Arte y ciencia, unidos en la lucha contra el c¨¢ncer
El proyecto CNIO Arte re¨²ne a Juan Luis Arsuaga y Carmen Calvo para crear obras cuyos beneficios se destinan a la investigaci¨®n
Una vez finalizada la charla con la artista Carmen Calvo (Valencia, 69 a?os) y la directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncol¨®gicas (CNIO), Mar¨ªa Blasco (Alicante, 55 a?os), mientras se van quitando los micr¨®fonos con los que han hablado ante la c¨¢mara, el paleoantrop¨®logo Juan Luis Arsuaga (Madrid, 66 a?os) saca a colaci¨®n un chascarrillo, una reflexi¨®n en las siguientes l¨ªneas: si los extraterrestres aterrizaran un buen d¨ªa en nuestro planeta y los humanos les present¨¢ramos a los mejores cient¨ªficos del mundo para que les explicaran los avances logrados por nuestra especie, probablemente terminar¨ªan aburrid¨ªsimos y se largar¨ªan sin m¨¢s contemplaciones. ?Qu¨¦ les podr¨ªan ense?ar de la evoluci¨®n unos seres mucho menos desarrollados que ellos? ?O del c¨¢ncer que ellos ya combatieron hace milenios? Si, sin embargo, les pusi¨¦ramos delante la obra de Goya, o de cualquier otro artista excelente, quiz¨¢ tendr¨ªamos m¨¢s posibilidades de acabar result¨¢ndoles interesantes. ¡°Cuando alguien se me acerca a decirme que sus hijos se sienten atra¨ªdos por la prehistoria y me pide que les recomiende alg¨²n libro, siempre les digo que, si quieren volar alto, lean a Shakespeare¡±, se?al¨® el Premio Pr¨ªncipe de Asturias de 1997, investigador de Atapuerca que, como tantos otros de sus colegas, pasa buena parte de su tiempo escribiendo. ¡°Los procesos y las leyes son invisibles, y los cient¨ªficos los tienen que encontrar y nombrarlos con la precisi¨®n de un ling¨¹ista¡±, apunt¨®. La moraleja: solo desde la literatura se pueden dominar las palabras.
Compartiendo sof¨¢ en la sede del CNIO, cuyos ventanales se asoman al skyline del norte de Madrid, estos tres profesionales de disciplinas tan variadas se reunieron para resaltar ese y otros de los muchos puntos de intersecci¨®n que existen entre ciencias y letras. ?El motivo? Por tercer a?o se ha lanzado CNIO Arte, una iniciativa que re¨²ne a un cient¨ªfico y un creador ¡ªArsuaga y Calvo¡ª para crear obras de arte a partir de ese encuentro, que se ponen a la venta con el fin de recaudar fondos para la investigaci¨®n contra el c¨¢ncer . El nexo m¨¢s evidente entre las cl¨¢sicas taxonom¨ªas del conocimiento, como apunt¨® Blasco, bi¨®loga especializada en el estudio de los tel¨®meros, es la de la pulsi¨®n creativa que comparten. Pero salieron a lo largo de la animada conversaci¨®n muchas m¨¢s conexiones, algunas incluso inesperadas: ¡°La piel es el primer soporte de la pintura, y yo estudio la evoluci¨®n del cuerpo humano, por lo que es un tema que no me resulta lejano¡±, se?al¨® Arsuaga, a lo que Calvo a?adi¨® que tanto cient¨ªficos como artistas tienen en com¨²n una vocaci¨®n que les impele a ¡°cruzar la puerta de Alicia en el Pa¨ªs de las Maravillas¡±.
La sinton¨ªa entre los tres no solo resulta evidente, sino que ellos mismo la subrayan. ¡°Cuando conoc¨ª al se?or Arsuaga je suis tomb¨¦e amoureuse [me enamor¨¦, en franc¨¦s]¡±, se ri¨® Calvo. Su primera toma de contacto con el cient¨ªfico fue en el mismo CNIO, donde se gest¨® este proyecto que ha terminado plasmado en cuatro cuadros realizados por la artista, que se presentar¨¢ al p¨²blico el 28 de febrero en ARCO. Aunque Arsuaga reconoce no ser experto en arte contempor¨¢neo, por suerte ya conoc¨ªa la obra de Calvo, premio Nacional de Artes Pl¨¢sticas de 2013. ¡°Ella se r¨ªe porque al ver una antol¨®gica de su carrera me hice un l¨ªo y pens¨¦ que estaba muerta¡±, cont¨® divertido. ¡°As¨ª que al conocerla me alegr¨¦ por su vitalidad, y tambi¨¦n por poder colaborar con ella, porque su trabajo me hab¨ªa gustado¡±. Tras ese encuentro inicial, la siguiente vez que se juntaron fue en los yacimientos de Pinilla del Valle, en Madrid. All¨ª, Calvo pudo conocer de primera mano no solo la labor, sino tambi¨¦n el entorno en el que se mueve el cient¨ªfico. ¡°Lo que hice fue absorber lo que vi, los artistas tenemos que ser como esponjas¡±, dijo Calvo, cuyos cuadros, en los que mezcla la fotograf¨ªa con distintos objetos pegados, evocan, a trav¨¦s de im¨¢genes como ¡°el cr¨¢neo, los ni?os o los animales¡± nociones sobre la vida en la naturaleza y sobre la condici¨®n humana.
El cuerpo humano, precisamente, marca otra de las relaciones que los tres detectaron entre sus profesiones. ¡°Los que m¨¢s saben de anatom¨ªa son los artistas: antes, en todas las escuelas de bellas artes se estudiaba esta asignatura¡±, apunt¨® Arsuaga. ¡°Alg¨²n d¨ªa me gustar¨ªa poder explicar la anatom¨ªa del cuerpo en el Prado¡±. Luchar contra la tendencia a aislar las diferentes versiones del saber define una de las claves por las que el CNIO, como explic¨® Blasco, quiere poner especial ¨¦nfasis en este proyecto. ¡°Parece que estamos en compartimentos estancos, pero lo cierto es que compartimos una manera de ver las cosas¡±, apunt¨® la directora que, volviendo a la idea con la que jugaba Arsuaga con su historia sobre los extraterrestres, cit¨® a la recientemente fallecida Margarita Salas, quien ella misma, a su vez, cit¨® a Max Delbr¨¹ck cuando particip¨® en la primera edici¨®n de CNIO Arte: ¡°Si no tienes dotes para el arte, lo mejor que puedes hacer es meterte a cient¨ªfico¡±.
Donde se encuentran la foto y la computaci¨®n cu¨¢ntica
Antes del d¨²o formado por Juan Luis Arsuaga y Carmen Calvo, CNIO Arte reuni¨® en sus dos anteriores ediciones a otras parejas de cient¨ªficos y artistas: en la inicial coincidieron la bioqu¨ªmica Margarita Salas y la creadora Eva Lootz; en la segunda, el experto en computaci¨®n cu¨¢ntica Ignacio Cirac y el fot¨®grafo Chema Madoz. Los beneficios obtenidos por la venta de las obras creadas en cada convocatoria se destinan a la lucha contra el c¨¢ncer. ¡°Estamos aprendiendo que esto es algo que tiene valor en un centro de investigaci¨®n, y por lo tanto es una actividad que queremos mantener y hacer que crezca en el futuro¡±, dijo Mar¨ªa Blasco, la directora del CNIO.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.