?Qui¨¦n mat¨® a la familia de ganaderos hace 7.300 a?os?
Un estudio de cuatro universidades europeas resuelve el asesinato de un clan del Neol¨ªtico al analizar el yacimiento de Els Trocs, en el Pirineo oscense


Hace unos 7.300 a?os, dos hombres entraron en la cueva cargados de alimentos. Pero, seg¨²n intuyen los investigadores, en seguida cayeron de rodillas al descubrir los cuerpos desmembrados de sus familiares, se echaron las manos a la cabeza y comenzaron a llorar: todos hab¨ªan sido asesinados. ?Por qu¨¦? ?Qui¨¦n? Ahora, los expertos de cuatro universidades espa?olas y extranjeras han hallado una respuesta.
La causa de este crimen tiene su origen hace algo m¨¢s de 7.500 a?os cuando seres humanos procedentes del Oriente Pr¨®ximo comenzaron a extenderse por la pen¨ªnsula Ib¨¦rica. Portaban dos secretos: la agricultura y la ganader¨ªa. Algunos de ellos eligieron los Pirineos para asentarse. En concreto, un grupo o clan familiar acondicion¨® una gruta a 1.500 metros de altitud en el actual municipio de San Feliu de Veri-Bisauri, en Huesca. No viv¨ªan habitualmente en ella, pero s¨ª la utilizaban en los meses m¨¢s calurosos como lugar de referencia para su principal actividad: la ganader¨ªa trashumante.?
El catedr¨¢tico de Prehistoria de la Universidad de Valladolid Manuel A. Rojo Guerra y su hom¨®logo de la Universidad de Krems (Austria) Kurt. W Alt han reconstruido este brutal crimen: flechazos en la cabeza a escasos cent¨ªmetros, descomunales golpes en los cr¨¢neos, rotura de huesos y el desollamiento de nueve miembros del clan (padres, madres, hijos y, posiblemente, la abuela).
Las campa?as de excavaci¨®n en la llamada cueva de Els Trocs comenzaron en 2009. En los poco m¨¢s de 50 metros cuadrados analizados hasta ahora ¡ªse han desenterrado tres niveles de ocupaci¨®n de distintos momentos del Neol¨ªtico¡ª, se han hallado restos de dos docenas de personas, ya que tras el m¨²ltiple asesinato, la gruta continu¨® siendo utilizada en generaciones posteriores. Los trabajos han unido a una treintena de expertos de las universidades de Valladolid, Krems, Basilea (Suiza), Aut¨®noma de Madrid y del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC).
El estudio explica que de los nueve asesinados cinco eran adultos y cuatro ni?os. Uno de los hombres, de unos 30 a?os, y un ni?o de solo seis eran padre e hijo, mientras que los otros tres menores pertenec¨ªan a madres diferentes, cuyos restos no han sido hallados , por lo que los cient¨ªficos consideran que pudieron ser raptadas.
¡°Lo m¨¢s sorprendente¡±, se?ala Rojo, ¡°son las evidencias de una extrema violencia, incluso cuando los individuos ya hab¨ªan fallecido¡±. El catedr¨¢tico de Prehistoria est¨¢ convencido de que cuatro de los cinco adultos recibieron disparos de flecha en la cabeza realizados desde una distancia muy corta y fuera de la cueva. Luego los cad¨¢veres o los cuerpos moribundos fueron trasladados al interior, pero no sin antes, o despu¨¦s, haber recibido numerosos golpes con objetos contundentes en el cr¨¢neo y en las extremidades En los huesos largos de los brazos y las piernas, los golpes se sit¨²an cerca de las articulaciones para producir los mayores destrozos en los huesos. ¡°Puede haber sido parte de un ritual de dif¨ªcil comprensi¨®n hoy en d¨ªa y que podr¨ªamos considerar como una segunda ejecuci¨®n¡±, indica el catedr¨¢tico.
?Y por qu¨¦ esta matanza? ¡°Podr¨ªa tener su origen en disputas territoriales o de robo de ganado o de mujeres, que se intensificaron hasta tal punto de que se produjo una especie de ensa?amiento hacia las v¨ªctimas. El alto potencial de violencia de los autores y el curso de la masacre as¨ª lo sugieren¡±, sostiene Rojo.
La constataci¨®n cient¨ªfica de que los ocupantes de la cueva de Els Trocs eran pastores trashumantes sugiere que, con toda probabilidad, el resto de parientes de las v¨ªctimas, esto es, los adultos m¨¢s j¨®venes y los adolescentes se encontraban en otro lugar en el momento de la masacre, muy posiblemente en las tierras bajas del valle del Ebro, donde cultivaban los campos que suministraba el sustento cereal¨ªstico (trigo y cebada) necesario al grupo. Cuando regresaron cargados de alimentos para sus parientes, solo encontraron sus cad¨¢veres.
Una gruta con alfombra
Los grupos ganaderos que ocupaban la cueva de Els Trocs -donde la temperatura nunca supera los 9 grados- idearon un original sistema para aumentar la confortabilidad de la oquedad. Cubrieron con miles de peque?os trozos de cer¨¢mica todo el suelo -se han hallado 17.385 fragmentos colocados a modo de pavimento formando a veces hasta tres capas superpuestas- y posteriormente lo alfombraron con restos vegetales, como tallos de herb¨¢ceas y hojas. Aproximadamente, los pedazos cer¨¢micos corresponden a unos 200 recipientes. Aunque no era su habit¨¢culo habitual, s¨ª resid¨ªan en la gruta durante los meses de verano, donde consum¨ªan mam¨ªferos, aves y microvertebrados. En total se han hallado 18.711 fragmentos ¨®seos, la gran mayor¨ªa correspondientes a ovejas, uros, suidos (jabal¨ªes y cerdos) y hasta osos.
Los investigadores tambi¨¦n han reconstruido a pie el camino que realizaban los caprinos que los hombres -mujeres y ni?os- pastoreaban en el Neol¨ªtico. Entre el 15 de junio y el 10 de julio consumir¨ªan los pastos de alturas en torno a los 1.500 metros, para trasladarse posteriormente (en agosto y principios de septiembre) a alturas superiores a los 2.000 metros. Y han descubierto que los pastores actuales realizan un trayecto muy semejante. Humanos de hace 7.000 llevaban su ganado hacia las cumbres porque la hierba de las zonas m¨¢s elevadas absorbe menos agua que las de los valles y la carga cal¨®rica y nutritiva obtenidas para las ovejas es mayor que la que podr¨ªan lograr en las m¨¢s c¨®modas tierras bajas.
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