecho a voto a todos los socios. Y tambi¨¦n introducen un ¨®rgano de control, con alg¨²n miembro externo. En un comunicado, Jurado resalta adem¨¢s que, con la reforma, ¡°los autores tendr¨¢n m¨¢s derechos y m¨¢s libertad, pudiendo decidir si mantienen o retiran parcialmente de la SGAE los derechos de sus creaciones en funci¨®n de la categor¨ªa, el tipo de obra o los pa¨ªses donde su creaci¨®n genere derechos¡±. ¡°Nos obligar¨¢ a ser m¨¢s competitivos¡±, agrega la presidenta. Lo cierto es que ya hay cuatro empresas privadas en Espa?a que buscan llevarse socios ¡ªy ganancias¡ª de la SGAE: Soundreef, Unison, MPLC y Jamendo. Y el apoyo de las multinacionales a la reforma no es nada estable: siguen dispuestas a dejar la entidad, si esta no progresa y hallan una alternativa mejor.
Aun as¨ª, la presidenta se muestra optimista. Y eso que no han faltado los obst¨¢culos de ¨²ltima hora. La SGAE recibi¨® hace una semana una carta de la abogada M¨®nica Sevil, que enumeraba, en nombre de ANAEM y MUSICAEM (dos asociaciones que re¨²nen a varios autores con presencia frecuente en la madrugada televisiva), varias presuntas irregularidades de la reforma. Aunque el principal foco pol¨¦mico para Jurado procede de un antecesor: en su blog, Fern¨¢ndez Sastr¨®n denunci¨® el quinto punto del orden del d¨ªa de la asamblea. Reza: ¡°Aprobaci¨®n, en su caso, de la incorporaci¨®n en los ingresos de la entidad de la diferencia existente en los derechos pendientes de reparto¡±. Traducido, seg¨²n el expresidente, significa que Jurado pretende incluir como recaudaci¨®n de la entidad 10 millones que corresponden a los autores. Hay, pues, otro voto que se anuncia cr¨ªtico. Puede que los estatutos se aprueben, pero las controversias contin¨²an. Como siempre.
Babelia
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